LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

domingo, 22 de marzo de 2015

PERO COMO ¿EL INGENIERO NO ERA MACRI?


Pareciera ser que al zapato éste le han reservado un lugar en el plan "Mauricio 2015": el de intentar convencernos de que el gobierno les está dejando el campo minado, con una serie de "bombas a punto de explotar", que no les dejarán más remedio que tomar medidas drásticas, pero eso sí: necesarias "para garantizar un crecimiento perdurable y sólido".

Debe ser por eso que lo leemos en Infoabe: "el ex gobernador de Santa Fe enumeró como asuntos pendientes a resolver el litigio vigente con los holdouts en los tribunales de Nueva York, las tarifas de los servicios públicoy subsidios al transporte en el área metropolitana, y el "retraso cambiario". Y aseguró que cualquier decisión que "toque" estas asignaturas tendrá consecuencias y un impacto negativo en la opinión pública.

"Es este Gobierno el que tendría que haber hecho un arreglo con los fondos buitres", afirmó el flamante aliado del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y consideró que la falta de avances en esta materia se debe a que "el relato de no pagar le da rédito político" a Cristina Kirchner.". (las negritas son nuestras)

Para que lo entendamos (ahora que no la tenemos a mano a Roxana Latorre, que era su intèrprete oficial): la turra de Cristina no arregló lo de los buitres (pagándoles el 100 % de lo que reclaman), simplemente porque eso era impopular.

Y por las mismas razones, no devalúa, ni aumenta las tarifas de los servicios públicos, ni elimina los subsidios al transporte; y le deja esa pesada carga al futuro gobierno, que pagará los costos "de hacer lo que hay que hacer".

Es otra variante de la teoría del "ajuste inevitable" que explicábamos acá, una socorrida astucia de la derecha para imponer sus mismas políticas de siempre; ésas que trajeron los resultados que todos conocemos, y en las que están siempre dispuestos a reincidir.

Planteos como los del ex corredor tienen por objeto convencer a su propio electorado termocefálico de que los vote, y acepte luego que apliquen políticas que van en contra de sus propios intereses, porque cuando se instrumentan ajuste salvajes primero caen en la volteada los sectores populares, y acto seguido las clases medias; expertas en pegarse tiros en el dedo gordo del pie, hablando en términos electorales.

Votando gobiernos que les van avisando -de diferentes formas- que los van a cagar, y efectivamente terminan haciendo eso: cagarlos, para que luego nieguen haberlos votado; como pasó con Menem y De La Rúa.

Parece ser que la queja es que a Macri (porque ya dan por sentado que ganó las elecciones y es presidente) le tienen que dejar un país "ordenado" y con todos los "problemas" resueltos, para que se pueda lucir.

Algo así como cuando heredó una poltrona en el directorio de las empresas de papá Franco, sin tener que hacerse desde abajo.

Curioso calibre el de los estadistas que nos propone éste gente.

Un argumento en sí mismo bastante tarado (como quien lo enuncia), desde que parte de la base que el actual gobierno no tomaría ciertas medidas porque "son impopulares" o "tienen costo político", pero igual perdería las elecciones; y en cambio los que están dispuestos a tomarlas, las ganarían y por eso se tendrían que preocupar de hacerlo en un eventual gobierno suyo: de no ser así, si volviera a ganar la kirchnerismo, la preocupación es incomprensible.  

Y pensar que hay quienes acá nos proponía unificar al peronismo en Santa Fe para volver a ganar la provincia, de la mano del salame éste y su campera roja.

Aunque pensándolo bien, algo de coherencia tienen: son los que están ahora jugando con Del Sel, o sea, están donde tienen que estar. 

1 comentario:

Esther dijo...

Buen análisis.

La cuestión no pasa porque el gobierno (uno, cualquier gobierno) solucione los problemas del país, sino porque “los de ahora” se los solucionen a “los que vienen”. Parece ser una cuestión entre políticos, nada más.

Por supuesto, los dichos del Lole no expresan el fondo; el fondo no es si este gobierno debe solucionar los problemas que él (o su socio Macri) deberían encarar a partir del 10 de diciembre, sino si este gobierno considera problemas a resolver lo que ellos consideran problemas a resolver, o bien, si hay acuerdo en la definición de los problemas, si considera que deben resolverse de la misma forma que él o sus socios consideran que deben resolverse.

En síntesis: el fondo de la cuestión es que el Lole, queja por acá y queja por allá, termina delineando el programa de gobierno que él y sus socios pretenden llevar adelante. No está mal: un poco de sinceridad no viene mal.

Abrazos,
Esther