LA FRASE

"NO ES TAN DIFÍCIL DE ENTENDER: ESTELA DE CARLOTTO ES GOLPISTA Y EL GENERAL VIDELA LO ÚNICO QUE HIZO FUE COMBATIR AL TERRORISMO." (VICTORIA VILLARRUEL)

miércoles, 22 de diciembre de 2021

SÍ, SE PUEDE

 

¿Se podía haber intentado una reforma impositiva progresiva más amplia al comienzo del mandato de Alberto, con su crédito político intacto y en el marco de la ley de emergencia? Se podía, pero no se hizo.

¿Se podía haber convertido al "impuesto a las grandes fortunas" en un tributo permanente, aumentando  las alícuotas que tuvo el aprobado "por única vez", antes de que se renovaran las bancas en el Congreso y perdiéramos bancas? Se podía, pero no se hizo.

¿Podía la izquierda haber acompañado en su momento la sanción de ese impuesto, en lugar de abstenerse con el argumento -ridículo en el contexto- de que era insuficiente? Podía, pero no lo hizo.

Se podían haber hecho esas y otras cosas, pero también hace una semana sufrimos una derrota en el Congreso, cuando la oposición -toda, desde Espert y Milei hasta el FIT- se unió para rechazar el presupuesto remitido por el Ejecutivo, algo inédito desde 1983.

En ese contexto, no deja de ser positivo que el oficialismo haya conseguido aprobar en Diputados cambios en el impuesto a los Bienes Personales, de sentido progresivo.

Aliviando la carga fiscal sobre ciertos segmentos de la población (al pasar de 2 a 6 millones el mínimo imponible muchos dejarán de pagar el impuesto), aumentando las alícuotas en el caso de los patrimonios superiores a los 100 millones de pesos (unos 16.000 contribuyentes, en todo el país), y sosteniendo la alícuota adicional para los bienes declarados radicados en el exterior.

Los cambios se lograron con la previsible oposición de "Juntos por el Cambio" (que había convocado a la sesión "para rechazar aumentos de impuestos", y sufrió una sonora derrota), y con la grata novedad del apoyo de los diputados de la izquierda, que -sin decirlo, porque no sea cuestión de perder el estilo- hicieron "autocrítica en acto" de sus desbarrancos parlamentarios anteriores, ya señalados. 

Para el oficialismo, un ejemplo a seguir de acá en más, en muchos sentidos. Para la construcción política, para la búsqueda de posibles acuerdos, para la agenda a poner en el tapete, para el sentido de las medidas, para el reparto de las cargas.

¿Qué es poco, o puede llegar tarde? Poco es mejor que nada, y tarde es mejor que nunca. Tuits relacionados: 

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