Hoy está en todos los
principales diarios del país la noticia de que se termina el “Fútbol Para
Todos” tal cual lo conocimos: gratis para todos, a través del vínculo entre la
AFA y el Estado; que paga los derechos de televisación con esa condición básica.
Acá en La Nación y acá en Clarín
se habla del trasfondo de la decisión de la AFA, empujada e inducida por el
gobierno, y vemos como lo único en discusión es como se presenta la decisión
para que Macri no pague el costo político de tener que volver a pagar para ver
fútbol por televisión, porque en la campaña prometió lo contrario: otro ejemplo
de “no te vamos a sacar nada de lo que ya tenés” y la “campaña del miedo”.
Lo central es que la televisación
del fútbol vuelve a ser absolutamente privada y paga, lo demás son detalles;
como las peleas entre el Grupo Clarín, Turner y otros por el negocio, y como
eso vino influyendo en la relación entre el multimedios y el gobierno en los
últimos días.
Antes pasamos por la estación intermedia, en la que el gobierno les cedió a Clarín y América la televisación de los partidos de mayor ráting por monedas, subsidiando con el dinero del Estado (ése que tanto le preocupa) un negocio privado, porque con la publicidad recuperan con creces lo poco que pusieron.
En el año 2009 el acuerdo de la
AFA con el gobierno que dio origen al “Fútbol Para Todos” surgió de la ventana
de oportunidad que creaba la angurria empresarial del Grupo para darles migajas
a los clubes por los derechos de televisación, que Néstor y Cristina
aprovecharon para asestarle un impacto directo a la línea de flotación de sus
negocios.
Hoy en cambio -y por paradójico que parezca- hay plena
coincidencia de intereses entre el gobierno y la AFA, desde otro lugar: los
clubes demandan más plata por el contrato y los derechos, y el gobierno no
quiere poner un peso más. Si eso implica que los partidos dejen de verse gratis, le chupa un huevo.
Lo único que está negociando es como instrumentar la
decisión para no pagar costos políticos, y -dependiendo de los compromisos que
Macri haya asumido con Obama- como entra Turner al negocio, si se queda con
todo o con una parte. Es decir, el dilema de las presiones de la embajada a
favor de una empresa yanqui, o de Magneto y sus cuatro tapas.
Esa es la razón por la cual el gobierno (que no quiere poner más plata en el fútbol) insiste en licitar los derechos él, y no que lo haga la AFA; rescindiendo el vínculo entre las partes: no tiene la certeza de que los dirigentes del fútbol tengan los mismos compromisos que asumió Macri.
Esa es la razón por la cual el gobierno (que no quiere poner más plata en el fútbol) insiste en licitar los derechos él, y no que lo haga la AFA; rescindiendo el vínculo entre las partes: no tiene la certeza de que los dirigentes del fútbol tengan los mismos compromisos que asumió Macri.
En el camino para llegar a esto,
abundaron los idiotas útiles como Ocaña y Despouy que apuntaron al “Fútbol Para
Todos” mezclando todo (ver al respecto lo dicho acá y acá sobre sus denuncias), para
fungir objetivamente de infantería política y judicial de los negocios que
quería recuperar Clarín.
Lo único que queda por dilucidar
-cuando sepamos quien o quiénes se quedan con el negocio- es útiles para quien
o quiénes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario