Varias veces hemos dicho acá que
la Auditoría General de la Nación (AGN) fue creada en la reforma constitucional
del 94’ básicamente como una bolsa de trabajo para dirigentes de la UCR, al
igual que el Consejo de la Magistratura y el tercer senador por la minoría.
Y ésta nota de La Política Online lo termina confirmando: el anuncio del posible aterrizaje de Pichetto
en la AGN en representación del macrismo (?), para no quedarse sin conchabo
estatal tras 35 años, disparó la interna radical (otro clásico de la política
argentina), en este caso por los sillones en el organismo, parte de la herencia
real de Raúl Alfonsín.
Acaso esa parte de la herencia
que más valoran los radicales, incluso más que su legado político, o su
trayectoria: les aseguró el mendrugo, y con esas cosas no se jode.
Tanto que para eso existen, desde
hace años: para juntar bancas en el Congreso, que les permitan, entre otras
cosas, aterrizar en esos nichos creados ad hoc.
Eso, y no mucho más, es hoy por
hoy la UCR.
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