LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

domingo, 25 de septiembre de 2011

INÚTIL. PRESENTARSE SIN REFERENCIAS


El púgil de la foto es Juan José Bertero, el ministro de la Producción del gobierno de Binner, próximo a cumplir sus cuatro años de mandato.

Cuatro años en los que ambos (gobernador y ministro) hablaron mucho sobre políticas activas de apoyo a la producción: que las cadenas de valor, que los famosos diez puntos de política agropecuaria, y un montón de etcéteras más.

Cuando se presentó hace unos días el Plan Agroalimentario Nacional Bertero dijo -muy suelto de cuerpo- que compartía los objetivos, pero que lo complicado era llevarlo a la práctica.

Curioso: las palabras "llevar a la práctica" en una oración del ministro de la Producción de Binner; alguien que no se caracterizó precisamente por llevar a la práctica políticas y medidas concretas de gobierno.

¿O acaso alguien puede mencionar alguna medida concreta que Bertero haya tomado en estos cuatro años en beneficio de cualquier actividad o sector de la producción santafesina?

No obstante eso, todas las noticias vinculadas a la economía provincial (las buenas y las malas) lo encontraron siempre como inefable comentarista, aportando su opinión balconeando el asunto desde afuera; como si él no tuviera nada que ver, ninguna responsabilidad en el tema.

Cuando la crisis internacional golpeó con fuerza y muchos puestos de trabajo de empresas santafesinas corrían riesgo de perderse, Bertero nada hizo, excepto aportar su comentario: fue el Estado nacional el que corrió en auxilio de las empresas y trabajadores con problemas; desde hacerse cargo del pago de parte de los salarios caídos con el Programa Repro, hasta auxiliar financieramente a General Motors con los fondos de la ANSES, para desarrollar en la planta de General Alvear un nuevo modelo, que posibilitó a su vez crear nuevos puestos de trabajo.

Ante la emergencia agropecuaria originada en la sequía, lo único que hizo el gobierno provincial y el ministerio de Bertero fue apurarse a declarar la emergencia (lo de apurarse es una licencia idiomática: los decretos respectivos llegaron a tardar en algún caso seis meses en ser dictados), pero los fondos para la asistencia de los productores y sus familias salieron del Ministerio de Agricultura de la Nación; del mismo que por ejemplo la ayuda a los quinteros del cinturón frutihortícola de Santa Fe, para algo tan sencillo como adquirir telas media sombra para proteger sus cultivos.

No hubo ningún reclamo corporativo (como el de la Mesa de Enlace para que se eliminen las retenciones, o el de las Bolsas de Comercio para que abran por completo las exportaciones sin ninguna traba) que no contara con el apoyo de Bertero. Lo que nunca hubo fueron medidas concretas de apoyo -incluso a esos mismos sectores- por parte del gobierno de Binner y su Ministerio de la Producción.

Las cifras de ejecución de los presupuestos provinciales marcan a las claras la escasísima importancia que el gobierno del socialismo le dio al área: en el año 2007 el Ministerio representaba el 1,15 % del total del gasto público provincial; porcentaje que fue bajando en forma constante en estos cuatro años hasta llegar al 0,60 % el año pasado, y el 0,38 % proyectado para este año.

Por cierto: buena parte de las partidas del Ministerio de la Producción de la provincia son fondos aportados por la Nación; como se demostró acá en su momento.

El gobierno provincial dejó pasar la oportunidad de la nueva licitación convocada para contratar al agente financiero del Estado provincial, para utilizar el canon que obliga a pagar al Grupo Eskenazy para financiar actividades productivas, sea mediante subsidio de tasas, o créditos para capital de trabajo; y llegó al extremo de utilizar para gastos corrientes los fondos asignados por la Ley 12.733 (2007) para constituir una sociedad de garantías recíprocas (SGR), que formara un fondo de garantías para que las pymes santafesinas pudieran acceder al crédito. Tampoco hizo ninguna gestión para que el sector privado aportara a la conformación de ese fondo de garantía, como lo mandaba la ley.

Del mismo modo, el gobierno de Binner utilizó en gastos corrientes los fondos provenientes del recupero de la cartera de créditos del ex Banco Provincial, en lugar de destinarlos a la financiación de actividades productivas como lo dispuso en su momento el Decreto 1039/07.   

No hubo en estos cuatro años una empresa, una fábrica o una inversión radicada en Santa Fe como consecuencia de las políticas o medidas desplegadas por Bertero desde el Ministerio de la Producción; y su único proyecto relevante fue remitir a la Legislatura (a los tres años y medio de mandato) la creación de la Corporación Financiera para el Desarrollo, pero sin especificar ni que forma jurídica tendría, ni con que recursos financiaría sus actividades. En síntesis: un dibujo más en un papel, sin valor práctico alguno.

Tampoco se reglamentó la Ley 12.105 (2003) de Compre Santafesino, a más de ocho años de haberse dictado; para favorecer a las empresas locales en las propias compras y contrataciones del Estado; y el reciente caso del molino arrocero de Romang (salvado del cierre por la oportuna intervención del Secretario de Comercio Guillermo Moreno, después de un año de inútiles "mesas de diálogo" convocadas por Bertero) expone en toda su crudeza la inoperancia del ministro de la Producción de Binner.

De algún modo tanta inutilidad fue castigada por los electores cuando el hombre intentó quedarse con la senaduría por el Departamento Castellanos.

El gobernador electo Antonio Bonfatti ha manifestado (al menos antes de los últimos cruces entre radicales y socialistas) que conservaría al 95 % del actual gabinete provincial.

Cabría preguntarse si eso incluirá a Bertero. 

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