LA FRASE

"AEROLÍNEAS ARGENTINAS NO DEPENDE DE MI CARTERA, ASÍ QUE NO VEO POR QUÉ MOTIVO ME VESTIRÍA DE AZAFATA." (LUIS PETRI)

viernes, 19 de octubre de 2012

LOS CONSTITUCIONALISTAS DE ALQUILER Y EL MITO DE LA INDEPENDENCIA JUDICIAL


Entre las muchas zonceras que nos quieren hacer tragar estos días en la discusión por la plena aplicación de la ley de medios, no podía faltar el aporte de los constitucionalistas de alquiler que circulan por los medios. 

Dos figuritas conocidas Loñ y Badeni; uno (Loñ) fue hace poco el abogado de Lanata en su amparo para que lo dejaran comprar dólares, pero (y esto es menos conocido) también fue asesor de Videla durante la dictadura.

El otro (Badeni) está rodeado de videlistas en la trasnochada Academia Nacional del Derecho , pero además omite un dato esencial al opinar muy suelto de cuerpo, como si fuera un marciano: es el abogado que patrocina a Clarín en la causa contra la ley de medios, y fue el que obtuvo la cautelar del juez de Carbone para que al Grupo no se le aplicara el artículo 161.

Esa sóla circunstancia (y el hecho de omitir aclararla al opinar) invalida absolutamente todo lo que diga Badeni, porque tiene intereses (y muy fuertes) concretos en el resultado de la causa de la ley de medios; aunque los disfrace de preocupación por la defensa de las instituciones, y de la independencia de los jueces.

Cuestión esta que tiene bastante de mito, como se dijo acá; y que puede sonar muy linda hacia el interior de la corporación judicial (provocando por ejemplo que los jueces lo aplaudan a Lorenzetti en Mendoza) para fortalecer justamente el espíritu de cuerpo, pero no puede ocultar el dato esencial de todo este asunto: hay una puja entre un grupo económico que atravesó los últimos 40 años por lo menos extorsionando y condicionando gobiernos y obteniendo de todos ellos concesiones a cambio para sus negocios; y un gobierno elegido por el 54 % de los argentinos hace casi un año, para aplicar una ley votada por amplias mayoría en ambas Cámaras del Congreso, gestada por las organizaciones de la sociedad civil y para garantizar la democratización de la palabra.

Todo lo demás son detalles, porque eventualmente Cristina terminará su mandato y se irá a su casa, pero si logra aplicar la ley de medios en su plenitud (lo que requiere como condición sine qua non desmantelar a Clarín: sería como dictar una ley para transparentar la competencia en el mercado del acero y no afectar a Techint) habrá contribuido a fortalecer las instituciones y la democracia en el país; tan sencillo como eso.

De lo contrario esas instituciones (el Ejecutivo elegido por amplia mayoría, el Congreso que votó la ley, la justicia que tiene que pronunciarse sobre su validez) habrán demostrado que son -todas juntas- menos que el poder económico, representado en éste caso por Clarín: esa es la enseñanza que deja todo esto, y que marca la importancia de lo que está en juego, y va más allá del Grupo, el artículo 161 y la ley de medios.

Adviértase que Badeni (reiteramos: el abogado de Clarín) caratula la intención de aplicar una ley del Congreso como "cuestionables intereses políticos", y Loñ como "una simple crisis entre el oficialismo y la oposición", causa por el Ejecutivo "al no querer consensuar una salida armónica": ¿cuál sería, aplicarle la ley a medias a Clarín, dejarlo otros 10 años con sus licencias, permitirle conservar más de las que la ley admite?

Desde allí estos "constitucionalistas" dicen lo que dicen, esa es la idea que tienen de lo que es la democracia, y de para qué están las instituciones que dicen defender.

Incluso el impresentable Badeni (un mentiroso que opina de una causa sin decir que es abogado de una de las partes, y en varios litigios) conceptúa como atropellos del gobierno no haber cohonestado las maniobras de Clarín para poner un juez a dedo para la causa, y por el contrario pedir que el subrogante se designe de acuerdo a la Ley 26.376, y el juez definitivo, de acuerdo al mecanismo establecido por la Constitución: curioso constitucionalista.

Y como para terminar de corroborar que nos quieren tomar por idiotas, Lorenzetti (el mismo que recibiió en privado a Magnetto hace un tiempo, sin que Badeni y Loñ se escandalicen porque se afectaba su independencia) arenga en Mendoza a la tropa judicial con un discurso dependiendo la independencia de los jueces, pero con manifestaciones bien propias de un candidato político en campaña; como bien lo apunta acá Artemio y como se señaló hace ya tiempo en éste blog.              

Si Lorenzetti quiere dedicarse a la política y quiere ser candidato tiene todo el derecho del mundo, pero sin dobles discursos, hablando por un lado de la independencia de los jueces, y por el otro lanzando una plataforma electoral, todo por el mismo precio.

Pero lo más importante de todo: como tendrá que resolver (más tarde o más temprano) el fondo de la cuestión en la causa por la constitucionalidad de la ley de medios (porque la independencia de los jueces no es el derecho a hacerse eternamente los boludos), sería importante que quedara claro que no ha decidido lanzarse a la arena política con el auspicio de Clarín.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En las elecciones anteriores acá en Santa Fe se habló bastante respecto de una posible candidatura de Lorenzatti para gobernador de Santa Fe.
Capaz que ahora se anima.
Aunque en vez de tanta vehemencia en defensa de la corporación judicial, debiera reclamar algo más profundo en cuanto al compromiso de la justicia con la sociedad que no elige a los jueces.