General:
Los compañeros peronistas de Santa Fe estamos desorientados, y como seguramente desde allá arriba la situación se ve más clara, solicitamos su palabra certera, para entender la cosa, y saber como actuar.
Resulta que acá este año hubo elecciones, y los muchachos se reunieron en febrero en un congreso provincial del partido, al que fueron todos los sectores: los que apoyan al gobierno nacional (que es peronista) y los que no lo apoyaban; entre ellos el presidente del partido en la provincia.
Lo repetimos, General, por si no se entendió: el congreso casi no se hace porque los compañeros no se ponían de acuerdo sobre si el Partido Justicialista de Santa Fe apoyaba o no al gobierno nacional de la presidenta, que es peronista; y el presidente del partido estaba entre los que no la apoyan.
Como decía usted, el movimiento es amplio General, hay lugar para todos, pero a veces parece que somos demasiado amplios.
El origen de la disputa viene de lejos General, pero se agudizó cuando el gobierno peronista le quiso cobrar impuestos a los de la Sociedad Rural, Bunge y Born, Dreyfuss y todos esos que usted conoce tan bien de los tiempos del IAPI: hubo peronistas (o que por lo menos se dicen peronistas) que se pusieron del lado de la Rural.
Así como lo escucha General: peronistas del brazo con los garcas de la Rural.
Los que apoyaban a la presidenta (y que en el conflicto con el campo la pasaron mal por eso) dijeron que, si todo el congreso no sacaba un documento apoyando al gobierno nacional, iban a las elecciones con lista propia, por afuera del partido.
El documento no salió (en realidad salió uno, pero de la presidenta no decía nada), pero igual fueron por adentro, para competir en las internas.
El lema del congreso fue: "el que gana conduce, el que pierde acompaña", como le decía Balbín a usted, vio.
Vinieron las internas, y hubo un compañero (que fue dos veces gobernador, o sea, no uno cualquiera) que no quiso participar, porque dijo que a él lo proscribieron de la Casa Rosada, léase la presidenta.
Justo entre peronistas, General, hablar de proscripción: pero bueno, el hombre no fue a las internas.
Las internas las ganó el candidato que apoyaba al gobierno nacional y a la presidenta, y en los demás cargos (diputados, senadores, intendentes) la cosa vino mezclada: entraron candidatos de todos los sectores.
Mientras venían las elecciones, el gobernador de la provincia (que es socialista, pero como los de su época, o sea Juan B. Justo y Alfredo Palacios, bien pero bien gorila) se largó como candidato a presidente (porque usted sabrá que también hubo elecciones presidenciales), y como estrategia de campaña eligió atacar constantemente a la presidenta peronista y a su gobierno, como buen gorila que es.
Lógico viniendo de quien venía, pero lo raro fue que ninguno de los sectores del partido acá salió a cruzarlo: ni los que no quisieron firmar un documento apoyando a la presidenta, ni los que decían que -si no salía el documento- iban por afuera.
Llegaron las elecciones provinciales y se perdieron General, y se perdieron fiero: salimos terceros, aunque ganamos la mayorías en las dos Cámaras de la Legislatura.
Parece que los que decían que si perdían acompañaban, hicieron como Balbín y todos los radicales, que suelen ser bastante fallutos, y pusieron los huevos en otra canasta: el que no se presentó a la interna porque dijo que de la Rosada lo proscribían, se paseó del brazo con otro candidato a gobernador (un cómico General, a eso llegamos acá), y con otro candidato a presidente, que usted viera las cosas que decía de la presidenta.
Cuando llegaron las elecciones presidenciales, la presidenta (que fue por la reelección) armó ella la lista de diputados, y puso a los candidatos de los distintos sectores, empezando por algunos que se habían hecho los otarios para apoyar a su gobierno, o que lo hacían pero sin que se note mucho.
Y hubo compañeros que se enojaron (como usted sabe mejor que nadie, siempre hay gente que se enoja cuando se arman las listas), y llamaron a cortar boleta: eran más kirchneristas (que así se llaman los que apoyan al gobierno nacional) que la propia presidenta, que es la mujer de Kirchner.
Probablemente por eso se perdió el partido en Santa Fe de ganar un diputado más, y la presidenta de contar con otro voto a favor en el Congreso.
Pero lo bueno de las elecciones fue que la presidenta ganó, y cómo ganó General: con el 54,11 % de los votos, y usted vio como son los muchachos: de golpe todos eran kirchneristas, y sacaban turno para ir a la Rosada a sacarse una foto con ella.
Todos no, porque hubo seis (entre ellos cuatro vinculados a un dirigente gremial que toda la vida fue desarrollista, y ahora no sólo es peronista, sino que parece que tiene el peronómetro) que no fueron.
La lista de Diputados provinciales la encabezaba una mujer, y sacó más votos que nadie, hasta más votos que el candidato a gobernador del socialismo, que ganó.
Durante los cuatro años del gobierno del socialismo en la provincia (con el gobernador que después fue candidato a presidente) los compañeros -como oposición, después de haber sido gobierno 24 años- hicieron poco y nada General: salvo algún reproche aislado, el gorilaje se manejó a sus anchas para hacer lo que se le antojara.
