LA FRASE

"LA SITUACIÓN DE LOS PRODUCTORES ES DESESPERANTE PERO NO ESTÁ PARA ANDAR CORTANDO RUTAS PORQUE CON LO DESTROZADAS QUE ESTÁN NOS QUEDAMOS SIN LAS 4 X 4." (NICOLÁS PINO)

sábado, 19 de julio de 2025

RECURSOS PÚBLICOS, NEGOCIOS PRIVADOS

 


El jueves pasado se publicó en el Boletín Oficial el Decreto 475 (completo acá), por el cual Milei aprueba la nueva estructura organizativa de la Procuración del Tesoro de la Nación (el organismo encargado de la defensa del Estado en juicio, creado por Perón en 1947 por la Ley 12954); y en ese marco disolvió la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado que funcionaba desde 1994, y despidió a 60 profesionales del Cuerpo.

Hasta aquí sería otro episodio más del plan de la motosierra, si no fuera porque la prensa del régimen dejó trascender que los despidos fueron porque los despedidos habían filtrado información sensible sobre la causa por la expropiación de YPF que tramita en la justicia norteamericana al fondo Burford Capital , que es el que litiga allí contra la Argentina para quedarse con la petrolera estatal.

La versión fue desmentida rápidamente por el mismísimo Jefe de Gabinete Francos desvinculando una cosa (la reestructuración del organismo y los despidos) de la otra (la filtración de información), por una razón muy sencilla: no hay que mentar la soga en la casa del ahorcado, menos cuando el mismísimo Procurador del Tesoro designado por Milei en reemplazo de Barra (Santiago Castro Videla, el nieto del dictador genocida) trabajó y estuvo asociado hasta asumir el cargo en el estudio jurídico Bianchi, que asesora al fondo Budford en el litigio, y que atestiguó a su favor en el juicio.

El fenómeno de la obvia colisión o conflicto de intereses entre un funcionario público, los intereses públicos puestos a su cuidado y los intereses privados a los que sirve -y volverá a servir cuando deje la función, e incluso durante ella- no es novedoso, mucho menos en los gobiernos de derecha: hace una década atrás, cuando se anunciaba el gabinete de Macri, decíamos nosotros en ésta entrada: "Y esos CEOS devenidos funcionarios expresan además en el seno del Estado la defensa de los intereses de sus respectivas empresas, grupos económicos o sectores concretos, como el agropecuario o el financiero. Es allí donde la idea del "país visto como una empresa" empieza a hacer agua porque no necesariamente sus intereses (los de las corporaciones del poder económico) son los del conjunto, o al menos los de las grandes mayorías nacionales (la experiencia histórica indica mas bien lo contrario); aunque el pensamiento neoliberal tiende a naturalizar la idea inversa: los intereses de las grandes corporaciones y grupos económicos son los de todos, como cuando nos vendían que "el campo es el país".".

"El cuento no es nuevo, y solo cambian los protagonistas: en la "década infame" el abuelo de Federico Pinedo se jactaba de representar los intereses de las grandes compañías extranjeras (primero inglesas, luego yanquis) con importantes inversiones en el país, y gestionarlos desde la función pública cuando le tocó ocuparla, porque no advertía ninguna contradicción entre esos intereses, y los del país.".

"En los años 90' la ola privatizadora neoliberal en el país y en América Latina incluyó el desguace del Estado en beneficio de los grandes grupos económicos, con el argumento de "terminar con la corrupción estructural" del "capitalismo de amigos", que supuestamente -o no- favorecía a grupos empresarios nacidos, criados y prosperados al amparo de sus vínculos de negocios con el poder político; más allá de los gobiernos circunstanciales. Que fue justamente lo que ocurrió por entonces hasta el escándalo, como pasó por ejemplo con el estudio Cassagne; hoy dispensador de cautelares a la carta y entonces redactor de los pliego de las privatizaciones primero, para asesorar a las empresas que se quedaban con los bienes del Estado después, sin solución de continuidad.". 

Saquen privatizaciones (o déjenlas, si les place), pongan "desregulaciones" instrumentadas por Sturzenegger para "desburocratizar" y casas más, casas menos, igualito a mi Santiago. Cuando el gobierno de Macri concluía y había fracasado su intento de reelección, dijimos en ésta otra entrada: "Si por algo será recordado el gobierno de Macri, además de por el inmenso daño social y económico que le hicieron al país sus políticos, es por la proliferación de los "conflictos de intereses"; ese eufemismo oenegista acuñado para disimular la profundas corrupción que subyace en el hecho de que, encancados en un triunfo electoral, miles de empresarios (empezando por el propio presidente) accedieron a puestos claves en la estructura del Estado, y no precisamente para velar por los intereses públicos.".

"De allí entonces que estos muchachos hayan desembarcado en el Estado con ideas fijas y bien concretas: colonizarlo sistemáticamente en beneficio de sus propios intereses; para lo cual se avocaron de inmediato y con precisión quirúrgica no a desregular, sino a establecer regulaciones, en su propio beneficio: peajes, aerolíneas "low cost", bancos, energía no convencionales, permisionarias de servicios privatizados, sobreabundan los ejemplos de lo que estamos graficando.".

Lo extraño entonces no es que el Procurador del Tesoro (el jefe de los abogados del Estado) defienda intereses contrarios a los del país -menos cuando el propio presidente lo hace, y públicamente-, sino que se lo haya designado, en teoría, para que los defienda, y luego hacerse los sorprendidos porque "se filtra información". Eso sí: nunca estos enjuagues que perpetran les impiden mirar la presunta corrupción de los otros, y descubrir "curros" en cuanta política pública reparadora de injusticia destruyen a su paso. 

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