"Parafraseando el Manifiesto Comunista podría decirse que un fantasma recorre las elites argentinas: (¿El fantasma de la "B"?) la posibilidad de que Cristina Kirchner se presente en las elecciones de la provincia de Buenos Aires y las gane. Ese escenario provoca pánico en el establishment, (Ah, el fantasma del cagazo era) muchos de cuyos miembros sostienen que postergarán inversiones o levantarán sus negocios. (¿Y hasta ahora cual fue la excusa entonces?) Los consultores no pueden disipar ese temor aunque les expliquen que aun ganando la legislativa es remota la posibilidad de que pueda volver a la presidencia. (Pasa que son los mismos que les dijeron que iba presa y no volvía más, después que volvía pero no era candidata y después que era candidata pero perdía) Expresada de otra manera, la inquietud ("Inquietud": Pánico, cagazo, pavura, terror, miedo) se extiende a un amplio arco de la clase política. (Empezando por el pichettismo) Una eventual victoria de la ex presidenta, se dice en los pasillos, debilitaría al Gobierno, pero impediría que otros dirigentes peronistas pudieran sucederla en el corto plazo. (Claro, porque hasta ahora vienen bárbaro construyendo el postkirchnerismo) Si Cristina ganara, auguran los observadores, el mundo leería esa victoria como un regreso del populismo, (Y como una derrota estruendosa de Macri, digamos todo) razón necesaria y suficiente para desechar a la Argentina. (Ha visto, ahí estaba la razón por la cual hasta ahora la desecharon por completo: por las dudas ganara Cristina)
Si se baja de la elite a la calle, (Asumimos que la élite vive en una nube sin contacto con la calle, buena autocrítica) se observa una diversidad de opiniones, condicionada por el nivel socioeconómico y educativo de la población. (Los más brutos la apoyan, sería el razonamiento subyacente) Cristina Kirchner provoca cualquier sentimiento, menos indiferencia. Para la clase media alta resulta inaudita y repudiable su candidatura: (Y pavorosa, más que nada) "Es una vergüenza que pueda presentarse, debería estar presa" (Claro, como Milagro Sala. Al final a Macri le faltan los huevos de Gerardo Morales) es la frase que mejor sintetiza el rechazo a su probable postulación. (Claro, porque prefieren eso antes que decir que si no la meten presa, gana) Detrás de esa frase se expresa un legítimo reclamo de ciudadanos que apunta al funcionamiento anómalo de la Justicia (Pero claro, por supuesto, no van a pensar que se trata simplemente de gorilismo reaccionario) y a la baja calidad moral de la clase dirigente. (En efecto, por eso votan a Macri) Pero para otros, la impugnación a Cristina encubre un marcado rechazo al peronismo. (¿Vos decís, no es indignación ciudadana por la rerpública y las instituciones? Dolor Gil Lavedra) Muchos integrantes de la clase media alta lo responsabilizan por los problemas que soporta el país: estancamiento económico, pobreza, corrupción, autoritarismo. (Más que eso, paritarias, aguinaldo, industria, vacaciones pagas, poner la mucama en blanco, jubilación universal) Para ellos, es el culpable excluyente de la mentada decadencia argentina. (Por supuesto, consecuencia de los peronistas Cavallo, Alsogaray, Krieger Vasena. Dagnino Pastore, Sigaut, Martínez de Hoz, López Murphy, Roque Fernández, Sturzenegger y siguen firmas en la unidad básica)
A medida que se desciende en la escala socioeconómica, se amplía la controversia porque empiezan a aparecer voces que reivindican a Cristina. (Horror, descenso a los infiernos de la negrada del Dante) Sin dejar de condenar la corrupción de su gobierno, se admite que durante su presidencia había más consumo, más actividad. (Cosa que, efectivamente sucedía, eso ayude quizás a la percepción) Hasta aquí la clase media. En los argumentos de los sectores populares desaparece progresivamente la conciencia del conjunto de la sociedad, centrándose la atención en las necesidades básicas del grupo familiar: (Los negros son así, preocupados por llegar a fin de mes o poner algo en la olla al mediodía no se interesan por el INDEC o el Consejo de la Magistratura) no importaba tanto la corrupción, (Lo cual le jugó a favor a Macri para sacar algunos votos ahí con el argumento de que como es rico, no iba a robar) y aun la inseguridad, porque con Cristina había trabajo; que las instituciones funcionaran mal (No como ahora, que son un violín) o que los hospitales atendieran tarde, (En cambio ahora te mandan el médico a tu casa a preguntarte si hay alguien enfermo) que los chicos aprendieran poco en la escuela (Ojo que si entramos a ver a los egresados del Cardenal Newman, no sabemos cuando empezó el problema) o se vendiera droga en el barrio, (El narcotráfico, ese invento argentino y kirchnerista) quedaba disimulado porque "se podía traer el pan a casa", como dicen tantos testimonios. (Desagradecidos de mierda, ahora ya no se bancan todo lo otro que sigue igual, simplemente porque no pueden poner un pan en la mesa. No hay manera de conformarlos) Es probable que a estas alturas muchos lectores estén pensando: es lo de siempre, "roban pero hacen". (Es verdad, a medias: estábamos pensando "Es lo de siempre, el gorilaje con todos los problemas resueltos juzga éticamente desde el púlpito moral al que se caga de hambre") Sin embargo, esa conclusión perturbadora (¿Cuál, la de que Cristina gana?) requiere un discernimiento más profundo, que invita a suspender los juicios de valor. (Y ya que estamos, los de lesa humanidad)