Que fue poco y malo como siempre, pero ese es otro cantar, o en todo caso General: con todas las macanas que vienen haciendo los peronistas santafesinos, la verdad es que la gente no se fija mucho en lo malos que son ellos, al revés de lo que usted decía siempre: "no es que nosotros seamos buenos, sino que los vinieron después de nosotros fueron pésimos".
Pero cuando un gobierno socialista se iba y llegaba el otro, de golpe las leyes que no salían por años, salieron de un santiamén, a pedir de boca del gobierno que entra, y algunos compañeros de los nuestros fueron propuestos para ocupar cargos...por el gobierno socialista. El Presupuesto General -nada menos- lo votaron entre una noche y una mañana.
No sé como lo verá usted desde allá General, pero desde acá se entiende poco, y huele más bien a entrega del rosquete, si nos perdona la expresión.
Y todavía falta contar el asunto de la presidencia de la Cámara de Diputados: primero todos los diputados electos estuvieron de acuerdo en elegir presidenta a la candidata que iba primero en la lista, que ganó la interna y la general.
Pero después empezaron los problemas: algunos compañeros la cuestionaron porque no era peronista, no estaba afiliada, no apoyaba abiertamente al gobierno de la presidenta y encima cuando fue vicegobernadora (porque fue vicegobernadora General), hizo descolgar un cuadro de Evita de su despacho.
De Evita, General, pero el problema y lo que no entendemos, es como esos compañeros lo descubrieron ahora, cuando esta mujer descolgó el cuadro en el 2004: a lo mejor no les avisaron antes.
Y además de cuestionarla, pusieron los requisitos que tenía que tener el futuro presidente de la Cámara: peronista de la primera hora, y adhiriendo a muerte al gobierno nacional de la presidenta, lo que se dice, un kirchnerista paladar negro.
Pero el problema General, es que en la reunión donde decidieron eso, había unos cuantos que de peronistas poco, y de kirchneristas nada, y ojo: estaban los kirchneristas de paladar negro que protestaron contra la lista de diputados nacionales, junto con los que estaban en esa lista y eran kirchneristas de hacía una hora, y con los que no quisieron ir a la Casa Rosada, a sacarse la foto con la presidenta.
Si usted entiende General, explíquelo, porque acá no cazamos una, vea, porque además la que logró la foto con la presidenta en medio del lío, fue justo la que sacó el cuadro de Evita.
Con el asunto de la presidencia de la Cámara la sangre estuvo a punto de llegar al río General: ni la primera en la lista se bajaba (aunque no habló con ningún compañero para convencerlo de que la votara), ni los otros la aceptaban; y el gorilaje ya especulaba con que la división de los peronistas les entregaría la presidencia en bandeja, vea.
Y no pasó de pedo General -otra vez, disculpe el lenguaje- apenas por un voto un compañero (de los de paladar negro) fue elegido presidente, pero los diputados quedaron partidos como en cinco bloques, con lo que el congreso de febrero ya parece más antiguo que el de Tucumán, vea.
Y la verdad que da bronca decirlo General, pero los socialistas se nos cagan de risa, y le siguen pegando al gobierno peronista de la nación, y nostros acá, en la palmera, General.
Y por si todo esto fuera poco, reapareció el que fue dos veces gobernador, el que dijo que la presidenta desde la Rosada le puso bolilla negra en la interna, el que se sacó la foto con el cómico que salió segundo en la provincia, y con el otro candidato que salió cola de perro en las presidenciales.
Reapareció para decir que ahora de nuevo apoyaba al gobierno nacional, por cosas que el kirchnerismo hizo desde el 2003, como el asunto de los derechos humanos, o las políticas de apoyo a la producción.
A esta altura ya estamos mareados General, y disculpe lo largo de la carta, seguro que usted desde arriba ya sabe todas estas cosas.
A lo mejor las repetimos para asegurarnos nosotros que no nos olvidamos de nada, y que estas cosas pasaron y no las soñamos.
Sabemos que usted allá estará tranquilo General, descansando después de tantos años de lucha, y le pedimos disculpas por molestarlo, pero ayúdenos a entender como sigue la cosa.
Y háganos saber que hacer, o su opinión por cualquier vía: télex, grabaciones, cartas o palomas mensajeras.
A lo mejor suena raro pedir ayuda a uno que está del otro lado, pero pasa que los que estamos de éste, no sabemos para donde agarrar, vea General.
3 comentarios:
Corriente: Excelente! (VASO)
El acuerdo pàra la presidencia K (¿?) en diputados se arma con el secretario parlamentario de Martínez y el administrativo de Maguid. De no creer. Y Rossi deja hacer o ya no puede; y todos los que se iban a las barbas después del resultado de agosto no tienen nada que decir ahora?????????? Persistente inconsistencia, acomodaticia y especuladora.
Perón desde el firmamento se acordará de cuando descalifícó a los trepas con tácticas alterbnativas al perón Vuelve, como el viejo de Rubeo y sus socios Matera y Robledo. De la prehistoria a la noticia de hoy, un hilo conductor.
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