DE COMO TIRAR UN VERDE PARA RECOGER UN MADURO

El decreto de convocatoria a las elecciones nacionales salió ayer en el Boletín Oficial, fijando el cronograma que ya estaba prefigurado de antemano: las PASO serán el 9 de agosto, las elecciones generales el 25 de octubre y el balotaje -de ser necesario- el 22 de noviembre.

O sea que para un eventual e hipotético mano a mano entre Macri y el candidato del FPV -tal la hipótesis que lanza Bonfatti, anticipando su voto- faltan más de seis meses.

Y si las cosas siguen como pintan hasta ahora, el "apoyo" del gobernador no será necesario, porque volveremos a ganar en primera vuelta; como en el 2007 y el 2011, pese al "fin de ciclo". 

Las elecciones provinciales -en cambio- están mucho más cercanas, para ser precisos son el 14 de junio; es decir exactamente dentro de 33 días, y ahí no hay balotaje que valga: el que saca un voto más que el otro, y más que todos, es gobernador; y listo.

Tal como quedaron las cosas después de las PASO provinciales, el gobernador y su candidato a sucederlo necesitan no sólo retener todos y cada uno de los votos del FPCyS, sino lograr que al menos una parte de los que votamos a Perotti lo hagamos por Lifschitz; para poder ganarle a Del Sel .

Y como fracasó el "operativo seducción" que están intentando a través de los voceros paraoficiales del nahuelcaputtismo bobo (copyright Barricada), ahora lo intentan de otro modo; como una especie de canje de favores: yo te voto en un eventual balotaje, vos votáme ahora, y entre ambos "frenamos la vuelta de la derecha". Tira un verde para recoger un maduro, digamos. 

Se Bonfatti se quedó sin  candidato a presidente propio porque se bajó Binner (obedeciendo al pedido de Magnetto de achicar la oferta opositora) o la que tendría que votar es simplemente testimonial (como Margarita Stolbizer), es un problema de él; no nuestro.

Y lo de que "a la derecha no la voto" habría que verlo, porque lo cierto es que más allá de las declaraciones de explícito neoliberalismo de su candidato a gobernador (ver acá), "con" la derecha que representa el PRO sí votaron, en el Congreso nacional; en una innumerable cantidad de oportunidades, y siempre en contra del gobierno de Cristina; o rajándose.

Así por ejemplo en la disolución de la ex SIDE y creación del nuevo sistema nacional de inteligencia, la ley de pago soberano local, la de abastecimiento, el nuevo Código Procesal Penal, la creación de las PASO, el nuevo Código Civil y Comercial, la expropiación de Aerolíneas Argentinas, Argentina Digital, la ley de cautelares, la de responsabilidad del Estado, la reforma del Consejo de la Magistratura y la nueva carta orgánica del Banco Central. 

También -al igual que la derecha- votaron en contra de la cláusula de desinversión de la ley de medios, del artículo de la ley que disolvió las AFJP que autorizaba a utilizar sus activos para financiar proyectos productivos y de desarrollo (que dio lugar por ejemplo al Procrear) y del artículo de la ley que regula a los mercados de capitales que le permite al estado intervenir en las empresas que cotizan en bolsa, para garantizar los derechos de los accionistas minoritarios.

Y cuando no votaron en contra -siempre junto con la derecha- se ausentaron, como por ejemplo cuando el Congreso ratificó el DNU del Procrear.

Del mismo modo que firmaron -al igual que la derecha- el compromiso por escrito para no designar a ningún reemplazante de Zaffaroni en la Corte Suprema, sin importar a quien proponga el gobierno.  

Lo que implica que aún dándose la hipótesis de un balotaje en las elecciones nacionales, los antecedentes no autorizan mucho que digamos a creerle a Bonfatti que "jamás votaría a la derecha".