(*)
¿Qué hacer con
Cristina Fernández después de consumada su primera derrota electoral? (Dejarla
asumir su banca en el senado ¿O las otras opciones son desaparecerla como a
Santiago Maldonado o meterla presa como a Milagro Sala?) El proyecto
político que encabeza atrasa y espanta. (Obvio, no es moderno como el de
Macri, que discontinúa el plan satelital y quiere hacer retroceder la
legislación laboral al siglo XVIII) Está basado en la irracionalidad, el
autoritarismo, la acumulación de dinero malhabido y unos cuántos dogmas
cuasireligiosos (Metéle alguna diferencia, porque hasta ahí le calza
perfecto a Macri, te comento, incluyendo Al dogma monetarista de Sturzenegger) que
incluyen desde el consabido Macri/basura/vos sos la dictadura (Que va camino
a convertirse en el hit del verano, gracias justamente a Macri) hasta la
delirante idea de que el actual es un gobierno ilegítimo (Dicha por
“consultora la concha del mono”) que vino para terminar de hambrear a la
Argentina y desaparecer a militantes de la lucha contra la opresión como
Santiago Maldonado. (Bueno, eso es efectivamente lo que está pasando, Luis,
lo digan o no delirantes o fanáticos)
Para la mayoría de la
clase política, la expresidenta no solo representa el pasado, sino que
permanece dentro del panel de líderes mundiales más fanáticos y conservadores,
como Donald Trump en los Estados Unidos y Nicolás Maduro en Venezuela. (Ojo
que los dos vienen de ganar elecciones Luis, y con el primero Macri ya no sabe
como hacer para congraciarse) Los dirigentes del peronismo como Juan Manuel
Urtubey, Juan Schiaretti, Miguel Angel Pichetto, Sergio Uñac y Florencio
Randazzo, por nombrar solo a los más visibles, (Ninguno de los cuáles dirige
nada, ni siquiera el tránsito, digamos. Y el presidente del PJ que es Gioja, llamó
a votar por Cristina) lo saben mejor que nadie. Para ellos, Cristina es un
doble problema: no los deja avanzar (Claro, está todo el tiempo pensando
como obstaculizar su impresionante ascenso a la condición de líderes de masas,
cagándolos a votazos) y al mismo tiempo les resulta muy difícil
desembarazarse de ella. (Decíles que se pongan en contacto con Gendarmería,
que les puede aportar alguna idea) Nadie duda que la ex jefa de Estado
perderá contra Esteban Bullrich. (La proliferación de columnas como esta
darían a entender que están dudando, y mucho) Pero la liga de gobernadores
y quienes aspiran a reunificar el peronismo rezan para que sea por mucho. (¿La
liga de gobernadores o Macri, el gobierno y vos, Luis?) O mejor dicho: por
un margen lo suficientemente importante como para que a Cristina y sus
incondicionales de La Cámpora no le queden ganas, ni siquiera, de pelear la
interna del peronismo y así posicionarse para 2019. (Ah, pero entonces
quédense tranquilos y no escriban más: eso es justamente lo que están
pronosticando las encuestas. ¿O vos dudas si no son truchas, Luis?)
Sin embargo, la
candidata a senadora tiene un incentivo extra para dar pelea hasta el final: la
posibilidad cierta de que no solo ella, sino también su hijo Máximo y en
especial, su hija Florencia, puedan terminar presos, (Pero Luis, estuvo dos
años sin fueros cuando dejó el gobierno, y todos ustedes decían que iba a ser
candidata a cualquier cosa para tener fueros. Y en todo caso la protegen a
ella, no a los hijos. Eso de proteger desde las ventajas que da el Estado a la
familia queda para los Macri) bajo el fuego cruzado de tres expedientes (O
sea, causas trillizas armadas por si con una sola no alcanzaba) que los
involucran como miembros de una asociación ilícita diseñada para robar dinero
del Estado, distribuirlo entre empresarios amigos y luego recuperarlo bajo la
fachada de actividades lícitas como la explotación de hoteles y el cobro de
alquileres exhorbitantes. (Si no ponías lo de los hoteles parecía que otra
vez estabas hablando de Macri, Caputo, Calcaterra y Mindlin. Igual, lo de
“exorbitantes” andá a chequearlo a la concha de la lora)
¿Cómo enfrentar al
pánico y el odio por perder la libertad tanto de ella como de sus hijos? (Eso
¿cómo, Luis?) Y lo que es más relevante todavía ¿cómo competir con el nivel
de representatividad real que tiene Cristina sobre los sectores más seducidos
por su discurso delirante y los millones de argentinos más empobrecidos que
todavía creen que lo poco que poseen, como los planes sociales que cobran todos
los meses, es porque primero Néstor y después la expresidenta así lo
determinaron? (Ah, o sea que la votan porque tiene representatividad real en
sectores beneficiados por el kirchnerismo cuando gobernaba, y cagados por
Macri. Y eso es un poco más difícil de arreglar que con carpetazos judiciales.
