¿Vieron que por estos días se pudrió todo en la transición del gobierno de Lifschitz al de Perotti, porque el nuevo gobernador y sus colaboradores dicen que el socialismo rompió su palabra de no tocar nada, y ser austero y prudente con los gastos para no agravar aun más la crítica situación financiera de la provincia?
¿Cómo explicarlo con un ejemplo práctico para que lo entiendan? Por ejemplo con el decreto cuyas imágenes ilustran el post, firmado la semana pasada por Lifschitz y Garibay, el sucesor de Ciancio en eso de ser el "cajero recaudador" del socialismo.
Por el decreto se amplían las partidas del Ministerio de Infraestructura y Transporte en más de 518 millones de pesos con destino a distintas obras públicas, pero $ 273.811.000 (el 52,84 % del total) no se destinan a avances en las obras, sino a las "redeterminaciones de precios" de los contratos: o sea, su indexación, por la cual se paga más plata por el mismo nivel de obras.
Claro que nada sale gratis, y un monto de esa magnitud debe salir de otro lado, por ejemplo de plata que se "ahorró" el gobierno provincial de las políticas salariales, o de obras que se dejarán de hacer en Seguridad, Educación y el mismo Transporte, como vemos en una de las planillas anexas al decreto:
Ahora bien, ¿cómo se reparten esos algo más de 518 millones de refuerzo para la obra pública entre las diferentes obras?
Las obras que están recuadradas en verde (el cuadro de abajo es de otro de los anexos del decreto) suman unos 68.850.000 (el 13,29 % del total), y son acá en la ciudad de Santa Fe, más que nada obras de desagüe.
Pero otros $ 183.391.181 (el 35,39 % del total) corresponden a obras en la ciudad de Rosario (recuadradas en rojo), todas de pavimentación urbana, que debieron haber sido ejecutadas y pagadas por la Municipalidad.
¿Ustedes se imaginan lo que pasaría si esos algo más de 518 millones de pesos, en lugar de destinarse a "redeterminaciones de precios" de obras que en muchos casos no tiene por qué pagar la provincia, se destinaran a reforzar las partidas del Ministerio de Desarrollo Social para la emergencia alimentaria, a la cual Lifschitz adhirió por decreto?
Seguramente disminuiría la tensión social en los barrios más vulnerables de las ciudades y pueblos de la provincia, y no sería un polvorín con el que deberá lidiar el futuro gobierno.
Bueno, así viene funcionando en Santa Fe la transición.
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