DIÁLOGO Y CONSENSO I

La actitud que asume la oposición ante la invitación de Cristina para participar del acto donde anunciará los proyectos de reformas en la justicia que enviará al Congreso, dice bastante sobre lo que entienden por "diálogo y consenso"; cuando se los reclaman permanentemente al kirchnerismo.

Al respecto leemos en Infobae: "Si se quiere hacer políticas de estado, primero hay que dialogar", sostuvo el jefe de bloque del PRO en Diputados, Federico Pinedo. 

En ese sentido, el legislador manifestó: "No tenemos ningún conocimiento sobre los proyectos que se van a presentar". "No vamos a ir a aplaudir algo que no sabemos de qué se trata", afirmó.

Por su parte, el consejero de la Magistratura Alejandro Fargosi declinó también la invitación al acto de hoy y afirmó que "los proyectos del Gobierno no buscan democratizar" la Justicia "sino dominar".

"El acto de mañana (por este lunes) es un acto partidario del kirchnerismo, no tengo nada que hacer ahí", declaró Fargosi, y argumentó que "los cambios que se quieren hacer al Poder Judicial son para someterlo al cristinismo".

En tanto, la diputada nacional de Unión por Todos Patricia Bullrich también rechazó "que el Ejecutivo sea un superpoder que anule a la Justicia".

"El Gobierno ha ido invadiendo todas las esferas de la vida pública, social e institucional de la Argentina. Por eso afirmamos que tiene razón cuando dice que no quiere reformar la Constitución, directamente quiere anularla", opinó.

Desde el FAP, la diputada nacional Victoria Donda aseguró que el Poder Ejecutivo Nacional "usa al Poder Legislativo como una escribanía. Y ahora van por la Justicia", sostuvo.

"Entendemos que democratizar la justicia no es sólo anunciar la designación de los magistrados por voto popular. Para nosotros la verdadera democratización de la justicia sería que el Poder Ejecutivo le permita al Poder Judicial avanzar en las causas que investigan a los funcionarios kirchneristas acusados de diversos ilícitos; o que se cumpla la Constitución Nacional y se ponga en funcionamiento el juicio por jurados", afirmó.

En un comunicado, Donda pidió "cumplir con la Constitución y garantizar el libre acceso a la justicia de todos los habitantes de esta tierra".

A su vez, el Consejo Federal del Partido Socialista consideró "alarmantes los anuncios" y advirtió que "no se democratiza creando nuevas Cámaras de máxima jerarquía, que lo único que logran es aumentar los plazos y los costos en vez de favorecer el acceso a la justicia".

La UCR, en tanto, recordó que la reforma "al Consejo de la Magistratura es particularmente preocupante" y sostuvo que "el ámbito de discusión es el Congreso de la Nación, con lo cual esperamos los textos de las iniciativas en el Parlamento".

Además, el diputado nacional del bloque Frente Peronista Gustavo Ferrari advirtió que los anuncios pueden generar "un nuevo y lamentable avance del Poder Ejecutivo sobre la independencia y autonomía del Poder Judicial". Mientras desde la Coalición Cívica, señalaron que se busca "la destrucción de la poca justicia independiente que queda". " 

O sea: no sabemos de que se trata, pero nos oponemos, porque todo lo que plantea el kirchnerismo tiene un propósito oculto, seguramente maléfico; y serán convocados como claque, para aplaudir, aunque no estén de acuerdo.

Y con varias pavadas solemnes en el medio, como que la democratización de la justicia pasa porque uno u otro funcionario (en tanto sea kirchnerista obviamente), vaya preso, porque justicia independiente -se sabe- es la que logra eso, y nada más; no se discute más.

Por supuesto que el debate se dará en el Congreso, y por supuesto también que allí cada uno podrá opinar lo que quiera y votar como le parezca.

Ni que hablar que algunos de los puntos eventualmente comprendidos en los anuncios (como la publicidad de la declaración jurada de los jueces, o el seguimiento por Internet de los expedientes) fueron planteadas en su momento por los propios opositores).

Pero nada de eso importa, el debate está cerrado y saldado, antes de empezar a darse; y a juicio del conglomerado opositor, nada que provenga desde el gobierno puede ser oportuno, adecuado, ni siquiera materia de discusión o análisis.

El propio Pinedo por ejemplo (que se queja de que hay que dialogar, o no conoce los proyectos), forma parte en éste momento -junto con Gil Lavedra- de una comisión creada por Cristina, para proponer reformas al Código Penal; y muchos de los cambios tienen que ver con el proyecto de reforma del Código Civil y el Código de Comercio, que ya está en el Congreso y fue discutido en foros, en todo el país.

Más allá de los anuncios puntuales que haga hoy Cristina (que desatarán los ya previsibles reclamos y quejas opositores por los medios, a segundos de conocerse), lo que queda a las claras es que éstos son los límites reales del debate político en el país, hoy por hoy.

Como también queda claro un dato no menor: desde la irrelevancia electoral de su 1,82 %, y desconocida en su propio partido, una vez más fue Carrió la que les dio a todo los opositores el tono del discurso en éste caso, como tantas veces pasó en otros.