Por Elabas Ave
Cuando uno repasa
diariamente la actualidad, a través de la crónica cantada oficial de Magnetto y
de la minoritaria rebelde, analiza no sólo los procederes ajenos sino los
propios. Así, me pregunto
con esa frecuencia: ¿puede ser que todo lo que haga el gobierno nacional
esté mal, sea lo que sea? ¿puede ser que todo lo que haga el gobierno nacional
esté bien, sea lo que sea?
Y
desde la posición de apoyo veo que muchos desde allí acertamos en criticar al
gobierno, y en especial a Cristina, cuando no acordamos, estemos o no
equivocados. Porque la crítica, desde allí, implica un análisis, bueno o
malo, correcto o errado,
pero por lo menos hay una ponderación y siempre apuntando a la mejora, nunca a
la destrucción.
En
cambio, noto que quienes se oponen a Cristina, amén de denostarla cual Evita,
siempre se paran enfrente por el sólo hecho de estar allí, sin ningún tipo de
posibilidad de modificar la posición, porque ella es su privilegio.
En
lo personal, me ha parecido un error político el manejo con la CGT (eligiéndose
el mal mayor), la elección de los vicepresidentes, el tratamiento de la
información, algunas alianzas provinciales. Y en ese sentido no he tenido duda
en manifestarlo, pública o privadamente, obviamente con la escasa importancia o
trascendencia que tiene mi opinión.
Ahora,
todos los que están en contra hacen la fácil: usan hasta las mismas palabras
que usa Héctor. Y así hablan de “conferencia de prensa”, “cepo”, “escándalo”,
“libertad”, “re-re”, “cadena nacional”, “inseguridad”, “corrupción”.
Y
viendo el resultado de Venezuela la pregunta que sigue es: ¿es un error pensar
en la reforma constitucional para obtener un nuevo mandato?
Sigo pensando que sí,
pero con dudas. Tiene lógica que si es indispensable la continuidad de Cristina
para que se aplique el proyecto, es porque el mismo es endeble. Pero como
repetía el General: “La única verdad es la realidad”.
Y si desde el oficialismo
no se ha creado el marco necesario para que aparezcan nuevas figuras que lo
lleven adelante -lo cual para mí es un error- tendremos que apostar a la salida
que nos queda. Y si de nombres hablamos, tenemos que decir que los generados y
los aliados, han dejado bastante que desear y nada garantizan.
Y para peor, aguantar
como aguanta Cristina no es para cualquiera. Habrá que ir repensando la
situación y cuál será el futuro sin reforma. Porque con reforma ya sabemos y
Hugo nos mostró el camino.
4 comentarios:
Título histórico.
Irrepetible.
Coincido con ud., pero pienso que tiene que aparecer alguien que encarne el proyecto; despues de todo faltan 3 años todavía, y soldados hay muchos, capitane también, si bien no todos sirven para general
Ups me quedó una metafora militarista
¿no le gusta Taiana por ej.?
A mí me parece que debería ser un goberna, alguien con experiencia en la gestión gubernamental (y a la vez un tipo recontraleal). Urribarri (el goberna de Entre Ríos) reune ambas condiciones. El problema es como lo instalamos como candidato indiscutido (porque entre los gobernas, Mancuso mas que nadie, hay varios que van a poner el grito en el cielo si Cris se decide por uno de ellos para que sea el SUCESOR)
La solución está al alcance de la mano: REFORMA Y REELECCION. Para Cristina cuantas veces sea necesaria, para los demás la CN de 1853.
Coincido conque el compañero Chávez abrió el camino.
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