MAJUL, O LA IMPACTANTE CONVERSIÓN DE UN HOMBRE EN RATA

(*)

Como impactará la conversión de la presidenta

Por Luis Majul, periodista.

La sorpresiva conversión del ultracristinismo al cristianismo (¿cómo, no era bautizada ya?, si hasta fue a un colegio de monjas, ahora, si Cristina no es ultracristinista, el ultracristinismo está en graves problemas) que dio la Presidenta alrededor de la figura del Papa ¿le servirá para aumentar su imagen positiva y evitar una fuga de votos segura, después de la entronización de Francisco? (¿hacia donde fugarán los votos, hacia el Papa, que sacó 90?) ¿Podrá el gobierno sacar provecho de semejante voltereta, a pocos meses de las primarias de agosto y de cara a las elecciones legislativas de octubre próximo? ¿Será capaz de poner a Francisco del lado del Frente para la Victoria igual que la muerte de Néstor Kirchner hizo invencible a la presidenta y le ayudó a conseguir un triunfo histórico, con el 54 por ciento de los votos? (ah, era sólo por eso, claro, la AUH, las paritarias, los puestos de trabajo, las jubilaciones no tuvieron nada que ver, obvio, si no se moría Kirchner ganaba Ricardito Alfonsín) Todavía ninguno de los encuestadores se atreve a pronosticarlo. (porque la vienen pifiando feo, y encima vos difundís las encuestas y los quemás con un pollo al spiedo) Se lo pregunté ayer a Mariel Fornoni, de Manangment and Fit. Ella me respondió: Es una posibilidad. (se re jugó la mina, y si la seguís mandando al frente así, te va a seguir contestando igual)

Hay un 40 por ciento de la gente que no es antikirchnerista acérrima, que no tiene posición política tomada (puede no ser antikirchnerista acérrima, porque es kirchnerista, acérrima o no, o antikirchnerista moderada: son todas posiciones políticas tomadas Majul, ser pelotudo en cambio, es otra cosa) sino que va oscilando de acuerdo a la percepción que le genera (generan, en plural, después hablás de "determinadas cosas") determinadas cosas. Lo del Papa fue un aire fresco al malhumor social y se podría reflejar en una suba de imagen. (¿cómo, Bergoglio terminó con la inflación y la inseguridad?, pero haber sabido, como no lo hicimos elegir antes) Hoy no te puedo decir si son 10 puntos. Ya lo mediremos. (ah, la precisión de las estadísticas privadas) No obstante eso, la imagen negativa (de Cristina Fernández) sigue superando la positiva. (¿todo esto lo pensás vos o te lo dijo la encuestadora, por qué no pusiste comillas, coimeabas a la profesora de Castellano en el secundario para aprobar?)

Esa enorme masa de personas volátiles y oscilantes es la que los expertos de marketing de la Presidenta intentan seducir, (también lo hacen los expertos en márketing de los bancos, las concesionarias de automotores, los 0800 de sólos y solas y los de los diarios: por eso protestan porque Moreno no les deja poner avisos) ante la pasividad y la falta de reflejos de los líderes de la oposición. (y sí, si son pasivos, es que les faltan reflejos, a menos que te estés metiendo en temas sexuales espinosos) A ellos les importa poco que Jorge Bergoglio haya sido comparado con el diablo por Néstor Kirchner. (¿a quiénes, a la masa de personas volátiles o a los dirigentes opositores sin reflejos?) Tampoco repararon en las gravísimas acusaciones de cómplice de la dictadura que le endilgó al Papa Horacio Verbitsky (¿Verbitsky es Papa?, si venís hablando de Bergoglio ¿por qué ponés acá "al Papa"?) y que fueron suscritas, entre otros, por Luis D’ Elía, Estela Carlotto, Hebe de Bonafini (y por Pérez Esquivel en el 2005, después se arrepintió) y convalidadas con el silencio por Ella misma durante las primeras horas de desconcierto después de la noticia bomba.(¿y a los cuántos minutos después que eligieran al Papa tenía que salir a decir que no cree en algo que publicó Verbitsky hace años, para que su silencio no lo convalidara, antes incluso que la desmentida del propio Vaticano?) No tienen pruritos ni escrúpulos. (¿quiénes, Verbitsky, D'Elía, Bergoglio, Pérez Esquivel?) Forman parte de la línea cínica y politiquera cuyo mayor exponente público fue el filósofo K José Pablo Feinmann, quien sugirió a la militancia, sin ponerse colorado, que se trata de una brillante jugada de Cristina para apropiarse de la figura de Francisco. (cosa de la que cualquier pelotudo se da cuenta; en realidad cualquiera no: vos no te avivaste todavía) Feinmann se enteró de que había sido designado Bergoglio mientras estaba siendo entrevistado en un programa de la tarde, en Radio La Red (AM 910). (chivo de la radio donde trabajás, para que la encuentren en el dial, por si no saben donde está) Allí lo definió como uno de los más perversos exponentes de la derecha reaccionaria y sugirió que si entronización sería un atraso para el mundo. (lo mismo que Pérez Esquivel en el 2005, pero ahora sabemos por Clarín que en realidad es la reencarnación de Helder Cámara) La coherencia y la palabra no es algo que cotiza muy alto, por estos días, en el convulsionado mundo de la alcahuetería presidencial. (se adaptan a los vaivenes del mercado: ven que del lado de ustedes no cotizan nada hace años, y todo tiende a la baja entonces)

