MÁS PROBLEMAS PARA REPSOL

Siguen los problemas para Repsol: ahora la justicia hizo lugar a una acción de amparo promovida por los ex trabajadores de YPF que cuestionan la venta de acciones que la empresa hizo el año pasado en la Bolsa de Nueva York (un 11,5 %, las dos terceras partes del capital con cotización en los mercados abiertos de YPF S.A.).

El fallo -al que pueden acceder acá- dispone hacer lugar a la acción, ordenando una medida cautelar que suspende el ejercicio de los derechos políticos y económicos que las acciones cuestionadas otorgan a sus tenedores: mientras se sustancia la cuestión de fondo, no podrán pedir distribución de dividendos de YPF, ni participar de las asambleas de accionistas, ni opinar sobre la marcha de la empresa ni pedir información sobre su desenvolvimiento.

El gremio que nuclea a los accionantes va más allá, al plantear que YPF (en rigor el grupo Repsol) deberán devolverle a esos accionistas que representan el 11,5 % del capital, el dinero que invirtieron comprando las acciones; y esto a su vez devolverlas.

El reclamo se basa en que, tanto por la Ley de Reforma del Estado 23.696 como por la llamada Ley Federal de Hidrocarburos 24.145 (que dieron lugar a la privatización de YPF en tiempos del menemismo) a los trabajadores de la petrolera estatal les correspondía el 10 % del paquete accionario, dentro del llamado Programa de Propiedad Participada (PPP).

Es decir que Repsol (al tomar control de la compañía en 1999) puso a la venta en los mercados abiertos una parte del capital de la empresa (representado por acciones) que pertenecía a sus trabajadores.

Al resolver la cautelar en el marco del amparo, la jueza hace notar que la empresa ya había desobedecido una orden de no innovar emitida hace un año atrás por un juez federal de Córdoba.

Otra noticia que impacta de lleno en contra de la estrategia de Repsol para defender sus intereses en el marco de la discusión por la expropiación impulsada por el gobierno nacional; y que seguramente incidirá en el precio de las acciones que cotizan en bolsa que seguirán cayendo en picada (dado que sus actuales tenedores no pueden ejercer ningún derecho político o económico derivado de las mismas).

Noticia que se suma al pedido de los gobernadores de las provincias no petroleras para incorporarse como accionistas de la nueva YPF -analizado acá-, y a la particular situación del grupo Eskenazi; para terminar contribuyendo a reconfigurar el mapa de distribución del control dentro de la petrolera.

Es probable que, tal como van las cosas, el futuro de YPF esté casi exclusivamente en manos del Estado (nacional, las provincias) y los trabajadores.

Y eso es una buena noticia.