Como hacemos todos los años, desde que está disponible en la web oficial (ver acá) la Cuenta de Inversión de cada ejercicio, afinamos el lápiz para destacar algunos datos de interés para el análisis; en éste caso para el año 2013.
* Empecemos por algunos datos que eran de sumo interés para algunos medios (como veíamos acá), como por ejemplo lo gastado durante el año 2013 por el gobierno provincial en concepto de publicidad oficial: fueron exactamente $ 180.692.899,13; lo que representa respecto al 2012 (recordemos que el año pasado fue un año electoral) del 89,20 %), y una diferencia en más con lo originariamente presupuestado del 25,69%.
El gasto en publicidad oficial del socialismo representó el 0,38 % del gasto total de la provincia, porcentaje que puede parecer irrisorio, pero no lo es tanto si se lo compara en escala con la tan meneada "pauta nacional"; que representa apenas el 0,14 % del Presupuesto nacional, y si se le sumaran los derechos que el gobierno paga a la AFA por "Fútbol Para Todos (que no es publicidad oficial, aunque los medios la consideren como tal), llegarían en conjunto al 0,29 % del presupuesto nacional.
* El gasto en Educación representó el 26,78 % del total del gasto provincial, cuando el año anterior había sido el 27,87 % el año pasado, y sigue en baja casi constante desde el 2007, cuando fue del 29,07 %.
Los subsidios a la enseñanza privada fueron $ 2.611.896.788,24, el 20,53 % del gasto educativo y el 5,50 % del gasto público provincial total; y el Ministerio de Educación invirtió en "Construcciones" (obras en las escuelas) apenas el 0,41 % del total de sus gastos, exactamente $ 52.432.498,57 íntegramente financiados con fondos nacionales.
Es decir que el año pasado el gobierno provincial no invirtió desde el Ministerio de Educación un centavo de recursos propios (el fondo para reparaciones menores -llamado FANI- se sustenta en su totalidad con las partidas del Fondo Soja que llegan de la Nación) en la infraestructura escolar; lo que explica por qué razón está tratando de transferirles esa responsabilidad a las municipalidades y comunas; como se explicara acá.
* El Ministerio de Desarrollo Social representó el año pasado el 1,93 % de los gastos totales del Estado prtovincial, lo que representa una leve mejora respecto del escaso 1,73 % el año pasado, pero aun está lejos del 2,67 % que representaba el área en el gasto provincial en el 2007 cuando llegó al gobierno el Frente Progresista.
Claro que ese mayor gasto no se tradujo en un gasto de calidad en políticas sociales, porque apenas el 47,85 % del gasto total del área fue en transferencias directas a los sectores poblacionales más vulnerables, a través de diferentes programas.
Ese porcentaje era del 57,14 % el año pasado, y viene en baja constante desde el 2007, cuando fue del 74,33 %; lo que implica que el marginal aumento del gasto en Desarrollo Social respecto al 2012 (un 0,20 % del presupuesto total de la provincia) se lo devora la burocracia administrativa y los gastos de funcionamiento del Ministerio; más que las políticas sociales concretas.
Para poner las cosas en perspectiva, lo gastado el año pasado por la provincia en transferencias directas a los sectores más vulnerables bajo diferentes programas de Desarrollo Social representó apenas el 34,98 % de lo presupuestado este año por el gobierno nacional en Santa Fe en concepto de Asignación Universal por Hijo, antes del 40 % de aumento recientemente dispuesto por Cristina.
Otra comparación puede valer para ilustrar aun más el punto: los subsidios a la enseñanza privada que mencionamos antes representaron el año pasado 2,84 veces el gasto total del Ministerio de Desarrollo Social de la provincias; y 5,94 veces las transferencias directas del Estado provincial, a los sectores sociales más vulnerables.
Para que se entienda: por cada peso destinado el año pasado por el gobierno de Bonfatti en forma de transferencias directas a los sectores sociales más desprotegidos, gastó casi 6 en subvencionar la educación en escuelas privadas, en la mayoría de los casos de segmentos de clase media; más o menos capaces de solventar por sí mismos esos gastos.
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