Ahí está el huevo y no lo pise, diría Inodoro Pereyra)
No hay una fórmula
mágica para correr a Cristina del firmamento político de un día para el otro. (La
pregunta es por qué habría que buscarla estando en democracia, y por qué un
periodista debería ocuparse de esa tarea) De hecho, el presidente Mauricio
Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal lo entendieron desde el principio. (Lo
cual no habla muy bien de su perspicacia porque tuvieron que entender que
proscribir opositores no es propio de una democracia, sino de una dictadura.
Eso sí: después les molestan los cantitos) Por eso en la provincia
impulsaron al plan de obra pública más ambicioso de los últimos 25 años. (Ah,
se pusieron en esos gastos para eliminarla a Cristina, no porque las obras
hicieran falta. Hablemos de obsesiones) Y por eso, también, ambos tienen en
carpeta un par de reformas estructurales. Desde la división de La Matanza (De
un lado los peronistas, que no podrían votar, y del otro el resto. Muy
interesante como las reformas estructurales en éste gobierno tienen solo una
preocupación institucional, despojada de toda pasión o revanchismo políticos) hasta
la recuperación económica, social e institucional de las zonas más profundas
del conurbano. (Nada más que para que se olviden de Cristina. Bueno, aunque
sea para eso, ojalá la hagan, porque hasta ahora...) Ninguna de las dos se
podrán hacer realidad si la Corte Suprema de Justicia no le termina dando la
razón a Vidal, quien reclama, para la provincia, la parte proporcional que le
corresponde de la coparticipación, hoy calculada en $ 53 mil millones anuales. (Ah
¿y eso es culpa de que Cristina no ha decidido aun evaporarse?) El reclamo
está en la Corte. Y Ricardo Lorenzetti trabaja en una decisión salomómica. (Es
“salomónica” Luis, viene del rey Salomón, no del rey Momo)
El Presidente del
máximo tribunal busca una fórmula de equilibrio (Exacto, desde que llegó al
cargo está en eso) que le permita a la gobernadora administrar una provincia
hasta ahora inviable, y atienda la queja de sus pares, quienes no quieren pagar
con más ajuste el pedido legítimo del distrito más importante y más pobre de la
Argentina. (No es el más pobre ni de cerca, burro. Y si el reclamo es
“legítimo” (¿por qué lo decís vos sería?) no se entiende porque la Corte
debería “hacer equilibrio”: le da la razón a Vidal y listo) Macri piensa en
un país más allá de Cristina, por más que a Cambiemos le siga conviniendo
competir en las elecciones con la jefa del ex Frente para la Victoria. (Tanto
les conviene que vienen pensando desde antes de asumir como hacerla
desaparecer. Del “firmamento político”, claro) Pero los días posteriores al
22 de octubre van a ser tanto o más intensos y apasionantes que los de este
presente. Hay varios asuntos por dirimir. Y todos parecen muy relevantes. Uno
es la situación judicial de la candidata a senadora nacional por Unidad
Ciudadana. (Y los otros, los que quieren tapar con las causas contra
Cristina: el tarifazo, la reforma previsional, el ajuste del gasto público y la
reforma previsional, para empezar. La prueba está en que de todo eso en este
libelo, ni mu se dice)
Los fiscales y los
jueces federales de primera instancia tomaron velocidad. Quieren elevar rápido
las causas que la comprometen a juicio oral. (¿Y en las otras causas que
tramitan tienen el mismo impulso? Digo, para despejar toda duda de que estemos
ante un caso de persecución política, viste) Los que manejan los tiempos de
Comodoro Py (O sea Macri, Garavano, Arribas, Tonelli y Angelicci) consideran
que, a este ritmo, el ex superministro Julio De Vido puede ir preso en
cualquier momento (Que puede ser hoy o en 2023. Así cualquiera acierta un
pronóstico) y Cristina, quizá, en 2018, o si se estiran algunas decisiones,
en 2019. (¿Hace falta recordarte que en abril del 2016 dijiste que la
detención era cuestión de horas?) Es decir: el año de las elecciones
