LA FRASE

"EL GOBIERNO IMPROVISA BASTANTE CON LAS DESIGNACIONES, HABEMOS GENTE MUCHO MÁS CAPACITADA QUE FORADORI PARA EMBAJADOR EN GINEBRA. "MARIO BARLETTA)

miércoles, 27 de mayo de 2020

DOBLE MANO


Cuando se habla de respetar la independencia de los poderes, la mayoría de las veces (por no decir todas) en realidad se está hablando de la independencia de uno concreto: el Judicial. La idea es la independencia de los poderes solo está en riesgo cuando un juez es "apretado" directa o indirectamente para fallar en un sentido u otro, por los funcionarios del Poder Ejecutivo; sea un presidente, un gobernador o alguien de sus gobiernos.

Nunca llega la figura -Dios no lo permita- a las presiones visibles o invisibles del poder económico a esos mismos jueces, para que fallen a favor de sus intereses: eso suele hasta ser blanqueado como una legítima preocupación por defender derechos amenazados por el Leviatán estatal, o la "industria del juicio laboral", por ejemplo.

Menos que menos se nos presenta como lesiva de la independencia de los Poderes del Estado (si es que tal cosa existe) ninguna actitud de los jueces hacia los otros poderes, como por ejemplo amenazarlos de modo directo o indirecto con sacar un determinado fallo, en un determinado sentido o sobre determinado asunto sensible, a cambio de algo. Por ejemplo mantener sus privilegios jubilatorios, o no pagar impuestos.   

Y por supuesto que jamás será considerado un atentado a la división o independencia de los poderes que los jueces se explayen en público sobre temas de actualidad sobre los que incluso podrían llegar a tener que fallar, o sugiriendo criterios que son privativos de los otros poderes del Estado. Como por ejemplo prolongar o no la cuarentena, en el marco de una declaración de emergencia sanitaria.

Desde que ingresó a la Corte Suprema y más aun cuando llegó a su presidencia (cargo que ostentó por largos años y aspira a recuperar) Ricardo Lorenzetti nunca ocultó sus aspiraciones políticas, y fue un cultor decidido del alto perfil en sus declaraciones públicas. No hubo prácticamente evento empresarial de importancia que no lo contara entre sus concurrentes, y disertantes.

Siempre intentando transmitir la imagen de un gran estadista de reserva, con el conocimiento necesario y la distancia del ajetreo cotidiano de la política como para pensar en las "políticas de Estado a largo plazo". Eso, o subirse a la cresta de la ola del momento, y aportar el peso institucional del Poder Judicial a lo que los sectores del poder real están buscando, y para lo cual emplean toda su artillería mediática.

Como por ejemplo el fin de la cuarentena, por el que vienen bregando -para nosotros- por las razones que exponíamos acá. Con cierta gente (como Lorenzetti) nada es casual, todo está cuidadosamente pensado y estudiado: sus palabras llegan el día después de la marcha de los lunáticos anticuarentena a Plaza de Mayo y -sobre todo- después de varias tapas y zócalos instalando la idea de "la cuarentena más larga del mundo", para esmerilar al gobierno y forzarlo a levantarla.

Pero así como las palabras del cortesano fueron pensadas (y conllevan un mensaje al gobierno, todo menos cifrado: si la estiran más de lo que a nosotros nos parece oportuno, la podemos tumbar con un fallo), la respuesta del poder político también debería serlo. Hay mecanismos institucionales para hacerle saber al oportunista de Talcahuano que la cuarentena no es un simple capricho personal del presidente o el ministro de Salud, sino una decisión de política pública, basado en estrictas razones de índole sanitaria, para salvar vidas que de otro modo estarían en riesgo.

Le guste a quien le guste, y para que entienda que lo de la "independencia de los poderes" es una avenida de doble mano: yo no me meto con lo tuyo, vos no te metas con lo mío. A menos que Lorenzetti suponga que tiene un Ministerio de Salud "en las sombras", que sabe más que los expertos que asesoran al presidente. Tuits relacionados:

1 comentario:

canalla dijo...

Perfecta la nota. 10 de 10. Atenti con este hombre