LA FRASE

"LE DIJE AL PRESIDENTE MILEI QUE ESTOY MUY INTERESADO EN INVERTIR EN SU PAÍS, ESPECÍFICAMENTE CONTRATANDO A LOS CIENTÍFICOS DEL CONICET, ARSAT Y EL PLAN NUCLEAR QUE SU GOBIERNO ESTÁ DESPIDIENDO." (ELON MUSK)

martes, 15 de diciembre de 2015

EL AJUSTE NO SERÁ TELEVISADO


Hasta el día de ayer más o menos se podía suponer que la opción elegida por el gobierno de Macri era aplicar políticas de shock para las cuestiones "culturales" en sentido amplio : salida de pantalla de 678, DNU contra la ley de medios, preparar el terreno para que el CCK no sea gratuito o cambiarle el nombre, "zona liberada" a la bonaerense para desalojar por la fuerza un centro cultural de la Cámporal; todo con el fin de contentar a la monada anti k.

Mientras tanto avanzaba con una estrategia de gradualismo para las cuestiones económicas; cosa de no chocar la calesita antes de tiempo.

Pero en apenas un día, la percepción cambió drásticamente: al blanqueo del inminente "blindaje" financiero para salir del "cepo" y del tarifazo en luz y gas (con apenas "una franja" de pobres y jubilados excluidos de los aumentos) le sucedieron los anuncios sobre eliminación total de retenciones a las exportaciones agropecuarias y reducción a las de la soja; y de eliminación de las retenciones a las exportaciones industriales en la conferencia en la UIA.

Una descomunal transferencia de recursos del fisco (o sea, de todos nosotros) a favor de las grandes cerealeras y exportadores (que tienen pendiente de liquidar una cosecha que compraron a los productores descontándoles del precio las retenciones) y de los grandes grupos industriales con escala para exportar (como Techint o Aluar), pero que producen con costos nacionales: energía subsidiada y salarios en pesos, que tanto Paolo Rocca como Rattazzi estimaron "altos en dólares", y se licuarán con la inminente devaluación. De más está decir que tienen espaldas de sobra para absorber un aumento de tarifas, que por supuesto trasladarán a los precios: con listas en dólares y posición ampliamente dominante en el mercado, no es algo que les preocupe demasiado.

El mismo día y en la conferencia de la UIA el Ministro de la Producción anunció el final de las DJAI (declaraciones juradas anticipadas de importación) y su reemplazo por "un esquema más simple", consistente con las eliminación de las ROE para el sector agropecuario.

Medidas que -cualquier sea la valoración que se haga respecto a las políticas de administración del comercio exterior- relejarán los controles estatales justo cuando es inminente el levantamiento del "cepo" cambiario, y la toma de un monumental endeudamiento externo en dólares, que financiarán en buena medida la fuga de capitales. 

Con un comercio exterior "más libre", la sobre-facturación de importaciones, la sub-facturación de exportaciones y las maniobras con los precios de transferencia hacia el interior de un mismo grupo o conglomerado económico (como los grandes exportadores agropecuarios e industriales) serán mucho más sencillas, y se estará abriendo un canal enorme para la fuga de divisas.

Y en la misna reunión de la UIA de ayer el ministro Cabrera prometió a los empresarios que "...desde este lunes queda sin efecto el régimen “abusivo” que obligaba a las empresas a brindar información al Estado sobre su estructura de costos, márgenes de ganancias e información vinculada a la formación de precios...". 

Es decir que justo cuando están remarcando a lo pavote el Estado les garantiza zona liberada y se priva de información necesaria para aplicar -por ejemplo- las sanciones de las leyes de abastecimiento o de defensa de la competencia, o para medir la procedencia de eventuales aumentos en el programa "Precios Cuidados", que se comprometieron a mantener por al menos 6 meses. 

Sin esa información ¿sobre qué base planteará el gobierno retrotraer los precios al 30 de noviembre (convalidando así buena parte del "colchón" de rentabilidad empresaria), o el pacto social con los sindicatos? Y por si todo eso fuera poco, anuncian que liberarán 18 mil posiciones arancelarias en materia de importaciones: un sacudón para la industria nacional y el empleo.

