Qué distintas son las cosas desde el gobierno, a cuando estabas en la oposición, ¿no?
Siendo oposición no tenías la compleja tarea de gobernar y resolver los problemas, y podías dedicarte de tiempo completo a recorrer el país a lo largo y a lo ancho, proponiendo soluciones mágicas para todo, prometiendo que todo lo que estaba bien lo ibas a mantener; y que solo te ibas a enfocar en corregir lo que estaba mal. Sin mayores precisiones sobre ninguna de las dos cosas, por supuesto.
Tan fácil era, que te acostumbraste, y te pasaste casi medio gobierno "en campaña", hablando del pasado y prometiendo el futuro, sin detenerte en el presente, y tratando de que nadie se detenga en él. Porque en el presente lo único que tenés para mostrar, son fracasos.
Y así como las cosas son distintas según el lado del mostrador del que te encuentres, distintas son las condiciones para afrontar una campaña: por primera vez (porque estás gobernando, y no podés demostrar nada de lo que supuestamente eracapaz de hacer "el mejor equipo de los últimos 50 años", salvo daño) te encontrás haciendo campaña reculando en chancletas, cada día un poquito más.
Haciendo campaña a la defensiva, sin poder imponer la agenda (aunque tenés todos los medios a favor, e intentos para lograrlo no te faltaron) y agitando los fantasmas del pasado: "campaña del miedo", le decían ustedes, cuando lo hacíamos nosotros.
Y tanto los agitaste que los agigantaste, y tanto se agigantaron que al que más lo asustan, es a vos. Porque si algo venís trasuntando -cada día un poco más- en los últimos tiempos, es cagazo. Un cagazo tremendo al urnazo; tanto pero tanto, que estás hablando de votar menos, menos veces.
Con la excusa del costo de las elecciones (el argumento al que apuestan siempre todos los que desprecian la democracia), que seguramente cuestan menos que -por ejemplo- éste aumento de los reintegros a las exportaciones de carne bovina fresca, refrigerada y congelada, carne aviar fresca, refrigerada y congelada, sidra, harina de trigo, semilla de girasol, porotos y arroz que dispusiste de rompe y raje por el Decreto 592, publicado el lunes pasado en el Boletín Oficial.
Ni hablemos de "la pérdida de tiempo" que significan las campañas electorales: en las últimas semanas lo único que están haciendo -en lugar de gobernar- es recorrer el país haciendo campaña, para ver si podés remontar la cosa.
Ni hablemos de "la pérdida de tiempo" que significan las campañas electorales: en las últimas semanas lo único que están haciendo -en lugar de gobernar- es recorrer el país haciendo campaña, para ver si podés remontar la cosa.
La pensaron vencida a Cristina, presa, acorralada o repudiada, y por eso la eligieron como contrincante, y les salió mal. Y ahora entraron en pánico, y ensayan una alquimia detrás de la otra, sin resultado: están preocupados no ya por ganar, sino por no salir terceros.
Porque el verso ese de que "Cambiemos será la fuerza más votada en todo el país" para leer los resultados, no se lo creen ni ustedes: los primeros que están mirando la elección bonaerense (y no muy tranquilos que digamos), son ustedes.
Porque el verso ese de que "Cambiemos será la fuerza más votada en todo el país" para leer los resultados, no se lo creen ni ustedes: los primeros que están mirando la elección bonaerense (y no muy tranquilos que digamos), son ustedes.
Y es ahí cuando muestran la hilacha, como lo que verdaderamente son: tipos que piensan que el mejor lugar para las urnas, es dejarlas bien guardadas. Porque son peligrosas, y uno nunca sabe que se va a encontrar cuando las abre.
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