LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

lunes, 22 de septiembre de 2014

PONGÁMONOS DE ACUERDO, QUE SI NOS ORDENAMOS, TITULAMOS TODOS


La verdad que uno hace un esfuerzo por seguirlos, pero se hace difícil, por momentos imposible.

Ayer nomás veíamos acá como daban vuelta el sentido de la reunión de Cristina con el Papa; que al decir de Clarín, era poco menos que a ruego de la presidenta, lo cual se daba de patadas con sus propias tapas anteriores, como lo podemos comprobar acá (gracias Barricada por el recordatorio):


Ahora vemos lo mismo con el pago de los juicios de un sector de los jubilados contra la ANSES por reajuste de haberes: ¿cuántas tapas y noticias vimos pidiendo que se agilizaran, porque los viejos ya no podían esperar y todo eso, cientos, miles? Varias seguro.

Tantas que hace poco y a propósito de eso, la propia ANSES se vio obligada a aclarar -una vez más- que venían disminuyendo los juicios desde que se sancionó la ley de movlidad previsional, y se venían pagando más sentencias: ver acá los datos del último informe.

Sin embargo la corneta de hoy nos sorprende en tapa con el anuncio (que corresponde a ésta nota del hermano de Altamira) de que el Presupuesto 2015 que empieza a debatir el Congreso contempla un aumento del 65 % en las partidas de la ANSES para pagar juicios en trámite; pero en lugar de destacarlo como algo positivo (cosa que al parecer estaría prohibida en el manual de estilo del gran diario argentino), dicen que es porque hay elecciones.

Más o menos lo mismo (mas o menos no, en realidad, exactamente lo mismo) que dice ésta nota de La Nación, a propósito del 46 % de aumento interanual de las partidas destinadas en el mismo Presupuesto, a la obra pública: 


Nota en la cual leemos: "..un clásico: cada vez que se avecina un año electoral, el gobierno nacional prepara la billetera del Tesoro para repartir obras públicas por doquier. El año próximo no será la excepción, aunque lo llamativo esta vez es la magnitud del presupuesto que se destinará a ese propósito, nada menos que un 46 por ciento superior al de 2014.

Semejante despliegue de recursos públicos y de operaciones de crédito destinados a infraestructura no tiene otra explicación que el test electoral que el Gobierno afrontará el año próximo, el último de la gestión de Cristina Kirchner al frente del Poder Ejecutivo.
El kirchnerismo, ávido por retener la mayor cuota de poder posible después de los comicios presidenciales, no escatimará fondos para cooptar gobernadores, intendentes y legisladores que le sean afines una vez que se despidan de la Casa Rosada. El reparto discrecional de obras públicas por parte del gobierno nacional ha probado ser siempre funcional a estos propósitos." (las negritas son siempre nuestras)

Uno se marea un poco ante tanta profundidad argumental, sobre todo porque en los últimos tiempos nos venían diciendo que Cristina iba a menos gobernando mal casi a propósito, para que el año que viene ganara Macri y ella fuera la jefa de la oposición, además de -por supuesto- quejarse por la falta de obras de infraestructura.

Ahora parece que el gobierno repartirá plata con visión de futuro (ganar adhesiones para cuando ya no sea gobierno), pero pensando en las elecciones que se harán cuando todavía lo sea; y con el mismo método que le sirvió para perpetuarse en el poder, en el medio del fin de ciclo: ¿era así mas o menos, o nos perdimos en alguna vuelta?

En el zonal Miami de la tribuna de doctrina, o sea Infobae, traducen para infradotados: "Fijó incrementar en un 46 por ciento el presupuesto destinado para la construcción de obras públicas, una vieja herramienta empleada por los políticos en cercanía a los comicios. Se busca ganar adherentes.".

Tremendo: el kirchnerismo (la política en general) trataría de ganar adherentes cuando hay elecciones, cuando -como bien sabemos- lo racional en esos casos es perderlos, para permitirles a los medios titular que el gobierno gobierna mal a propósito, para perder; o algo así. 

En fin chicos, pongámonos de acuerdo, que si nos ordenamos, titulamos todos.

Eso, o nos indican por favor las medidas exactas de la poronga que -eventualmente, tampoco es tan seguro- les vendría bien.

1 comentario:

Unknown dijo...

¿ordenarse? ¿no habían reemplazado a todos los redactores de la cornetita por chimpancés armados con netbooks de rezago de las que le vendieron a macri a precio de oro? Para ahorrar ¿vió?...