También ayer leíamos en la La Nación que los gendarmes que murieron en el accidente de Salta iban a Jujuy por orden de Patricia Bullrich para reprimir posibles protestas de la Tupac Amaru por despidos de empleados públicos provinciales que va a decidir Gerardo Morales, su ex socio en la Alianza: cualquier parecido con la represión ordenada por Freddy Storani a los dos días de asumir De La Rúa en el 99' en el puente Resistencia-Corrientes, no es pura casualidad.

Justo ahora que van a fabricar miles de pobres por hora evaluando y que la inflación se ac elera amenazando con duplicar la previa, las nuevas autoridades del INDEc anuncian que no pueden publicar las estadísticas sobre pobreza e inflación, esas que le reclamaban/cuestionaban al gobierno anterior. Y dicen que tampoco podrán publicar el índice de precios de la construcción,  pjusto cuando la disparada de precios hap paralizado al que fue el sector más dinámico de la economía éste año

Mientras tanto Moyano está preocupado por el bono navideño de los camioneros, y Caló por los despidos con los que amenaza Techint, para disciplinar a la baja las paritarias de la UOM (cuyo último acuerdo salarial desconoce) por la amenaza del desempleo: caso testigo del "pacto social" si los hay.

Ayer mismo se llenaron la plaza de mayo y otras de diferentes puntos del país en defensa de la ley de medios, amenazada por el DNU que vació de atribuciones a la AFSCA y por las declaraciones de Aguad; y explotaron de indignación las redes sociales porque los medios (previsiblemente) silenciaron por completo la convocatoria; en una claro anticipo del "apagón mediático" que se viene para todo lo que roce o lesione al gobierno de Macri.

En ese contexto el gobierno de "Cambiemos" está adoptando a pasos acelerados medidas macroeconómicas -y prepara otras aun más serias, como el "blindaje" o la devaluación- que provocarán transferencias regresivas de ingresos en favor de los sectores más concentrados de lqa economía y contra los asalariados, jubilados y sectores de ingresos fijos en general; de una magnitud sólo comparable con las que prosiguieron al estallido de la convertibilidad en el 2001, y sin el telón de fondo de una crisis de esa magnitud, ni mucho menos: ¿acaso no acaba de decir el propio Prat Gay que la situación del país no es tan grave, y no existe tanta urgencia?

Convicción de Macri, apretada del "círculo rojo" o la sumatoria de ambas cosas, se está empezando a desplegar en el país algo más que un programa de gobierno: se trata nada mas ni nada menos que una revancha de clase, en toda la línea, contra los intereses de las grandes mayorías nacionales, incluyendo a no pocos de sus propios votantes.

Frente a este panorama y si bien compartimos la preocupación por el destino de la ley de medios, urge organizarse y ganar la calle por cuestiones tanto o más candentes, porque el ajuste que ya está en marcha -al igual que las protestas de ayer- tampoco será televisado.

6 comentarios:

Michael Madison dijo...

No es por alardear de algo, pero se sabía que esto ocurriría desde antes que Macri ganara las elecciones. Ahora sólo cabe resistir, como tantas otras veces lo hemos hecho: en la calle, unidos y organizados. Estamos ante una revancha feroz de los dueños del país.

Farolera dijo...

No perdamos de vista que cuando se beneficia la elite, es porque se está sirviendo principalmente a los intereses extranjeros.

Diego dijo...

No solamente no será televisado, sino que te van a mentir en los diarios a plena máquina.

A ver... ¿alguien puede encontrar el link original en donde Vanoli haya dicho “si no entran US$ 10.000 millones antes de fin de año, explota todo”? Nombrado en todo el grupo Clarín y sus satélites y cadena nacional como el salvoconducto para el préstamo de las cerealeras.

Nigo dijo...

Gracias nestornautas. Los leo a diario. La batalla comunicativa x la construcción de sentido es la que hay q ganar tambien y ustedes dan dia a dia esa lucha.

Alejandro Gómez dijo...

Reafirmo a Nigo, gracias Nestornautas!

¡JUÁ JUÁ JUÁ JUÁ! dijo...

¡Gracias, y fuerza!