Una presidenta elegida por el pueblo en elecciones democráticas, y reelecta con el 54,11 % de los votos reclama públicamente (en un acto en el que entrega licencias de radio a municipios de todo el país, sin distinción de colores políticos) que se cumpla íntegramente con una ley sancionada por el Congreso nacional, con una amplísima mayoría en ambas Cámaras, después de ser discutida en foros públicos a lo largo y a lo ancho del país, durante un año.
Ley que venía siendo reclamada por un conjunto de organizaciones sociales prácticamente desde el retorno a la democracia, y que está trabada en la justicia por absurdas medidas cautelares dispuestas por jueces impresentables, a favor de grupos comunicacionales que detentan un número de licencias tan grande, que hasta violaba los límites de la legislación de la dictadura, empeorada por el menemismo.
El reclamo de la presidenta es público, sin entrevistas secretas con el presidente de la Corte ni ninguno de sus jueces -como cierto CEO de cierto Grupo que obtuvo una de esas cautelares-, y pide que la justicia (que tiene la causa hace ya más de un año) se expida, para permitir que la ley se cumpla.
Tremendo, ¿dónde iremos a parar con estas presiones?
Así no se construye una república, no señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario