Imagináte lo desastroso que habrá sido el macrismo, que así y todo vamos a ganar: https://t.co/WM7bAgUaxK
— La Corriente K (@lacorrientek) September 11, 2021
Aunque se trate de las PASO y como tales, casi (y solo) un ensayo general para las elecciones de noviembre, cuando esta noche se abran las urnas y se cuenten los votos, comenzarán a despejarse algunos interrogantes, y contaremos con algunas certezas.
La principal, de cara al panorama político futuro del país, en que medida el "Frente de Todos" vio afectada su cosecha electoral de 2019 como consecuencia del modo en que ha gestionado estos 21 meses de mandato de Alberto Fernández, lidiando casi en simultáneo con la pesada herencia del macrismo, y la pandemia. Y como resultado de los votos que capte, como le irá en la composición de ambas Cámaras del Congreso, para poder imponer su agenda futura; certeza ésa última que dispara a su vez otro interrogante: como se compone y de qué se trata esa agenda futura.
A diferencia de la oposición, envuelta en una pelea de egos, en el oficialismo nacional no hay fracturas visibles respecto a la coalición que triunfó frente al macrismo hace casi dos años, los roles de cada uno de los intérpretes principales parecen estar asumidos y aceptados, y no hay discusión respecto al liderazgo de Cristina.
Ni siquiera se pueden interpretar en ese sentido algunos experimentos puntuales que parecen desafiarlo, como la lista presentada acá en Santa Fe por Agustín Rossi contra la auspiciada por CFK, acordada entre ella y el gobernador Perotti. Además de no dar la escala de los actores involucrados para suponer una presunta disputa de liderazgos (porque por volumen político propio Cristina y el "Chivo" están en categorías distintas), el propio Rossi reivindica al kirchnerismo, a Cristina y al gobierno nacional.
En ese sentido -y bien harían en entenderlo los que analizan el asunto desde afuera de la bota- la interna santafesina responde a factores locales bien específicos, de cara a las elecciones provinciales del 2023; que no son necesariamente los que se suelen esgrimir para justificar posturas. De allí que sea la excepción en el "Frente de Todos", si se analiza la situación en los principales distritos electorales del país
La situación en "Juntos por el Cambio" es exactamente la inversa: tendrán internas -y en algunos casos muy disputadas- en CABA, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, como consecuencia de la disputa interna por el liderazgo que se abrió -aventuramos- el día después de la derrota en la primera vuelta de las presidenciales del 2019. Por el liderazgo dijimos, que no por el discurso, ni por la propuesta: como veíamos acá: si algo demostró una campaña electoral paupérrima en términos de debate político, es que la derecha es una sola, al menos si a modelo de país y núcleo básico de ideas nos remitimos.
Lo que discute la principal oposición es, o bien la permanencia del liderazgo de Mauricio Macri pero ya no indiscutido, o la transición hacia otra conducción, encarnada en Rodríguez Larreta, y cual será el grado de subordinación que tendrán los radicales y otros socios menores como la Coalición Cívica, en ese nuevo esquema. Y también como logra evitar el drenaje de votos hacia las demás opciones de derecha como Espert o Milei; cuyo crecimiento real, medido en votos, es otro de los interrogantes a dilucidar.
Esto último a su vez -siempre en el terreno de la pura especulación- indicaría que las PASO arrojarán una foto actual, de cara al armado de una nueva coalición de derecha antiperonista que pueda ser competitiva en las presidenciales del 2023, para cerrarle el paso a otro turno gubernamental peronista. De hoy a entonces habrá que ver en que medida el gorilismo transita el período "unido en la diversidad", o desgajándose en diferentes opciones, que nos faciliten la tarea: el proceso que vivió el peronismo en el 2015, del otro lado de la grieta.
En orden decreciente de importancia, las PASO son también una prueba decisiva para la izquierda, que llega a ellas sin haber experimentado el crecimiento que sus dirigentes supusieron tras la derrota de Scioli, cuando incluso ellos pensaban que el macrismo les convenía "para agudizar las contradicciones". Y para peor, divididos en distintas opciones, retrocediendo en aquel esfuerzo de unidad que fue el FIT, para las elecciones del 2013.
Hasta acá y para variar, no han conseguido "capitalizar el descontento de las masas", y oscilan entre impugnar al conjunto de los partidos porque "son todos lo mismo", o acto seguido pedirle a parte del electorado peronista (en especial el kirchnerista) que vote a sus candidatos, para expresar el descontento con el rumbo del gobierno de Alberto Fernández. El hecho de que al mismo tiempo hayan elegido a los "libertarios" como sus rivales favoritos en la disputa en los medios y redes sociales, dice que han asumido que pelean en los puestos del descenso de la tabla de posiciones, pugnando por conservar la categoría, y no mucho más.
Y por último queda el lugar de los experimentos políticos unipersonales como los de Moreno o Randazzo, con distintas funcionalidades en cada caso, más allá de sus propias intenciones. Por la propia dinámica de estos, es difícil saber si una magra cosecha de votos en la elección de hoy los pasa definitivamente a cuarteles de invierno, o insistirán en el futuro como se nada hubiera pasado. Fenómeno éste que perfectamente aplica a muchos de los que dan disputa interna al interior de las coaliciones mayoritarias, en algunos casos -Barletta, Corral, Pullaro acá, Manes en otros lares- casi al nivel de "caprichitos" personales, más que expectativas concretas de proyección política futura. Habrá que esperar para ver.
1 comentario:
Bueno, mientras espero su posteo, pienso...
Nos hicieron pingo...
Y ahora?
Se habrán escapado algunos votos del FR hacia la cucha vieja de cambiemos?
Ganó Cristina en santa fe. Canalla tendra que votar nomás por el pollo de pierotti. Al pedo, por lo visto. A menos que con su voto levanté la diferencia.
Lo de prov de bs as es catastrófico. Mas catastrófico que la elección de Moreno, ahora sí, muerto político.
13% saco Milei, la gran puta viejo... Mira vos cuando no leíste nada como cualquier cosa es cierta.
Bueno, perdimos buenos aires, la CABA y otras 16 provincias. Asumiendo que Sergio no se mando una de las suyas, que será que pasa ahora??
Olvídate de profundizar el modelo.
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