LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

domingo, 23 de abril de 2017

LOS VAN DER KOOY DE LA ECONOMÍA


Las estimaciones de crecimiento para la Argentina se mantuvieron en 2,2%, tal como lo habían difundido en enero. La semana pasada hubo una suba de tasas de referencia. ¿Cómo puede afectar la expansión para 2017 y 2018 mayores tasas de interés?
Depende de qué ocurra con la tasa de interés real. Si las expectativas de inflación no varían mucho y la tasa real de interés se mantiene, de hecho, elevada, esto facilitaría la convergencia hacia el objetivo de inflación del Banco Central. (No contestaste la pregunta, que era por el crecimiento y no por la inflación. De ese modo evitaste explicar por qué mantienen el mismo pronóstico de crecimiento al que llegaron luego de rebajar la pauta cuatro meses, porque nada funciona como lo previeron; y también soslayás que si la tasa de interés se mantiene elevada las posibilidad de crecer se siguen reduciendo. Y de la inflación ni hablemos: le meten más potenciales a la baja que una columna de Van Der Kooy) 
Las previsiones de inflación para este año saltaron desde noviembre ¿Cuándo estiman que la Argentina podrá tener una inflación más moderada, de un dígito?
Incrementamos nuestra perspectiva de inflación con respecto a la anterior previsión principalmente porque los precios parecen ser más inflexibles a la baja de lo que creímos meses atrás, pero no hemos modificado sustancialmente nuestros supuestos para adelante. Por lo tanto esperamos que siga disminuyendo y que llegue a un dígito en 2021. (O sea la pifiaron con el pronóstico de baja de la inflación hace apenas cinco meses atrás, y pretenden que tomemos en serio el pronóstico de que la inflación va a seguir bajando -cuando está subiendo-, y que saben de cuanto va a ser dentro de cuatro años.)
–El valor del dólar dentro de la Argentina planea cierta discusión sobre cómo afecta a la economía, teniendo en cuenta de que está prácticamente quieto desde hace más de un año, con una inflación de 40% en 2016. Las estimaciones del Panorama prevén para la Argentina un déficit de cuenta corriente mayor en 2018 que en este. ¿Qué dificultades podría acarrear esta situación de dólar quieto e inflación?
Esperamos que la cuenta corriente empeore el próximo año y en el mediano plazo, a medida que la economía argentina se acelera (en particular, mientras que la inversión vaya rebotando de manera gradual) y que el valor real del peso se continúe incrementando, a medida que flujos de capitales hacia el país mantengan el valor nominal del peso y el diferencial de inflación con los socios comerciales continúe, aunque vaya disminuyendo. Un tipo de cambio real fuerte puede darse como parte del proceso de desinflación, aunque tiene implicancias en la recuperación económica, tal como lo detallamos en el informe del año pasado dentro del marco del Artículo IV. (Abren el paraguas por si todo falla y este año tampoco crecemos, pero mantienen el pronóstico de crecimiento de noviembre pasado, aunque lo habían revisado tres veces antes. Muy serio todo)
–¿Cómo evalúa el ritmo de endeudamiento argentino? ¿Es sostenible en el tiempo?
–No modificamos nuestra valoración respecto a noviembre del año pasado, de lo que volcamos en el informe del Artículo IV. Si el crecimiento se acelera (aunque a un paso más lento que lo que estimamos en noviembre) y mejora el balance fiscal, tal como estimamos en nuestros pronósticos, entonces el ratio del endeudamiento en relación al PBI debería estabilizarse en el mediano plazo.” (O sea, contra toda evidencia empírica constatada por ustedes mismos al admitir que la pifiaron, mantienen el mismo pronóstico sobre el crecimiento, que a esta altura es más un deseo que otra cosa. Y sobre la otra pregunta del millón -que es hasta cuando se podrá sustentar este nivel de endeudamiento-  se vuelven a hacer bien los pelotudos: si crecemos será tolerable, pero no creceremos y no saben ni cuando ni como ni cuanto vamos a crecer. Por eso el “debería”)
(Las negritas son nuestras, el original acá).

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