LA FRASE

"NO ES TAN DIFÍCIL DE ENTENDER: ESTELA DE CARLOTTO ES GOLPISTA Y EL GENERAL VIDELA LO ÚNICO QUE HIZO FUE COMBATIR AL TERRORISMO." (VICTORIA VILLARRUEL)

sábado, 5 de diciembre de 2020

LAS VENAS ABIERTAS DE LA ARGENTINA

 

El tuit de apertura corresponde a esta nota de Página 12 en la que se da cuenta que el Banco Central  le informó al Ministerio de Agricultura que Díaz & Forti, la empresa del Grupo Olio que viene operando en comercio exterior con la infraestructura presuntamente alquilada a Vicentín, tiene pendientes de liquidar e ingresar divisas al mercado de cambios por más de 450 millones de dólares. 

Al mismo tiempo, el juez del concurso de Vicentín dispuso intervenir la empresa por 90 días sin desplazar a su directorio y poner a un coadministrador, y en ese marco se supo que no se pudo establecer que tipo de vínculo contractual tiene la aceitera con el grupo Olio y su controlada Díaz & Forti, salvo una mención a un importe que ésta le pagaría a Vicentín por alquiler de las instalaciones. 

Hecho que hace que muchos sospechen que se trata de operaciones fraguadas por la propia Vicentín para obtener ingresos en dólares y sustraerlos a la masa de los acreedores presentados en el concurso. Tratándose de estafadores seriales, nada descabellado.

Cuando la propia Vicentín declaró que estaba bajo "estréss financiero" y pidió su concurso, se reveló un amplio entramado de operaciones turbias o decididamente ilegales de comercio exterior: triangulaciones con empresas vinculadas al grupo, o ubicadas en paraísos fiscales, embarques no declarados, soja que se importaba desde Paraguay o Uruguay para reexportarse eludiendo el pago de retenciones.

Y no es que Vicentín haya sido la oveja negra del sector, ni mucho menos: cualquiera de los grandes grupos del complejo agroexportador que debería proveer la mayor parte de las divisas genuinas provenientes de nuestro comercio exterior incurrió, incurre e incurrirá en prácticas similares o peores: precios de transferencia, sobre facturación de importaciones, subfacturación de exportaciones, retaceo de divisas.

Tanto que ésta misma semana -tarde, muy tarde pero mejor que nunca- el Ministerio de Agricultura informó que las exportadores que no liquiden las divisas dentro del plazo de quince días de obtenidas, quedarán suspendidas del registro de exportadores y no podrán seguir operando en el comercio exterior.  

En el racconto de las maniobras habituales en el sector, no podemos dejar de mencionar los casos en los que se registraban anticipadamente operaciones en los registros del comercio exterior aun sin tener la disponibilidad de la producción a exportar, para pagar menos retenciones o directamente eludirlas; así como el hecho de que todo nuestro río Paraná-nuestra principal vía fluvial de salida de la producción agropecuaria- está de hecho privatizado, con puertos privados y con el dragado de su hidrovía en manos de una concesionaria privada, desde hace años.

Está muy claro que el comercio exterior de granos y oleaginosas -el principal renglón de nuestras exportaciones, con el actual modelo productivo y el principal proveedor de divisas genuinas- es un sector estratégico que no puede dejarse exclusivamente librado al accionar de las fuerzas del mercado; porque además de operar bajo la lógica de sus intereses, a poco que exista alguna regulación estatal se sentirán tentados a eludirla, incluso cometiendo delitos.

Estaba claro en el primer peronismo, cuando se creó el IAPI y se nacionalizó el comercio exterior en la Constitución de 1949, y sigue estando aun más claro hoy, casi tres cuartos de siglo después. Y mientras no se tomen medidas de ese calibre, todo lo demás será insuficiente, y ese renglón de nuestra economía seguirá siendo un conjunto de venas abiertas por la que circulan hacia otros lares buena parte de nuestras posibilidades de desarrollo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En los puertos privados del río Paraná, a las cerealeras se les determina las cantidades que embarcan en base a sus propias declaraciones juradas. A las propias declaraciones juradas de las cerealeras.
No sé, pero en una de esas, quizás, declaren menos toneladas que las realmente embarcadas. Y entonces saldría parte de la carga en negro, sin tributar. Pero debe ser una idea mía equivocada, y las declaraciones juradas son exactas.
El Colo.