A CONFESIÓN DE PARTE...

 

¿Iban a volver mejores?https://t.co/jU71mG1jZz

— Mauricio Macri (@mauriciomacri) December 13, 2020

Qué tristeza. https://t.co/hokO9vy1NK

— Mauricio Macri (@mauriciomacri) December 13, 2020

Reapareció Macri: se levantó de la reposera y pidió que le escribieran una carta para mandar a los medios. El texto completo -ocho párrafos- acá en su Facebook.

A un año de haber dejado el gobierno, se esperaría que el tipo haga un balance de la gestión que lo sucedió, o que reivindique algún aspecto de la suya, o ambas cosas. El título parecía prometer algo de eso, cuando se pregunta de modo retórico si volvimos mejores. Disgresión: antes que nada volvimos, cuando él y muchos pensaban -y así lo dijeron- que no volvíamos más.

Pero volvamos a la carta: de los ocho párrafos, cinco hablan de la decisión del gobierno nacional de cerrar el aeropuerto de El Palomar, y como eso impacta en el funcionamiento de las aerolíneas "low cost". En otro de los párrafos restantes, Macri reivindica otras dos ¿políticas públicas? de su gobierno: el "expediente electrónico" (al cual le atribuye la virtud de terminar con la corrupción, así como así nomás) y las "sociedades simplificadas", que permitían "en una hora estar operando como empresa".

Reflexiones sobre lo hasta acá reseñado: el tipo no destaca -de su gobierno- ningún logro de política económica,  educativa o de salud. Solo lo antes señalado. Y dice en su carta: "Podría continuar con ejemplos como este en todas las áreas". Podría, pero no lo hace: se limita a las "low cost", y las otras dos porongas mencionadas.  

Pese a que, en la misma carta, señala contundente: "Hay en marcha un plan activo y deliberado para entorpecer, clausurar, estropear o eliminar cualquier política implementada por nuestro gobierno, aún aquellas que de manera objetiva e incontestable fueron beneficiosas para todos los argentinos.". Y acá nos queremos detener: si ese plan existe, está bien oculto, porque lo que hay es -en muchos casos- falta de decisión del gobierno para avanzar en modificar las políticas heredadas del macrismo.

Pero aun cuando lo que dice Macri fuera estrictamente cierto, la pretensión es insólita: está pidiendo que, pese a haber perdido las elecciones en primera vuelta, se sigan aplicando las políticas de su gobierno, como si la gente no hubiera votado. Incluso -se llega a la conclusión muy sencillamente, por contraposición- aquellas que de "manera objetiva e incontestable" fueron perjudiciales para el pueblo argentino: el despiste conceptual solo es comparable al cinismo y la caradurez.

Habrán notado hasta acá que no nos interesa ni siquiera discutir si las "low cost" sí, o las "low cost" no. Lo relevante es la confesión explícita de lo que Macri reivindica de su gobierno, al punto de convertirlo en el disparador de su conclusión de que "no volvimos mejores": un negocio que lo involucró personalmente a él y a funcionarios de su gabinete, con empresas de dudosa seriedad, otorgado al amparo de generosísimas prebendas estatales (Flybondi tuvo asignadas 386 rutas, con un solo avión).

Eso, y el intento de replicar Panamá en la Argentina, "off shorizando" el país para convertirlo en un paraíso fiscal en el que fuera más fácil constituir una sociedad, que sentarse a tomar una cerveza. Una revelación -insospechada de kirchnerismo- de la naturaleza intrínseca del macrismo, de cuáles fueron sus prioridades de gestión y los valores rescatados por el propio Macri, como su "legado para la posteridad": los negocios, ante todo.

Habrá que agradecerle no solo que reaparezca -en tanto lo haga, genera más problemas a la oposición que al gobierno- sino que lo haga en éste registro. Nos ahorra muchos debates y explicaciones. Como dicen, a confesión de parte, relevo de pruebas.