LA FRASE

"LA CANTIDAD DE PERROS DEL PRESIDENTE ES UNA DE LAS CUATRO O CINCO COSAS EN LAS QUE LOS ARGENTINOS NOS TENDRÍAMOS QUE PONER DE ACUERDO." (MANUEL ADORNI)

miércoles, 16 de mayo de 2012

TIENES UN E MAIL


Para los que todavía no recibieron los correos que andan circulando sobre un presunto nuevo "corralito" y la disparada del dólar de los que hablaba ayer Cristina, acá Gerardo Fernández transcribe el texto, como para saber de que se trata: corralito, incautación por el gobierno de los depósitos bancarios (empezando por los plazos fijos, para seguir con las cajas de ahorro y las cuentas corrientes), para financiar los gastos de YPF.

Que en realidad se trata de lo mismo de siempre: embarrar la cancha, generando en la gente común la sensación de terror y zozobra de que -en cuestión de días o semanas- la economía del país puede estallar en pedazos; cosa que por cierto vienen repitiendo sin éxito desde hace 9 años.

Y si no hagamos memoria: ¿cuántas veces en éstos últimos 9 años hemos recibido correos similares, diciendo más o menos las mismas cosas, generando o intentando generar una ola de pánico al estilo de "guarden las escrituras, que se viene el comunismo"?

Que nosotros recordemos rápidamente, en al menos cinco oportunidades desde el 2008 para acá: cuando el conflicto con las patronales del campo por la resolución 125, cuando se estatizaron los fondos de las AFJP, cuando el gobieno decidió usar las reservas del Banco Central para pagar los vencimientos de la deuda externa, y finalmente antes y después de las elecciones del año pasado.

Siempre con la misma cantinela: van a abrir las cajas de seguridad porque se quedaron sin plata, van a poner otro corralito a los depósitos, el dólar se va a ir a las nubes.

Al punto que éstos correos que andan circulando ahora nos deberían llamar a la risa, porque ya no quedarían depósitos en los bancos a los cuáles el gobierno pueda echar mano porque ya se los quedó a todos en el 2008, o el dólar no se puede disparar mucho poque ya se fue a 6 pesos en el 2002, y pasó la barrera de los 10 pesos en el 2009; si los otros correos anteriores hubieran sido ciertos, pero no lo fueron: una mentira atrás de la otra.

Por eso se usa el formato del correo anónimo (y se pide que se manden con copia oculta), porque es una típica operación de inteligencia de la tristemente célebre mano de obra desocupada (en éste caso de las cuevas de negocios de la city porteña); aunque algunos medios no son ajenos al tema, por el contrario lo fogonean: vean si no esta nota de Clarín de hoy, donde explican con detalle el supuesto fundamento teórico de la preocupación que expresan los mails que andan circulando.

Casi casi como si lo hubieran escrito ellos mismos, digamos. 

Este tipo de operaciones se actualizan periódicamente, como si sobre un bastidor o modelo de correo (que siempre dice lo mismo: corralito, dólar a las nubes, incautación de depósitos) se agregaran un par de datos o hecho de la actualidad del momento, como para darle credibilidad: en el texto que está circulando y que linkeamos del blog de Gerardo Fernández, las referencias "actuales" son a la expropiación de YPF, el "marxista" Kicillof que "tiene hipnotizada a Cristina" y Ciccone Calcográfica, que además ya no existe.

Es decir un burdo copy paste sobre las columnas de Pagni en La Nación, las del diario "El País" de Madrid (no olvidemos que estamos empezando a discutir cuanto le pagamos a Repsol por YPF), y una mención al escandalete que rodea a Boudou; un estofado incomible digamos. 

Este tipo de campañas y maniobras apuntan sobre todo a la clase media, que puede tener ahorros en los bancos: los laburantes que pelean para llegar a fin de mes no tienen esas preocupaciones, pero sufren las consecuencias, si el pánico inducido se termina transformando en despelotes económicos; como cuando la gente empezó a sacar la plata de los bancos en los tiempos del corralito, o cuando empiezan a buscar arbolitos para comprarles dólares, como si con eso se fueran a salvar. 

No permitamos que nos engañen ni nos engañemos nosotros mismos: votamos mayoritariamente a un gobierno (y dos veces, con el 46 % de los votos en el 2007, y el 54 % el año pasado) porque confiamos en él (y no sólo nosotros que lo bancamos públicamente: también mucha gente que se pasa todo el tiempo hablando al pedo de Cristina, la votó por miedo a que ganara cualquiera de los impresentables candidatos opositores), y porque nos ha demostrado su capacidad de manejar el país, en el medio de un montón de dificultades.

