Se ve que los socialistas están cada vez más nostálgicos de los tiempos del alfonsinismo, más incluso que los propios radicales: hace un tiempo salieron todos (Binner, Giustiniani, Galassi) con el famoso tema del "pìso" del 34 % de coparticipación que la Nación les tendría que garantizar a las provincias (que estaba en la Ley 23.548 de 1988), y ahora Bonfatti -tirando cifras al aire como es la costumbre de ésta gente- viene con que en esa época de cada 100 que recaudaba la Nación, a Santa Fe llegaban 5, y ahora son apenas 3,60.
Cifras que son tiradas tan al voleo como las del famoso 34 %, que uno tienen que andar adivinando de donde lo sacan, para sacar cuentas y ver si tienen o no razón, como hicimos nosotros acá; invitamos a los lectores a revisitar el post.
Del cual sacamos los datos de que a Santa Fe éste año (según su propio presupuesto) van a llegar 14.083 millones de impuestos nacionales, que serían entonces los $ 3,60 de cada 100 (todo lo recaudado de impuestos nacionales) de que habla Bonfatti.
Y si dividimos 100 (todo lo recaudado) por 3,60 (lo que Bonfatti dice que viene a Santa Fe) da que, por cada peso que viene acá, 27,77 van a otro lado; y ahí está la primera mentira del gobernador: en esos 27,77 están lo de la Nación, lo de la CABA y lo de todas las demás provincias; cuestión que hay que aclarar porque, como él lo dice, parece que a los otros $ 96,40 que no vienen a Santa Fe, se los queda la Nación.
Esos 14.083 millones (lo que viene a Santa Fe) multiplicado por 27,77 da 391.085 millones; pero el problema es que no se sabe bien de donde sacó Bonfatti la cifra que tira; porque ese segundo monto no es ni el total del presupuesto nacional, que completo (contando todas sus fuentes de ingresos) son casi 507 mil millones, ni es lo que tendrá la Nación
de ingresos tributarios (impuestos), que son algo más de 321.000 millones
(incluyendo derechos de exportación e importación), o sea una cifra tirada tan en el aire como el 34 % del "piso" de coparticipación.
El cálculo que nosotros hicimos en el post del 34 % es que este año se girarán de
coparticipación a todas las provincias (incluyendo Santa Fe) 156.995 millones,
o sea que aun con las propias cifras que da Bonfatti (que no decimos que sean ciertas porque no sabemos de dónde las saca, simplemente las usamos para un simple verificación matemática), les estaría llegando a las provincias el 40,14
% de la "torta" coparticipable, o sea más del supuesto "piso" establecido por la ley de Alfonsín (en realidad bastante más, porque era sobre los recursos de la
Administración Central).
De todos modos, calculado lo que Santa Fe recibiría en concepto de coparticipación de impuestos nacionales sobre el total de los recursos tributarios del Estado nacional, a nosotros la cuenta nos da que de 100 pesos que éste recauda, la provincia recibe 4,38; y si del cálculo excluimos los derechos de exportación e importación (como debe ser, de acuerdo a la Constitución), la cifra trepa a 5,99; en ambos casos por encima de lo que indica Bonfatti.
De todos modos, calculado lo que Santa Fe recibiría en concepto de coparticipación de impuestos nacionales sobre el total de los recursos tributarios del Estado nacional, a nosotros la cuenta nos da que de 100 pesos que éste recauda, la provincia recibe 4,38; y si del cálculo excluimos los derechos de exportación e importación (como debe ser, de acuerdo a la Constitución), la cifra trepa a 5,99; en ambos casos por encima de lo que indica Bonfatti.
Ojo:
los 14.083 millones nacionales que llegarán este año a Santa Fe (reiteramos: según
el propio presupuesto provincial) sólo son por concepto de coparticipación de impuestos, o sea no
entran en esa cifra el Fondo Soja, no entra el Incentivo Docente, las transferencias para
planes de viviendas, los fondos de emergencia agropecuaria ni (fundamentalmente) el
gasto de los organismos nacionales en Santa Fe; que será de otros 23.386 millones (jubilaciones, pensiones, AUH, pensiones no contributivas de
Desarrollo Social, PAMi, Universidades, obras de Vialidad Nacional, etc), antes del último aumento a los jubilados nacionales anunciado por Cristina en cumplimiento de la ley de movilidad previsional.
Otro aspecto que no debe perderse de vista es que la Ley 23.548 (la de los tiempos de Alfonsín, a la que siempre se remite el socialismo en sus reclamos) era (según ella misma lo decía) un "Régimen Transitorio de Distribución de Recursos Fiscales entre la Nación y las provincias"; y que luego de ella vinieron no sólo los pactos fiscales, sino que se crearon nuevos impuestos nacionales que entonces no existían, y se estableció en cada ley como se distribuían entre la Nación y las provincias.
