LA FRASE

"ESTADOS UNIDOS ES UN PAÍS LIBRE, ALLÁ UN TIPO DE PIEL NARANJA PUEDE SER PRESIDENTE DOS VECES, NO COMO ACÁ, QUE YO NI PUDE SER GOBERNADOR." (MIGUEL DEL SEL)

domingo, 22 de diciembre de 2013

RADICALES, MILITARES, DERECHOS HUMANOS Y ASCENSOS


Se ve que en otras épocas los filtros del radicalismo para evaluar los ascensos en las Fuerzas Armadas no eran tan exigentes.

Como en  éste caso, que ocupó la jefatura del Ejército desde marzo del 85' hasta que en abril del 87' los carapintadas encabezados por Rico pidieron su cabeza, y Alfonsín se las entregó en bandeja; junto con las leyes de obediencia debida y punto final.

Y no era un tenientito que hacia sumarios durante la dictadura: el golpe del 76' lo sorprendió en el grado de Teniente Coronel, a cargo de un reguimiento en Tartagal; época durante la cual tuvo la participación en la represión por la que ahora fue condenado; incluyendo varios casos de desaparición de personas.

Por los que no se lo podría haber condenado -como se dijo acá- si no se hubiera impulsado la anulación de las leyes de impunidad, y apoyado la continuidad de los juicios.

Lo interesante del caso es que el juicio en Salta llevaba ya 18 meses (en los que Ríos Ereñú estuvo como imputado) y al momento de discutirse en el Senado el ascenso de Milani, se sabía que dos días después se conocería la sentencia.

Nada de eso movió a ningún senador radical (tan lenguaraces ellos) a esbozar un atisbo de autocrítica, o guardar un respetuoso silencio.

Por el contrario, encabezaron el indignómetro por el retroceso en la política de derechos humanos, usaron hasta el abuso la metáfora de los cuadros subidos y bajados y hablaron de impunidad.

Son los riesgos de escupir para arriba, haciendo buches de ética.

1 comentario:

ram dijo...

¿No es llamativo el silencio sobre don Margarita Belén brinzoni y la idea de transferírselo "gartis" a NK?
Y la mala memoria sobre aquella fiscal chaqueña con menos kilos y ninguna mención al lugar "equivocado" y sus jefes cuando tuvo el cargo, raro, no?.
En fin, el eterno problema que tenemos los malpensados.