BILLETERA NO MATA GALÁN

La verdad que esta noticia hay que leerla un par de veces para asegurarse que no es una joda del experto en relaciones laborales Carlos Delicia, y es en serio; y aun así no terminamos de estar seguros.

"Alvarito" (que viene de "Alvaro", no de "Avalo") González, ex secretario privado y ex secretario de Función Pública (separado: "de - Función - Pública", no era el responsable de boletear gente digamos) de Reviglio; exiliado desde hace años en la CABA, retorna a la política santafesina de la mano del PRO de Mauricio Macri, para apoyar la candidatura de Torres Del Sel a la gobernación en el 2015.

Junto a Vucasovich, Ritondo y otros esperpentos, sobrevivientes del reutemanismo residual y representantes de la "nueva" política. 

Tratándose del portal de Delicia es de temer que puedan existir errores de ortografía en la nota, como por ejemplo no poder saber si a los peronistas los "echan" del PJ (o sea los rajan), o los "hechan" (que no sabemos bien que sentido tiene en ese contexto, pero sería del verbo "hacer"); y es muy probable que se hayan confundido y lo que Alvarito dijo es que ellos son los peronistas que -entre todos- van a "saquear" (y no "sacar" como dice la nota) la Argentina.

Sería más acorde con sus antecedentes.

Dice Alvarito que para ser peronista no es necesario ser afiliado, es verdad: si lo sabrá él, que se afilió primero a Acción por la República de Domingo Cavallo, y ahora al PRO de Macri, dos fuerzas de prosapia y linaje peronista como sabemos.

Hombre de coraje (lo que ahora les reclama a los dirigentes peronistas santafesinos), se fue de Santa Fe a Buenos Aires para emprender una aventura riesgosa: hacer que los porteños voten a un tipo como Macri, dispuestos como están siempre a ungir al primer Che Guevara que les pasa por enfrente.

Pero ellos son los peronistas que creen en las ideas y los proyectos: de la derecha liberal y procesista, para ser más exactos. 

Eso de no ponerse de rodillas ante el gobierno central ya lo escuchamos en otro lado, ¡ah, sí!: a Binner, o sea que en cualquier momento los llaman del FAP a Alvarito y su gente para que se sumen: al fin y al cabo, todos sueñan con tener una pata peronista.  

De cualquier modo, si fuéramos Alvarito González mejor no hablaríamos de gente que se te pone de rodillas, porque nos podríamos meter en problemas.

Pero lo más interesante es eso de que ellos son el peronismo que se resiste a la billetera.

Se ve que nunca andan con plata encima, y se manejan directamente con la Banelco, o transferencias on line a algún paraíso fiscal del exterior; vieron como evoluciona todo.