Al sólo título de ejemplo, los impuestos sobre los Bienes Personales y la transferencia de combustibles líquidos y el gas natural (Ley 23.966, 1991), el adicional de emergencia sobre el precio de venta de los cigarrillos (Ley 24.625, 1996), la modificación total del régimen de los impuestos internos (Ley 24.674, del mismo año), el monotributo (Ley 24.977, 1998), el impuesto sobre los intereses pagados y el costo del endeudamiento financiero empresario (Ley 25.082, 1998), el impuesto de emergencia sobre las altas rentas (Ley 25.239, 1999) y el de los débitos y créditos bancarios, vulgarmente conocido como el impuesto al cheque (Ley 25.413, 2001).
Como pueden ver, el kirchnerismo no modificó ni creó ningún nuevo impuesto de los mencionados desde el 2003 para acá, y en todo caso lo que hizo fue modificar el reparto del impuesto al cheque, y prorrogar (por la Ley 26.078 del 2005) la distribución preexistente de los impuestos nacionales coparticipables, mientras éstos rijan o no se sancione una nueva ley de coparticipación.
Si lo que el socialismo quiere es dar un debate serio al respecto en lugar de tirar cifras al voleo es ponerlas en contexto comparando por ejemplo lo que las provincias vienen percibiendo en concepto de coparticipación federal con el PBI (tal como lo hizo acá en su momento Diego Rubinzal) para comprobar que no sólo mermaron, sino que crecieron.
A lo que hay que agregar que todos los gobiernos anteriores al de Binner tuvieron que manejarse con ese mismo esquema de distribución de recursos entre la Nación y las provincias, es decir que (coincidiendo en ésto con Bonfatti, aunque él lo diga claramente con otro sentido) es fácil comprobar donde está el origen de los apuros financieros que está pasando la provincia; que no es justamente la merma en las transferencias de coparticipación federal.
Otro aspecto que no debe perderse de vista es que la Ley 23.548 (la de los tiempos de Alfonsín, a la que siempre se remite el socialismo en sus reclamos) era (según ella misma lo decía) un "Régimen Transitorio de Distribución de Recursos Fiscales entre la Nación y las provincias"; y que luego de ella vinieron no sólo los pactos fiscales, sino que se crearon nuevos impuestos nacionales que entonces no existían, y se estableció en cada ley como se distribuían entre la Nación y las provincias.
Al sólo título de ejemplo, los impuestos sobre los Bienes Personales y la transferencia de combustibles líquidos y el gas natural (Ley 23.966, 1991), el adicional de emergencia sobre el precio de venta de los cigarrillos (Ley 24.625, 1996), la modificación total del régimen de los impuestos internos (Ley 24.674, del mismo año), el monotributo (Ley 24.977, 1998), el impuesto sobre los intereses pagados y el costo del endeudamiento financiero empresario (Ley 25.082, 1998), el impuesto de emergencia sobre las altas rentas (Ley 25.239, 1999) y el de los débitos y créditos bancarios, vulgarmente conocido como el impuesto al cheque (Ley 25.413, 2001).
Como pueden ver, el kirchnerismo no modificó ni creó ningún nuevo impuesto de los mencionados desde el 2003 para acá, y en todo caso lo que hizo fue modificar el reparto del impuesto al cheque, y prorrogar (por la Ley 26.078 del 2005) la distribución preexistente de los impuestos nacionales coparticipables, mientras éstos rijan o no se sancione una nueva ley de coparticipación.
Si lo que el socialismo quiere es dar un debate serio al respecto en lugar de tirar cifras al voleo es ponerlas en contexto comparando por ejemplo lo que las provincias vienen percibiendo en concepto de coparticipación federal con el PBI (tal como lo hizo acá en su momento Diego Rubinzal) para comprobar que no sólo mermaron, sino que crecieron.
A lo que hay que agregar que todos los gobiernos anteriores al de Binner tuvieron que manejarse con ese mismo esquema de distribución de recursos entre la Nación y las provincias, es decir que (coincidiendo en ésto con Bonfatti, aunque él lo diga claramente con otro sentido) es fácil comprobar donde está el origen de los apuros financieros que está pasando la provincia; que no es justamente la merma en las transferencias de coparticipación federal.
1 comentario:
Cuando el Justicialismo gobierna la provincia, el déficit siempre se debe al "choreo", al acomodo de punteros y al enriquecimiento ilícito de sus funcionarios y empleados. Aunque dicho déficit no sea tan escandaloso como el actual. Pregunto ¿qué denominación recibe el actual déficit que imposibilita la obra pública, la comida en los comedores escolares, los insumos en hospitales y etc.?
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