LA FRASE

"LA CANTIDAD DE PERROS DEL PRESIDENTE ES UNA DE LAS CUATRO O CINCO COSAS EN LAS QUE LOS ARGENTINOS NOS TENDRÍAMOS QUE PONER DE ACUERDO." (MANUEL ADORNI)

jueves, 15 de noviembre de 2018

PARA QUE SIGA EL SAQUEO


En el Boletín Oficial de ayer salió publicado el Decreto 1049/18 (completo acá) por el cual Macri exceptúa de lo dispuesto en el primer párrafo del artículo 1º del Decreto Nº 751 del 2012 a las actividades relacionadas con la producción de gas y petróleo que se detallaban en el Anexo a esa norma, vinculadas con nuevos emprendimientos hidrocarburíferos. En el artículo 2 del decreto se establece que el Ministerio de Hacienda, a través de la Secretaría de Energía, deberá definir el alcance de la expresión “nuevos emprendimientos hidrocarburíferos” a los fines de la aplicación del decreto.

Ante tanto lenguaje críptico que está destinado a disimular lo que se está resolviendo, conviene aclarar que el Decreto 751/12 dictado por Cristina dejaba sin efecto los beneficios del régimen fiscal y aduanero especial establecido para Tierra del Fuego por la Ley 19.640, vulgarmente conocido como de "promoción industrial". 

Los beneficios de la Ley 19.640 consisten en la exención del pago de todo impuesto nacional, y en el caso de las exportaciones originadas en la zona, quedan exceptuadas de cualquier requisito cambiario y no estarán sujetas a derechos (como las retenciones), impuestos con o sin afectación especial, contribuciones especiales o tasas a, o con motivo de, la exportación. 

Si bien la misma ley establece en su artículo 33 que “Los beneficios concedidos en el orden cambiario por los artículos 11, apartados a) y 13 apartado a) no incluyen lo relacionado con la forma de negociar las divisas, la que deberá ajustarse a las normas aplicables con carácter general, salvo disposición en contrario del Poder Ejecutivo Nacional quien podrá delegar dicha facultad.”, hay que recordar que por otro decreto de Macri todos los exportadores están exentos de liquidar las divisas en el país, en el mercado oficial de cambios.

Con el nuevo decreto, las petroleras volverán a dejar de pagar -por ejemplo- Ganancias y otros impuestos, y las retenciones que hace poco les habían reimplantado; en un marco de total discrecionalidad: solo serán beneficiarias del jubileo impositivo aquellas empresas que tengan "nuevos emprendimientos hidrocarburíferos", según lo determinen Dujone e Iguacel. Es decir, el decreto tiene nombres y apellidos, pero por ahora no los conocemos, aunque los podamos imaginar.

Aun cuando en el decreto se hace referencia a la necesidad de aumentar la producción de gas y petróleo para lograr el autoabastecimiento energético, lo que en realidad está fomentando el gobierno de Macri es la exportación de ambos recursos naturales: ayer mismo, en la misma edición del Boletín Oficial, salió publicada la Resolución 95 de la Secretaría de Energía por la cual se autoriza a YPF a exportar gas a Chile. Antes habían obtenido autorizaciones similares Total, Tecpetrol (de Techint), CGC (de Eurnekián) y PAE (de Bulgheroni).
   
Además de la incoherencia de resignar recursos fiscales en beneficio de empresas que están entre las grandes ganadoras del modelo mientras se intenta aprobar -bajo la presión del FMI- un presupuesto con "déficit cero" que incluye brutales ajustes del gasto, es claro que esa mano blanda para favorecer las exportaciones de energía (sin que contribuyan a mejorar la balanza de pagos, porque no deben liquidar las divisas) se corresponde con una política industricida; que ha llevado a que mes a mes aumente la capacidad instalada ociosa del sector fabril, disminuyendo así la demanda interna de energía, para generar mayores saldos exportables. Si no es un plan deliberado, se le parece bastante. 

En ese marco, es muy interesante recordar los fundamentos del decreto de Cristina del 2012 (que también mencionaba a la Ley 26.741 que habla del autoabastecimiento energético) que ahora Macri deja virtualmente sin efecto, por el cual se les sacaban los beneficios de la promoción aduanera y fiscal a las petroleras que operan en Tierra del Fuego:  

Que el petróleo y el gas no pueden ser tomados simplemente como un commodity de exportación -como fue el oro en la época de la colonia, cuando en Sudamérica la actividad industrial, productiva y comercial era mínima; y entonces se trataba de venir a explotar los recursos naturales de nuestros países como si fueran simplemente materia de exportación para llevárselos a los países centrales-, sino que debe otorgárseles un tratamiento acorde al crecimiento del país, con cada vez mejor distribución del ingreso, con participación de los trabajadores y con cada vez mejores estándares de vida para toda la población.

Que ello define el papel que ocupan el petróleo y el gas. Si uno tiene una economía que quiere orientar hacia los servicios, no queda más que venderlos ligeramente a otros que producen. Si estamos industrializando a tasas inéditas en la historia de la economía nacional, el lugar que ocupa la energía o el petróleo es completamente distinto.

Que, asimismo, constituye un deber del Estado garantizar que el precio de venta de los mismos en el mercado interno no quede sujeto a las fluctuaciones e inestabilidad que caracterizan al mercado internacional.” (las negritas son nuestras).

Lo curioso es que la producción petrolera y gasífera de Tierra del Fuego que se buscaría exportar ha crecido como consecuencia del descubrimiento en 2013 del yacimiento de Vega Pléyade, por la YPF vuelta ac controlar por el Estado, y en el marco de las normas que ahora Macri modifica, en beneficio de las petroleras. Cualquier parecido con el modelo de saqueo colonial que describía el decreto de Cristina, no es pura casualidad.

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