Un gobierno que no es perfecto ni mucho menos, pero que nosotros mismos decidimos poner ahí (recalcamos: dos veces) porque nos inspiraba más confianza que otras propuestas políticas, y decididamente más confianza que los bancos, las empresas o los que propagan mails anónimos con finalidad de hacer terrorismo económico.

Y que tratan de hacer lo mismo de siempre: negocios para su bolsillo, mientras el país se va a la mierda.

Porque éste punto hay que tenerlo claro: el país y su gente les importan un carajo, lo único que le interesan son sus negocios; y si lo hemos olvidado, recordemos el 2001: mientras la gente caceroleaba por los ahorros y hubo 39 argentinos muertos por reclamar comida y trabajo, otros tipos y empresas sacaban la plata del país, o les pesificaban deudas por millones de dólares, que las terminamos pagando entre todos.

Por una vez entonces reflexionemos, y ayudemos a reflexionar a los que conocemos y que, hayan o no recibido los famosos mails, pueden pensar que hay algo de cierto en lo que dicen.

Para que no se presten fácilmente a ser idiotas útiles de unos pocos vivos, conducidos como vacas al matadero para terminar pegándose un tiro en el dedo del pie y jodiéndose sólos, obrando en contra de sus propios intereses.

Y si pese a eso todavía hay gente que ahora quiere pagar 6 pesos por un dólar, para ponerlo junto con los que pagó a 6 pesos en el 2002, que por lo menos nos quede la tranquilidad de conciencia que lo intentamos; y en todo caso sólo nos rendimos por respeto al derecho de cada uno a ser todo lo pelotudo que quiera.   

1 comentario:

Andrea dijo...

Al autor de esta entrada, coraje para no darle "el derecho a ningún pelotudo". "Al menos lo hemos intentado", no existe.LO vamos a seguir intentando, nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos. A quienes compran dolares a 6 pesos les dedico esta carta:

“Gral. Uriburu, acabo de enterarme del petitorio presentado al gobierno provisional pidiendo magnanimidad para mí. Agradezco a mis compañeros de letras su leal y humanitario gesto; reconozco el valor moral que han demostrado en este momento de cobardía colectiva al atreverse por mi piedad a desafiar sus tonantes iras de Júpiter doméstico. Pero no autorizo el piadoso pedido ... Magnanimidad implica perdón de una falta. Y yo ni recuerdo faltas ni necesito magnanimidades.
Señor general Uriburu, yo sé sufrir. Sé sufrir con serenidad y con inteligencia. Y desde ya lo autorizo que se ensañe conmigo si eso le hace sentirse más general y más presidente. Entre todas esas cosas defectuosas y subversivas en que yo creo, hay una que se llama karma, no es un explosivo, es una ley cíclica. Esta creencia me hace ver el momento por que pasa mi país como una cosa inevitable, fatal, pero necesaria para despertar en los argentinos un sentido de moral cívica dormido en ello. Y en cuanto a mi encierro: es una prueba espiritual más y no la más dura de las que mi destino es una larga cadena. Soporto con todo mi valor la mayor injuria y la mayor vergüenza con que puede azotarse a una mujer pura y me siento por ello como ennoblecida y dignificada. Soy, en este momento, como un símbolo de mi Patria. Soy en mi carne la Argentina misma, y los pueblos no piden magnanimidad.
En este innoble rincón donde su fantasía conspiradora me ha encerrado, me siento más grande y más fuerte que Ud., que desde la silla donde los grandes hombres gestaron la Nación, dedica sus heroicas energías de militar argentino a asolar hogares respetables y a denigrar e infamar una mujer ante los ojos de sus hijos ... y eso que tengo la vaga sospecha de que Ud. debió salir de algún hogar y debió también tener una madre.
Pero yo sé bien que ante los verdaderos hombres y ante todos los seres dignos de mi país y del mundo, en este inverosímil asunto de los dos, el degradado y envilecido es Ud. y que usted, por enceguecido que esté, debe saber eso tan bien como yo.
General Uriburu, guárdese sus magnanimidades junto a sus iras y sienta como, desde este rincón de miseria, le cruzo la cara con todo mi desprecio”

Salvadora Medina Onrubia
Cárcel del Buen Pastor, julio 5 de 1931