En la partida contra los buitres movió el gobierno, y sorprendió a unos cuantos: la decisión de pagarles a los bonistas de los canjes girando los fondos al banco de Nueva York en el que podrían poner sus garras (con la ayuda de Griesa) pone la pelota en campo ajeno, como señala acá Oscar Cuervo.
Para variar, los opinólogos de toda laya, los que presumen de tener siempre la precisa, quedaron con el culo al norte; porque la hipótesis no estaba entre las que se barajaban: tal fue la sorpresa que una recorrida rápida por las ediciones digitales de los diarios reflejaba desconcierto, y las opiniones sobre si Griesa podía o no embargar las cuentas ya no era tan unánimes ni categóricas.
Claro que se trata de una jugada no exenta de riesgos (típica en ese sentido del kirchnerismo, como apunta acá Gerardo), porque el adversario también juega y ha demostrado con creces que no se achica: el comunicado oficial es la respuesta a la previa decisión de Griesa de no reponer el "stay" (cautelar), para que se pagara a los bonistas reestructurados sin peligro de embargos, mientras se negociaba en su juzgado; en un claro desafío a las decisiones políticas (con respaldo legal) de un Estado soberano.
Que no esté exenta de riesgos la medida (hoy mismo Griesa podría ordenar embargar las cuentas, por ejemplo) no implica que no debió haberse tomado, porque los riesgos son parte de la política. Parte principal, necesaria e inescindible; aunque a diario nos quieran hacer creer lo contrario.
Y política fue también la respuesta del gobierno argentino a la administración Obama, por su postura titubeante en el tramo final y decisivo de la causa ante la Corte Suprema: la advertencia de recurrir a La Haya en caso que Griesa impida cobrar a los bonistas (porque la Argentina ya ha pagado, poniendo los fondos a su disposición) pone a la disputa en un plano de responsabilidad internacional de los Estados, donde uno no puede cumplir con sus leyes y contratos, porque se lo impiden los jueces del otro.
Todo el conflicto se vino desarrollando en simultáneo en el frente judicial y el diplomático, y en ése segundo impactan los apoyos que supo cosechar la Argentina: los propios EEUU (con las salvedades de sus disputas internas que terminan bloqueando una actitud más decidida de su administración), la ONU a través de UNCTAD, la CELAC, Unasur, el Mercosur, Rusia, China, Francia, el propio FMI o el Papa; además de artículos favorables al país en medios insospechados de simpatías con el kirchnerismo, como The New York Times, o el Financial Times de Londres.
Decíamos en joda nosotros en Twitter que salvo Troscolandia y Cacerolia, todos los demás países nos apoyan en esta patriada.
Por esa razón sólo se puede atribuir al desconcierto opositor las pintorescas afirmaciones de Dante Caputo de anteayer diciendo que el fallo de Griesa demostraba el fracaso de la política exterior del gobierno, y el aislamiento internacional del país.
Desconcierto opositor dijimos, y los sumamos al que imperaba ayer por la tarde en las redacciones de los diarios. Tras el viaje a Whasington de algunos dirigentes opositores para abogar por el país ante la Corte yanqui (un gesto de mínima correción, en un caso en el que están en juego los intereses del país, más que la suerte de su gobierno), volvieron a lo de siempre cuando se supo que el fallo de Griesa quedaba firme: criticar todo lo que hiciera el gobierno, y decir que ellos lo hubieran hecho mejor; sin acertar a explicar nunca como.
Los márgenes de maniobra del gobierno se han venido achicando como consecuencia de la presión de los buitres y la intransigencia de Griesa, que se niega de plano a reconocer entidad legal al canje y la reesturación de nuestra deuda: que ese comportamiento coincida con los intereses del núcleo concentrado del mundo de las finanzas globales, no se puede atribuir simplemente a la casualidad.
Sobre esa certeza (en la que -tal como lo señala el comunicado del gobierno- el comportamiento de Griesa en las audiencias no introduce dudas), y por la importancia que la preservación de la deuda dentro de los límites establecidos en los canjes tiene para el futuro del país (tanta como la tuvo para éstos 11 años de crecimiento e inclusión social), descansa la línea política que está siguiendo el gobierno en éste tema; línea que expuso el otro día en la ONU con meridiana claridad Kicillof.
Si se pierde de vista esa circunstancia, y se reduce todo a una discusión puramente jurídico formal, o a una cuestión de buenos modales sobre como tratar a un juez, se estará comprendiendo poco del tema.
Pero además el conflicto con los buitres es una prueba de carácter (una más y van) para el liderazgo de Cristina y para su gobierno; que también hay que verla en el contexto en el que se desenvuelve, y con una visión de futuro.
Porque al mismo tiempo que el gobierno tiene que atajar pelotazos buitres a diario -tal la metáfora futbolera empleada hace poco por la propia Cristina- debe atender otras cuestiones candentes, con buitres de cabotaje, pero no por eso menos importantes, entre las que se nos ocurren por lo menos tres (sin que la enumeración se entienda taxativa), a saber:
* Los laboratorios que se resisten a retrotraer los aumentos de precios de los medicamentos y amenazan ir a la justicia, mientras el gobierno los denuncia por maniobras de cartelización y amenaza sancionarlos.
* Las terminales automotrices que protestan por la caída en las ventas y amenazan con suspensiones y despidos, pero poco y nada pusieron de su parte para resolver el problema (que en gran parte crearon ellos mismos), hasta que el gobierno lanzó el PROCREAUTO.
* Los bancos, que la levantaron con pala y están sentados sobre una pila de plata, y ya están pergeñando como hacer para eludir las nuevas reglas del Central poniendo tope a las tasas, cargos y comisiones en los créditos personales y prendarios; para lograr disminuir el costo financiero total del crédito, y alentar el consumo.
Como si se tratara de jugar simultáneas en el ajedrez, y todas contra rivales que no son precisamente aprendices.
Mientras la oposición anda en sus fotitos de "Fulano se mostró con Mengano" para darse celos mutuamente, sus abrazos a Campagnoli, y sus aplicaciones para que "lagente" los llame por celular y les pida cambiar el cuerito de la canilla, el gobierno (ahora éste, pero mañana otro, si se quiere tomar en serio la tarea de gobernar) debe ocuparse de estos asuntos, y otros de similar importancia; como tomar medidas para recuperar el nivel de actividad, y evitar la destrucción de empleos.
Esta sea quizás la enseñanza más importante que deje el episodio buitre (que está lejos de concluir, pero en el que las líneas de fuerza están tendidas y claras hace tiempo): pensemos cuáles de los que andan dando vueltas peinándose para la foto en las presidenciales del año próximo (incluso alguno propio, por que no) estarían en condiciones de jugar simultáneas, como lo viene haciendo Cristina.
2 comentarios:
otra vez viendo el mismo canal...
creer o reventar lo del ajedrez nos ha copado
pàse por aca
http://poesiayramosgenerales.blogspot.com.ar/2014/06/torneo-de-ajedrez-griesa-kicillof.html
No levante la perdiz viejo, si al final nos estamos afanando entre nosotros,no hay terceros perjudicados
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