LA FRASE

"DE MI ASCENSO A SECRETARIO DE ESTADO SOLO DIRÉ QUE SI UNO ES BUENO EN LO SUYO, EL RECONOCIMIENTO SIEMPRE LLEGA." (MANUEL ADORNI)

miércoles, 1 de diciembre de 2021

ELECCIONES: EL CASO SANTAFESINO

 


Como en buena parte del país y en especial en la franja central de las provincias más pobladas, el "Frente de Todos" perdió frente a "Juntos por el Cambio" las elecciones generales del 14 de noviembre pasado en Santa Fe, y el mapa de la provincia se tiñó de amarillo. Más precisamente en 16 de sus 19 departamentos, exceptuados Rosario, San Lorenzo y Garay, donde se ganó.

O sea pasó más o menos lo mismo que en la provincia de Buenos Aires, si de mapas y de colores hablamos. Y también al igual que pasó en otras provincias -pero no en todas- hubo una leve remontada de los resultados adversos de las primarias, recortando las diferencias.

En el caso de la elección para senadores nacionales, la lista del FDT sumó 85.900 votos más que en las PASO, y de ese modo recortó en 18.734 la diferencia con los ganadores. En diputados nacionales pasó algo parecido: se sumaron 77.846 votos más, y se recortó la diferencia en 18.416 votos respecto a la lista de JxC.

Como primera conclusión podría señalarse que el PJ y sus aliados lograron retener los votos de las dos listas que compitieron internamente en las PASO, y sumar más voluntades, también como consecuencia de un aumento en la participación electoral de la ciudadanía. Y además el margen de la derrota (por 8 y pico de puntos porcentuales) fue menor que en las PASO, y mucho menor que el producida en otras provincias como Entre Ríos (23 puntos de diferencia), Mendoza (21 puntos), o Córdoba (29 puntos con la lista schiarettista, 44 con la del FDT), siempre considerando que en todas ellas se impuso el macrismo y sus aliados. 

Desde el 2005 para acá, en elecciones nacionales de medio término, el peronismo en sus diferentes alianzas y frentes electorales perdió casi siempre (si no siempre), tanto que ese año la lista de diputados nacionales encabezada por Agustín Rossi (en plena euforia kirchnerista) obtuvo el 33 % contra el 43 % de la del Frente Progresista que encabezaba Hermes Binner. Y en 2017 otra lista (también encabezada por Rossi tras vencer en la interna a Alejandra Rodenas), perdió a manos de la encabezada por el  entonces ignoto Albord Cantard, por "Cambiemos"; aunque en las PASO había sumado más votos, contando las dos listas del PJ y aliados.

Y en elecciones presidenciales, pasó algo parecido: en el 2007 Cristina le ganaba en todo el país a Carrió por un 45 % a un 23 %, pero en Santa Fe la diferencia fue de apenas un punto: 35 % a 34 %. Y en 2011, cuanto en todo el país CFK obtuvo el 54,11 % contra el 16,87 de Hermes Binner, la diferencia en Santa Fe fue mucho menor: del 41 % al 37 %, para ser más precisos. En el 2015 y pese a haber ganado en las PASO, el FDT perdió la elección presidencial en la provincia. 

Precisiones estas que hay que hacer porque hay algunos que ahora se sorprenden de que al peronismo no le vaya bien en la invencible. Con más provecho, podrían analizar el fenómeno más curioso (aunque no sorprendente) y cercano, de la elección a concejales municipales en la ciudad de Santa Fe; en la que el peronismo no gobierna desde el 2007, y ha perdido además todas las elecciones municipales desde entonces.

Las elecciones municipales se hicieron en forma simultánea con las nacionales, pero con el sistema de boleta única de papel aprobado en Santa Fe en el 2011, y no hubo otros cargos provinciales en disputa. En la ciudad se renovaban 8 bancas del Concejo municipal, sobre un total de 17 que conforman el cuerpo.

En las PASO, las siete (7) listas internas del "Frente de Todos" que compitieron, sumaron en total 40.805 votos, quedando en segundo lugar detrás de las listas de "Juntos por el Cambio" pero superando a las del oficialista Frente Progresista del intendente Jatón. En la misma elección, las dos listas de senadores nacionales del FDT sumaron 44.093 votos, y las de diputados nacionales 43.409. Hasta ahí, nada que llamara demasiado la atención: es posible que las listas del oficialismo nacional sumaran adhesiones de quienes, en el orden municipal, optaron por otras fuerzas políticas.

Lo que merecería una reflexión más profunda, al interior del peronismo local y en todos sus sectores, es lo que pasó en las elecciones generales. Porque la lista de senadores nacionales obtuvo en la ciudad Capital de la provincia el 14 de noviembre 47.056 votos (o sea, 2963 más que en las PASO); y la de diputados nacionales 46.239 votos, es decir 2830 votos más que en las primarias.

Pero en cambio la lista de concejales alcanzó 33.144 votos, es decir nada menos que 7661 menos que en las PASO, siendo la única lista de todas las presentadas, que disminuyó su cantidad de sufragios entre una y otra elección: todas las demás los aumentaron. De resultas de la merma, el FDT descendió al tercer lugar entre las listas que competían en la elección, y solo pudo obtener una de las 8 bancas que estaban en juego.

Un tema que pasó prácticamente desapercibido en la mayoría de los análisis que se hicieron desde las elecciones para acá, incluidos los de los que se mostraron preocupados por los resultados electorales del peronismo en Santa Fe.

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