Sin embargo el operativo Conversa marcha viento en popa y se acelera. En eso, supera con amplitud a cualquier dirigente dispuesto a utilizar el mismo atajo. (¿cuál, el de acusarlo de ser cómplice de la dictadura?) El jefe de gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, bien pudo haber utilizado el aparato de difusión del gobierno de la Ciudad para amplificar el gesto del Papa. (es verdad, apenas se apuró a decretar asueto en las escuelas públicas cuando asumió, y a proponer que le pongan su nombre a una avenida, en vida, por lo demás, estuvo sobrio Mauri) Francisco lo mandó a llamar, cuando chequeó el dato de que el gobierno nacional no lo había sumado a la comitiva oficial.  (lento el chequeo del Papa, si así va a investigar los escándalos del Vaticano, está frito) Hizo que se lo pusieran enfrente incluso antes de recibir a todos los jefes de Estado, incluida Cristina Fernández de Kirchner. (con la que estuvo ¿cuánto, apenas dos horas y media?) Podría haber empapelado la Ciudad de Buenos Aires y muchos de los distritos donde está haciendo campaña para que esa imagen se repitiera en casi toda la Argentina. (¿quién, el Papa, del que venías hablando en el párrafo anterior, o Macri?, ay Majul, sos el desprestigio del sistema educativo caminando) Podría haber aceptado la invitación de un programa de televisión que le propuso asistir con su esposa, Juliana Awada y su hija Antonia, cuya ausencia le había reprochado el Papa, con una sonrisa, después de que lo abrazó y le agradeció su presencia. (pero no lo hizo porque tenía miedo que en el medio de la grabación Antonia le dijera papá a Nelson Castro o a Morales Solá) Pero así como Macri, Francisco de Narváez, Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde se quedaron paralizados frente a la avalancha de votos (en realidad la palabra exacta no sería "paralizados", tiene que ver con dificultades para sentarse) que se desviaron a favor de Cristina después de su inesperada viudez, (¿por qué agregar "inesperada"?) ahora la oposición tampoco parece encontrarle la vuelta a este nuevo y sorpresivo dato. Sólo la disparada del dólar paralelo, el creciente aumento de los precios a pesar del congelamiento y los errores propios del descoordinado equipo económico de la jefa de Estado parecieron devolverle el alma a los pies, aunque ninguno sabe cómo continuar la competencia por prevalecer. (o sea lo mismo de siempre: no meten un gol, ni con el arco vacío y el arquero desmayado) Sergio Berenstein,  (es Berensztein Majul, googleálo y vas a ver) de Poliarquía, se lo mandó a decir con todas las letras (claro, porque si se los abrevia no lo entienden) en una charla a la que fue invitado por la Asociación de Diarios Argentinos (ADEPA), hace pocas horas. Berestein (con una z en el medio, a menos que sea otro) explicó que en las próximas elecciones legislativas se juega no solo la posibilidad de la nueva reelección de la Presidenta sino la configuración institucional de la Argentina. Dio a entender   (¿cómo, no lo dijo con todas las letras?) que si la oposición se presenta dispersa y fragmentada, como sucedió en octubre de 2011, las posibilidades de que (Cristina les vuelva a romper el ocote son inmensas) se instale en el país un régimen cada vez más autoritario capaz de llevarse por delante la Constitución y unas cuántas cosas más podrá crecer hasta no tener retorno. (y hasta no tener aliento, si no ponés alguna coma de vez en cuando, ¿cómo se pueden decir tantas pelotudeces escribiendo tan mal, todo al mismo tiempo y en tan poco espacio?, deberías patentarlo como nuevo género literario: el majulismo) El intento de modificar la integración de la Corte Suprema de Justicia que denunció ayer en La Nación Joaquín Morales Solá marcha en esa misma dirección. (exacto: en la misma dirección de las pavadas que estás diciendo vos acá) La pretensión de llevarse puesto al Grupo Clarín, con cautelar o sin cautelar, (pero si era con cautelar ¿por qué no lo hicieron hace cuatro años?, ay Majul, ya dijiste como veinte veces lo de la Gendarmería en Cablevisión y no pasa nunca, cambiá de bolazo al menos) con Papa o sin Papa argentino, sigue todavía intacta. (guarda que Bergoglio apoyó la ley de medios y es amigo de Mariotto, ¿o ahora hay que preguntarle al Vaticano si la podemos aplicar?) Si los marketineros de la Presidenta logran que una buena parte del 40 por ciento de los argentinos (de los argentinos volátiles, que no tienen posición política tomada sería: así como vos lo escribís, en octubre del 2011 lograron más que eso) interpreten el llanto de Cristina como un nuevo tiempo de diálogo y reconciliación, es posible que al proyecto nacional, popular le sobre cuerda para rato. (ah, es porque Cristina llora por el Papa, sólo por eso: entonces ese 40%  no son volátiles, son boludos nomás) Si ese conjunto de argentinos de pensamiento volátil es capaz de olvidar que después de ofrecer la imagen descarnada de una mujer que necesitaba ayuda, a horas de su último triunfo electoral la Presidenta dijo ‘ahora vamos por todo’ la culpa no será de Dios, sino de los hombres. (uhhh, que apocalíptico, parecés Carrió, aflojáte Luisito) Y los periodistas tendremos que seguir haciendo lo de siempre hacemos. (apretar para pedir pauta) Informar, investigar y recordar, aunque resulte antipático. (ah, eso, más bien resulta cómico)

(*) Las negritas son nuestras, el original acá.