Para la gente educada es fácil aborrecer el populismo, (Fácil y barato, sobre todo, por esa costumbre populista de subir los salarios) lo difícil es entenderlo. (Que rara es la gente educada, le cuesta entender cosas) Si Cristina ganara en octubre, acceder a esa lucidez será un desafío. (Y para colmo la calentura no los dejaría pensar) Para empezar, una explicación básica de la adhesión a figuras como ella es el déficit de ciudadanía. (Ah, no son los gobiernos de mierda que hubo antes y después, era un problema de instrucción cívica) ¿Qué es la ciudadanía? Sin los recaudos de la ciencia política, podría definírsela como un estatus donde el individuo posee recursos materiales y espirituales que le permiten interesarse por el bienestar de la sociedad y el Estado, más allá de su vida privada. (¿Y con los recaudos de la ciencia política, que es la que ha acuñado el concepto, como sería jeño? Porque así la definición te quedó que ciudadanos son solo los que tienen los problemas materiales resueltos, de ahí al voto calificado hay un pasito) Los ciudadanos saben que la salvación no es individual sino colectiva. Que una sociedad mediocre condena a sus integrantes a la mediocridad. Que la corrupción mata tanto como el hambre. (Claro, por eso votaron a Macri, el héroe colectivo, brillante, humilde y honesto) ¿Y cómo se alcanza la ciudadanía? Poseyendo agua y cloacas, trabajo digno y acceso a la salud, la educación, la justicia y la información de calidad. (O sea todo lo que los gobiernos que les gustan a la gente educada le niegan a los demás, para luego lamentarse porque votan al populismo) Que unos puedan ser ciudadanos y otros no habla del reparto inequitativo de estos bienes. (Exacto, y eso es culpa...del clima) Esa disparidad condena a que progrese una parte de la sociedad, mientras que la otra se estanca y embrutece.(Ojo, alguien puede progresar y embrutecerse al mismo tiempo, Macri es el vivo ejemplo de eso) Atribuir las causas de este problema histórico y estructural solo al peronismo resulta una simplificación tranquilizadora (A la que en éste diario en el que escribís adhieren fervorosamente desde 1945) pero falaz de la historia argentina. (Mirá vos, le pintó el revisionismo, que no lean esto los Mitre que lo rajan) Un liderazgo decadente como el de Cristina Kirchner (Decadente pero tienen un cagazo terrible de que les gane, y de allí esta columna) es un síntoma de la desigualdad económica y social, (Acá te salió medio Mordisquito, "Yo no la inventé a Cristina, fueron ustedes, con sus gobiernos de mierda") antes que una patología de la política. (Ah, la derecha y su tentación de explicar lo que no les gusta apelando a las enfermedades)
Aunque el Presidente se haya fortalecido en las últimas semanas, (Exacto, por eso se desmayó en Ecuador) el Gobierno afronta la amenaza de Cristina (Si una candidatura opositora en las elecciones es una amenaza es porque estás gobernando como el culo, manejálo) atravesado por múltiples contradicciones que lo jaquean. (Claro, de un lado están los malos y del otro los peores, de un lado los vagos y del otro el rabino Bergman, encabezando a los inútiles) Demuestra sensibilidad y profesionalismo en la política social, (Le faltaría demostrar que tiene algo parecido a "política social" y estaríamos) pero enfoca ciertos temas con la mentalidad de los pudientes,(Todos los que involucran la economía y los negocios, básicamente) que no entienden la estrechez. (Bueno, uno que otro pantalón les ha quedado chico, no sé si vale como experiencia) Lucha contra la corrupción, (No se nota mucho, te cuento) pero está sumergido en opacidades (Soterrado más bien, como el Sarmiento) que lo ponen bajo sospecha. Abre el juego a sus socios (Caputo, Calcaterra, Mindlin) en muchos distritos, pero cierra la provincia de Buenos Aires, el territorio clave, a las figuras aliadas con más valoración. (Carrió se corrió sola, para no perder por paliza con Cristina como en el 2007 y 2011) Si Cristina ganara en octubre, estas contradicciones no habrán sido resueltas. (Y surgirán otras, por ejemplo quien se merece un bote salvavidas en el Titanic y quien no) Y el país seguirá atrapado en el pasado equívoco que ella representa. (Ah, entonces es preferible que gane el gobierno para que siga atrapado en el pasado inequívoco, el presente terrible y el futuro espantoso que representa. Igual, son elecciones legislativas, para las presidenciales hay que esperar hasta el 2019. ¿Acaso vos sabés algo que nosotros no sobre las posibles consecuencias de un triunfo de Cristina?)
(Las negritas son nuestras, el original acá)
3 comentarios:
La degradación que muestra la "tribuna de doctrina" es impactante. Este hombre, con su pobreza del vocabulario,su reiteración de miedos ancestrales mal expresados, no podría escribir en un folleto barrial. Pero lo publica La Nación.
Estos son los pretendidos "pensadores" de la derecha. Como Rozitchner o Loperfido. Una celebración de la ignorancia.
No roban porque son ricos o son ricos porque roban?
Francamente conmovedor, asistir al hecho científicamente irrebatible de que majul no está solo, que tiene cría y es musa inspiradora..... el horror, diría el bueno de Marlon Brando....
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