presidenciales. (Ah, pero que casualidad, mirá vos. Lo que son los plazos
procesales, eh) El otro asunto es evitar que, ante la consumación de la
derrota, Cristina le de otra vuelta de tuerca a su delirio egocéntrico e
incentive a sus seguidores a resistir por otro medios. (Eso, como esperar
como 20 días para reconocer los resultados, ponéle. Ah, no, pará, cierto que
eso lo hizo el gobierno en las PASO) En este sentido, la cartita que la
biógrafa oficial de Cristina, Sandra Russo, escribió en su perfil de Facebook
es inquietante. ¿Qué significa no podemos responder solamente votando? ¿Qué
quiere decir con actuar en defensa propia va más allá de las elecciones? (Eso
Luis, lo elemental ¿o la idea es que votemos y después nos quedemos en casa
mirando “La Cornisa” para que vos nos expliqués que está todo fenómeno?) ¿Por
qué anuncia que se vienen tiempos oscuros de persecución? (Porque ya llegaron,
de hecho basta leer las paparruchadas semanales que vos escribís, y los vas
anunciando. Leéte de vez en cuando)
¿Por qué compara, en
términos tan abarcativos el periodismo actual con los servicios? (¿Por qué
son dos gotas de agua, y cobran de la misma caja, porque señalan blancos
opositores a perseguir por el gobierno, porque filtran escuchas telefónicas
ilegales, porque arman operaciones berretas contra sindicalistas, dirigentes de
derechos humanos o periodistas que investigan los negocios del gobierno? Ah, se
abren tantas posibilidades, como saberlo ¿no?) Es el de Russo un delirio
personal, producto de una nueva resaca intelectual de fin de semana largo? (¿Por
qué “nueva” Luis, sabés si ya tuvo otras, quién te contó, Arribas? Lo bueno es
que a Macri eso no le puede pasar en un fin de semana largo, porque lo
intelectual no es lo suyo: simplemente se rasca los huevos) ¿O escribió,
Russo, por boca de Cristina, Máximo y otros dirigentes desesperados? (Acá
apilamos como 38 inferencias sin fuentes, datos ni pruebas una encima de la
otra, le agregamos una pizca de proyección de lo que hacés vos todo el tiempo,
y listo) Russo llamó a "conectarse y hacer todas las redes posibles,
entre vecinos, militantes, organizaciones, sindicatos, amigos, colegas, gente
de bien, para defendernos juntos y defender a quienes nos defienden". (Tremendo,
subversivo y disolvente el planteo. Debería estar presa ya, como Milagro Sala,
por el delito de tener muchos contactos en Facebook) ¿Defenderse? ¿Defenderse de quién?
¿Cree, de verdad, que estamos viviendo bajo una dictadura? (¿Vos decís
entonces que solo en una dictadura te podés organizar para defender algo? Que
buena justificación para suspender el derecho de huelga, Luis ¿te la arrimó
Jorgito Triaca?) ¿O está buscando la excusa para justificar una acción más
allá del voto? El último gran desafío de la clase política es dejar a Cristina
del lado de las instituciones y el sistema democrático y evitar que sus
seguidores inicien el camino de la violencia, en cualquiera de sus formas. (Acá
ya armaste una torre de panqueques de inferencias múltiples, detenéte porque le
vas a terminar echando la culpa de los atentados de ISIS)
(*) Las
negritas son nuestras, el original acá.
3 comentarios:
La verdad es que si miramos su obra, el destino mínimo, elemental, sería mandarlo a la escuela y que rehaga la primaria.... pa'lo demás está el Código Penal pero, seamos justos, un burro, por más pedigree que tenga, NO puede hacer una buena defensa para sí mismo y, obviamente, las leyes y las costumbres siempre piensan en el derecho de los animalitos, no?
Lo único que queda para decirle al tarado de majul (así con minúsculas porque no amerita que se lo apellide con una mayúscula), es que se vaya bien, pero bien A LA CONCHA DE LA LORA. Burro, paranoico y delirante.
Majul tiene una diarrea que no puede contener. Está re garcado, terror a que Cristina gane.
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