LA FRASE

"LA VERDAD YO NO ESTABA PENSANDO EN CANDIDATURAS, TENÍA OTRA COSA EN LA CABEZA." (MANUEL ADORNI)

sábado, 29 de marzo de 2025

PROTAGONISTA PRINCIPAL

 

En los últimos 70 años de nuestra historia nacional, el FMI ha sido un protagonista principal de ella en todos los gobiernos, en dictadura o en democracia. O mejor dicho en casi todos: no los fue en los de Perón (que jamás aceptó en sus primeros dos mandatos que el país ingresara al organismo), ni en los de Néstor y Cristina, que cancelaron la deuda del país con el organismo y hasta lograron que cerrara su oficina en Buenos Aires, porque carecía de razón de ser.

Perón vio con clarividencia en los años inaugurales del Fondo que sería una herramienta más de dominación política de la que dispondrían los Estados Unidos como lo fue el Plan Marshall, y que adscribir a él era renunciar en la práctica a que el país manejara el crédito, la moneda, la política cambiaria, en fin, los resortes claves de su propia economía, que acababa de recuperar.

Con la misma visión estratégica, Néstor Kirchner entendió que dejar de deberle al FMI era sacarse de encima una injerencia perniciosa en el diseño de la política económica, ganando para el país márgenes de autonomía para conducirla de acuerdo con sus propios intereses. No es casual -ni mucho menos- que precisamente la mayor autonomía del FMI haya coincidido en nuestra historia con procesos de crecimiento económico con distribución social de la riqueza, que comenzaron precisamente por dejar de lado sus recetas.

Como decía hace 48 años Rodolfo Walsh en su "Carta Abierta a la Junta Militar" hablando de la política económica de Videla y Martínez de Hoz, "Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales...".

Y así como autonomía del FMI y procesos de crecimiento y distribución fueron de la mano, lo inverso también es un dato histórico incontrastable: desde Frondizi y Alsogaray pasando por Onganía y Krieger Vasena, Videla y Martínez de Hoz, Menem y Cavallo, De La Rúa y el blindaje, Macri y Caputo y ahora Milei con el tahúr reincidente, los acuerdos con el Fondo solo significaron para el país endeudamiento, crisis y -como el cuerpo sigue a la sombra- políticas represivas de la protesta social que suscitaban; cuando se dice que hay ciertas políticas económicas que solo cierran con represión, se está simplemente constatando un dato de la realidad que se repite, una y otra vez. 

El Fondo es, como dijimos, un actor protagónico de nuestro devenir histórico tanto como fiel representante del pensamiento ortodoxo (con correspondencia en ello con nuestra élite económica y parte de la política) y gestor de negocios del capital financiero, pero también incidiendo desembozadamente en los procesos internos del país, desde sumar otra piedra más para la caída de Alfonsín (que con su fracaso se colocó en la incómoda posición de pedirle ayuda al verdugo), hasta el mega préstamo a Macri para financiar -infructuosamente- su intento de reelección; como lo reconoció expresamente Claver Carone.

Y esta vez -mal que le pese a Caputo, que es el mismo de entonces- no es distinto: un gobierno que se ufana de tener superávit en pesos (al precio de un ajuste descomunal con efectos devastadores en la economía y la sociedad) y que concedió a través del RIGI beneficios exhorbitantes al capital internacional, le pide dólares con la excusa de fortalecer las reservas (que está rifando a diario para sostener el ancla cambiaria del plan antiinflacionario) y mejorar el balance del Banco Central (un argumento tan absurdo que ni ellos creen), para que -otra vez más, y van- se vuelvan a ir por la canaleta de la fuga de capitales, dejándole al país la mochila de la deuda, aun más pesada de lo que ya está.

Reclamando a cambio una profundización de la motosierra que nos trajo a éste punto en la enésima versión del ajuste permanente, una opción que donde no hay crisis la provoca, y donde ya existe la profundiza y agrava, sin resolverla nunca; porque sencillamente no está diseñada para eso, sino para extraer sufrimiento de la sociedad, que se asienta en los balances como ganancias del capital financiero internacional.

Insistiendo en "condicionalidades" y "reformas estructurales" que jamás garantizan el crecimiento y mucho menos la redistribución del ingreso, como todas las políticas "ofertistas" ensayadas desde siempre: en plena vigencia del RIGI las petroleras se están yendo de Vaca Muerta, en lugar de llegar. Y llegado el caso que esas reformas se impongan -generalmente a palos- lo único que consiguen es que la insustentabilidad económica se profundice hasta devenir política, e incluso institucional: ahí están los ejemplos de 1989 y 2001 y el fracaso de Macri desde 2018 en adelante, para recordárnoslo.

La razón para que eso suceda es muy sencilla: nadie acude al FMI cuando está fuerte y puede valerse por sí mismo, como lo demostraron precisamente el primer peronismo y la experiencia kirchnerista, sino todo lo contrario: como le dijo Cristina al opa de Adorni, la rueda de auxilio se usa cuando uno ha pinchado. Claro que no toda la culpa de nuestra crisis es del Fondo, ni mucho menos: como decía Jauretche, si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende.

Como los 129 diputados que aprobaron a libro cerrado un DNU que nos vuelve a endeudar con el Fondo sin saber ni montos, ni plazos, ni condiciones, y en manos de un gobierno al que antes le habían concedido facultades extraordinarias, y al que los mercados y el propio FMI le están exigiendo más definiciones que las que le pidieron algunos de los representantes del pueblo, para concederle un cheque en blanco.

Todo lo cual marca un marco de situación preciso para un futuro gobierno nacional y popular, en especial si finalmente se cierra el acuerdo con el Fondo: no repetir el error de Alberto y Guzmán condicionando toda la política económica a una deuda ilegítima y fraudulenta, contraída violando la Constitución Nacional, las leyes argentinas y la propia carta orgánica del FMI. Menos cuando las advertencias -por boca del Consejo Nacional del PJ y los bloques legislativos de "Unión por la Patria"- fueron debidamente presentadas. Tuits relacionados:

3 comentarios:

Marcos Buchin dijo...

Estados Unidos le reclamó a Ucrania que devuelva con minerales raros y centrales de energía la ayuda que le regaló para la guerra con Rusia, a la que fue empujada por Estados Unidos. Argentina tendrá el 40 por ciento de toda la deuda que haya concedido el Fondo Monetario Internacional. No tiene lógica. Todos fueron préstamos políticos a gobiernos afines ordenados por Washington. Son cifras que no están en relación con la cantidad de habitantes ni con el volumen de la economía argentina. Más temprano que tarde esa deuda pondrá a Argentina en el lugar de Ucrania. (Luis Bruschtein en el diario P/12 de hoy)

Anónimo dijo...

aaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!!! Patria mía!!! M. Belgrano, dixit - - https://www.pagina12.com.ar/814398-sturzenegger-se-suma-al-fmi-como-asesor

jfc dijo...

Hace 4 añitos _ https://fatlyf.org/ay-patria-mia-a-201-anos-de-la-muerte-de-manuel-belgrano/