A raíz de los despidos en los medios de Sergio Spolzky y
los conflictos laborales en otros medios privados “filo-kirchneristas” como
radio América se puso en tela de juicio -una vez más- la política
comunicacional del kirchnerismo; en especial en cuanto asignaba abundante pauta
oficial para sostener medios “amigos”, manejados por empresarios inescrupulosos
que a la primera de cambiao se borraban, dejando a la gente en la calle sin
empleo, o sin cobrar regularmente sus salarios.
La crítica es acertada, tanto
como las que se hicieron a los defectos de implementación de la ley de medios
en todos los aspectos que excedieran el intento de desguazar al Grupo Clarín;
en especial en todo lo referente al desarrollo de los medios comunitarios o
alternativos.
Sin embargo, la embestida del
gobierno de Macri contra la ley llevándosela puesta por un DNU que disolvió la
AFSCA y la reemplazó por el ENACOM (una especie de COMFER recargado) apuntó a
los aspectos positivos de esa política, y no a sus defectos.
Como lo comprueba por ejemplo
esta noticia que leemos en la página de la Federación Argentina de RadiosComunitarias (FARCO) sobre la virtual disolución del área de Proyectos
Especiales de la ex AFSCA, a través de la cual se gestionaba el FOMECA (Fondo
de Fomento Concursable Para Medios de Comunicación Audiovisual).
El FOMECA fue creado a partir del
artículo 97 inciso f) de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación
Audiovisual, para “proyectos especiales de comunicación audiovisual y apoyo a
servicios de comunicación audiovisual, comunitarios, de frontera, y de los
Pueblos Originarios, con especial atención a la colaboración en los proyectos
de digitalización..”.
El Fondo se conformaba con el 10
% de los fondos recaudados por el gravamen creado por el artículo 94 de la misma
ley, a partir del “monto de la facturación bruta correspondiente a la
comercialización de publicidad tradicional y no tradicional, programas,
señales, contenidos, abonos y todo otro concepto derivado de la explotación de
estos servicios.” de los titulares de licencias de servicios de
comunicación audiovisual del sector comercial con fines de lucro.
El FOMECA fue incluido en la ley a propuesta justamente de la FARCO, que formas parte de la Coalición por una Radiodifusión Democrática; y acá en Santa Fe permitió sostener y ampliar la programación y mejorar el equipamiento de muchas FM barriales que además también obtuvieron su licencia en regla; como fue el caso de la FM Chalet.
El FOMECA fue incluido en la ley a propuesta justamente de la FARCO, que formas parte de la Coalición por una Radiodifusión Democrática; y acá en Santa Fe permitió sostener y ampliar la programación y mejorar el equipamiento de muchas FM barriales que además también obtuvieron su licencia en regla; como fue el caso de la FM Chalet.
Es decir una clara política
pública de desarrollo y fomento de los medios que hacen verdaderamente
comunicación alternativa, tanto por su línea editorial y agenda, como por las
condiciones en las que se desenvuelve su actividad; a los que la LSCA le reserva
el 33 % del espectro radioeléctrico; y una política financiada con recursos transferidos desde
el 33 % comercial de ese mismo espectro, con su mayor ingreso que es la venta
de publicidad.
Con los recursos del FOMECA se financiaron proyectos
(seleccionados por concurso) tanto en lo que tiene que ver con el equipamiento
de las emisoras, como en la retribución de los que trabajaban llevando adelante
la programación seleccionada.
Según cuentan los amigos de
FARCO, no solo se han paralizado por completo los concursos para seleccionar
nuevos proyectos, sino que se encuentran pendientes de pago los subsidios
acordados a los que ya habían sido aprobados por la AFSCA, lo que obviamente
condiciona totalmente la viabilidad misma de esos medios; que sin el apoyo
del Estado no pueden subsistir, y corren el riesgo cierto de perder sus
licencias; porque todo lo hacen a pulmón.
La suspensión de los subsidios va
acompañada con despidos del personal que trabajaba en el área seleccionando los
proyectos y supervisando su desarrollo, con lo que no es irrazonable pensar que
el objetivo final es desmantelarla por completo.
Una cuestión que no es muy
conocida quizás por el grueso del público que consume los grandes medios, pero
que es el complemento necesario del “apagón mediático” que está desplegando el
macrismo desde que llegó al gobierno, para silenciar cualquier voz disidente.
Que tendrá otro capítulo relevante hoy en el Congreso cuando (según todo lo indica) Diputados convalide el DNU de Macri que se llevó puestos los artículos de la ley de medios que le molestaban a Clarín.
Que tendrá otro capítulo relevante hoy en el Congreso cuando (según todo lo indica) Diputados convalide el DNU de Macri que se llevó puestos los artículos de la ley de medios que le molestaban a Clarín.
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