Como vemos en la captura de pantalla de Clarín, el gobierno identificó a los sectores que seguirían recibiendo el subsidio a las tarifas, en este caso a través de una resolución del ENARGAS, pero se presume que el mismo criterio se aplicaría a la electricidad y el agua (en este caso a los usuarios de Capital Federal y GBA atendidos por la empresa AYSSA).
No es necesario un mayor esfuerzo intelectual para entender que se trata en todos los casos, de los sectores sociales más vulnerables; con lo que este aspecto de la medida en sí, pocos podrían cuestionarlo: que la asistencia del Estado se concentre en los que verdaderamente la necesitan (jubilados, pensionados, beneficiarios de planes sociales y la AUH, enfermos y aquéllos que no alcanzan con sus ingresos a pagar las tarifas plenas).
Hoy a la mañana Boudou y De Vido hicieron otro anuncio de quita por sectores de los subsidios, en la Capital Federal y la zona norte del Gran Buenos Aires:
Para los que no conocen los lugares, la infografía de Infoabe ayuda: todo el cordón urbano de la Capital estructurado en torno a la Avenida del Libertador, y distritos de la zona norte del conurbano donde prevalece población de altos ingresos (muy altos en algunos casos).
Estos nuevos anuncios complementan a los anteriores de quita a industrias y sectores de altísima rentabilidad (petroleras, mineras, casinos, bancos, financieras) y zonas V.I.P. de Buenos Aires, como Barrio Parque o Puerto Madero.
Pero aun dentro de esos lugares, la gente que necesite mantener los subsidios (por ejemplo los de la Villa 31, que está en Retiro) puede completar el formulario que les enviarán con las facturas, y conservarlo si está dentro de los sectores que se describen por ejemplo en la resolución del ENARGAS.
Un detalle no menor del artículo de Clarín: cuando se dice que -con los parámetros establecidos en la resolución- sólo el 10 % de la población podrá conservar los subsidios; que serían los sectores pobres e indigentes, ¿no hay un reconocimiento implícito de los logros del kirchnerismo en materia económica y social desde el 2003 para acá?
Como se dice en la nota, estos mismos criterios son los que el gobierno intentó utilizar a fines del 2008 para eximir a los mismos sectores, de aumentos de tarifas por rebaja estacional de subsidio o la creación de cargos específicos para financiar obras de infraestructuras como los gasoductos, o las importaciones de combustibles; como se hizo con el Decreto 2067/08.
Y la historia de lo que pasó entonces es conocida: las asociaciones de consumidores (de clase media) hicieron amparos en la justicia y frenaron los aumentos (habían hecho lo mismo con un intento de Lavagna en el 2006, en el gobierno de Kirchner), Pino Solanas, Lozano y Giustiniani organizaron un cacerolazo a Olivos y la cosa quedó para otro momento.
Por ejemplo ahora, cuando Cristina acaba de ganar las elecciones con el 54,11 %.
Sin embargo el cambio de humor político de vastos sectores del electorado del 2009 para acá no significa que ahora estén dispuestos a aceptar pagar por los servicios lo que valen, como podemos ver acá:
Lo de la "invasión a la privacidad" viene a cuento de que, si al contestar el cuestionario, alguien dice que le deben mantener los subsidios porque no puede pagar con sus ingresos la tarifa plena, el Estado cruzará la información con la disponible en la ANSES y la AFIP para corroborar cuáles son sus ingresos reales.
Para evitar casos como el de Susana Giménez, que dice que gana tres mil pesos por mes, ¿vieron?
Los parámetros para determinar en que casos seguirán los subsidios están bastante claros, el problema es otro: son los sectores que despotrican contra los subsidios estatales como la AUH, o la entrega de las net books de Conectar Igualdad, o los decodificadores de la TV digital cuando benefician a los sectores más humildes; pero no quieren saber nada con que les toquen el bolsillo a ellos, cuando se benefician con subsidios de ese mismo Estado al que critican.
En el mismo sentido va lo de la "declaratoria de pobreza" que (al decir este señor Blanco Muiño) implicará para cierta clase media poner en un formulario que necesita el subsidio porque no puede pagar la tarifa: es como meterles el dedo ya saben donde, obligándolos a pedirle algo al Estado, más algo de lo que vienen gozando hace años sin saberlo en muchos casos, o sabiéndolo pero haciéndose bien los pelotudos, en muchos otros.
Pero como lo dijimos acá, esto es parte de lo que se viene de ahora en más con este tema de los subsidios, donde impera la más absoluta hipocresía: todos dicen que están de acuerdo con que los saquen, con tal de que la poda no les toque a ellos.
Y por supuesto no podía faltar el niño Mauricio, cual Chacho Peñaloza de Barrio Parque y aledaños, enarbolando la bandera del porteñismo:
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