El título del post no tiene que
ver con la situación judicial de Macri en la causa que se le acaba de abrir en
la justicia por la sociedad off shore en Panamá, porque bien se sabe que los
caminos de la justicia son sinuosos e inescrutables, ni hablar en la Argentina
y en causas que involucran al poder político.
El gobierno en general y Macri en
particular parecen estar hasta las manos en términos estrictamente políticos
ante el escándalo, en especial por la dimensión internacional que tiene y lo
pone al presidente en un lugar central e incómodo: cuatro tapas seguidas del
New York Times pueden poner en aprietos al más pintado.
Vinculando ambos aspectos, si
además de eso también le aparecieran complicaciones en el frente judicial en la
causa que inició el fiscal Delgado, sería indicativo de que el gobierno está
políticamente más débil de lo que parece.
El caso Panamá fue piñazo en el
mentón del gobierno, mucho peor de lo que fue en su momento el affaire Niembro:
aquello era en campaña e involucraba a un cuatro de copas (por eso a Macri no
le costó soltarle la mano), esto ocurre en el gobierno e involucra
personalmente al presidente.
Pasaron en apenas 48 horas de
intentar bajarle el voltaje al asunto (con la enorme complicidad de los grandes
medios) dejando trascender que al
presidente el tema le chupaba un huevo, a una conferencia de prensa de Peña y
dos ministros hablando de cualquier cosa y remitiéndose a los dichos de Franco
Macri por toda respuesta, a una virtual cadena del presidente tratando de
explicar lo inexplicable.
Un Macri visiblemente nervioso se
empeñaba en decir que estaba muy tranquilo porque había mandado todos los
antecedentes del caso a la Oficina Anticorrupción: para repetir un guión cómico
y además malo, terminemos con los actores de reparto de la comunicación oficial
como el presidente o su jefe de gabinete, y que hablen directamente Franco
Macri y Durán Barba; que son los que tienen la posta.
Para sacar el foco de la atención
del escándalo off shore Macri anunció una ley de información pública cuando
existe desde el año 2003 el Decreto 1172 de Kirchner (del cual el proyecto
conocido anteayer es virtualmente un calco), y el día anterior el oficialismo en
Diputados impulsó votaciones relámpago a mano alzada, para que no queden
constancias en actas de quienes aprobaron la catarata de DNU’s que firmó en sus
primeros días de gobierno, mientras mantenía clausurado el Congreso.
Puesto a anunciar, contó por
enésima vez desde que está en el gobierno que va a poner sus bienea en un
“fideicomiso ciego” hasta el final de su mandato: una bomba de humo que no
resuelve nada porque la duda instalada no es que va a pasar en el futuro con la
fortuna de Macri, sino como la amasó en el pasado; y si nos enteramos de todo
lo que tiene o nos está escondiendo buena parte.
Lo de la “acción declarativa de
certeza” es -lisa y llanamente- un disparate: ir a preguntarle a un juez civil
si uno cometió uno o varios delitos penales (que es lo que aconseja investigar
el fiscal Delgado si ocurrió) es como hacerte un análisis de colesterol para
saber si estás embarazado. Por consejo de vaya uno a saber quien Macri busca
algo así como una especie de certificado de buena conducta anticipado, que lo
vacune de cualquier dificultad judicial.
Nos enteramos ahora que los
periodistas argentinos que trabajaron en la investigación de los “Panamá
papers” y que como tales firmaron un acuerdo de confidencialidad para revelar
simultáneamente en todo el mundo la información, le anticiparon su contenido
antes al propio Macri, en plena campaña electoral. Es decir que un dato que
pudo ser relevante para que los argentinos supieran a quien votaban les fue
sustraído a su conocimiento, pero no al del directamente involucrado.
De cualquier modo, para el grueso
de sus votantes conocer entonces el dato oculto (como las sociedades off shore
de las que Macri es parte) no hubiese modificado su decisión final: si lo
votaron estando procesado, nada las hubiera impedido hacerlo con una revelación
periodìstica que recién ésta semana se transformó en imputación judicial: a
esta altura del partido, nadie puede decir -y pretender que le crean- que no
sabe quien es Macri, y como han hecho su fortuna él y su familia.
Pero el dato de que Macri sabía
antes que nosotros que lo iban a mencionar en el escándalo de las off shore
permite inferir que las operaciones Jaime y Lázaro (los arrestos con operativos
rocambolescos, no las causas judiciales en sí) que se pensaba que eran para
tapar el ajuste, tenían por objeto poner en un segundo plano los coletazos del
escándalo internacional que involucra al presidente. Este aspecto (el de la
complicidad de los medios locales) es tan bochornoso, que llama la atención de
la propia prensa internacional.
Y mientras tanto y respondiendo a
una lógica ya instalada por “Cambiemos” en su gobierno, cada centro del
“peronismo amigable” es correspondido con una abrochada que los deja pagando:
así como a la convalidación en el Senado del acuerdo buitre le siguió el
tarifazo al día siguiente, a la pifia de Scioli justificando a Macri por la off
shore al mejor estilo Carrió (“el presidente ya aclaró la cuestión”, como si
pudiera) le sucedió la ratificación en Diputados de los DNU a mano alzada, y en
3 minutos.
Párrafo aparte lo del ultra
macrista Urtubey: al decir que es natural que quien hace negocios en el
exterior busque los lugares donde pagar menos impuestos, está diciendo lo que
ni siquiera los funcionarios del gobierno que defendieron a Macri con
argumentos inverosímiles se animaron a decir: “yo hubiera hecho lo mismo”. Cosa
que probablemente sea cierta, y no meramente potencial.
5 comentarios:
Además de los dichos del ultra macrista Urtubey, llama la atención el tierno voto de confianza de Scioli.
Es que Daniel es un hombre de fe. Cuál es su fe, es difícil de saber. Pero tiene la credulidad fácil...
"el oficialismo en Diputados impulsó votaciones relámpago a mano alzada, para que no queden constancias en actas de quienes aprobaron la catarata de DNU’s que firmó en sus primeros días de gobierno"
¡¡¡¿¿¿QUÉEEEEEEE???!!!
Estoy sin palabras. sin palabras.
Todo el que le cree o justifica a macri, tiene el culo sucio. Tanto Daniel como urtubey tienen empresas offshore. Por eso se apuran en justificarlos: cuando las barbas de tu vecino veas cortar....
Urtubey y Scioli deberían pedir explicaciones, no justificar a priori.
Dicho eso, reitero algo que ya dije en otro blog: el objetivo es Macri, no las internas Peronistas...
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