LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

lunes, 30 de octubre de 2017

SOBRE LA REFORMA LABORAL


“Durante el último año se ha instalado en el eje del debate socio-laboral la necesidad –o no- de llevar a cabo una reforma de las normas y de los institutos que conforman el sistema de relaciones laborales argentino. En este escenario influyó, sin dudas, la reforma implementada recientemente en Brasil que modificó gran parte de los pilares que sustentan al derecho del trabajo de ese país. En la Argentina, el Gobierno Nacional conjuntamente con representantes del mundo empresarial han planteado en reiteradas ocasiones la urgencia de reformar las leyes laborales para “mejorar” las reglas del mercado de trabajo y la competitividad de la economía.”

“A esta corriente a favor de las reformas orientadas a flexibilizar las normas laborales se les suman las recomendaciones de política que realizan distintos organismos internacionales. Este es el caso de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos que, en su Estudio económico multidimensional para Argentina de julio de 2017, plantea que relajar las regulaciones laborales podría aumentar la fluidez del mercado laboral y fortalecer tanto la productividad como la inclusión.”

“Uno de los puntos medulares que divide las posiciones tanto del mundo político como del académico respecto a las reformas laborales se refiere a que, en general, implican el desmantelamiento total o parcial de normas e instituciones creados para proteger a los trabajadores. Es decir, los cambios que suelen promoverse no consisten en una adaptación del sistema de relaciones de trabajo a nuevas formas de organización del trabajo, sino a un recorte de derechos y beneficios establecidos en leyes vigentes, en detrimento de los trabajadores y sus organizaciones, y a favor de los empleadores.”

“Por su parte, los actores que apoyan la desregulación laboral plantean que el derecho del trabajo introduce ineficiencias en la dinámica productiva que afectan negativamente el potencial en materia de crecimiento económico y empleo. Bajo esta perspectiva, la reducción de la protección laboral es concebida como una medida necesaria para estimular la inversión empresaria y, al mismo tiempo, mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. Asimismo, el trabajo informal es visualizado de acuerdo con esta visión como una consecuencia natural de la regulación laboral.”

“Amparadas en la teoría económica neoclásica, que supone que toda intervención en el libre juego de la oferta y la demanda conlleva efectos distorsivos y, por ende, perjudiciales para la economía, las reformas laborales que fueron promovidas en distintos países durante las últimas décadas persiguen como objetivo el debilitamiento de los marcos normativos de regulación del trabajo. De acuerdo con la perspectiva que sustenta estas iniciativas, los estándares de protección de los trabajadores que caracterizan a muchos sistemas de relaciones laborales  elevan “artificialmente” los costos, configuran esquemas excesivamente rígidos y, por ello, se erigen como un obstáculo para la generación de empleo. Esta lógica se exacerba en la medida que las innovaciones tecnológicas afectan crecientemente la dinámica productiva.”

“Ahora bien, como reseñamos en el documento, no existe un consenso extendido en la literatura especializada en cuanto a los efectos que estas iniciativas tengan sobre el empleo. Mientras que parte de las investigaciones encuentra base empírica para cimentar la hipótesis según la cual las transformaciones de las relaciones laborales incentivan el dinamismo de la economía y la creación de puestos de trabajo, otros estudios concluyen que su implementación no solo no genera empleo, sino que además precariza las condiciones laborales.”

“Pero las investigaciones sí convergen en un aspecto. Tanto desde una perspectiva como desde la otra no parece haber duda respecto de que este tipo de reformas laborales promueven un aumento de los niveles de desigualdad. Tal constatación da sustento empírico a la aseveración conceptual que concibe que la protección del trabajo instituida mediante el derecho del trabajo contribuye efectivamente a moderar las desigualdades propias del sistema capitalista y, por el contrario, su revocación las amplifica. En consecuencia, las iniciativas de reforma dirigidas a debilitar el derecho del trabajo deberían ser rechazadas por la simple razón que el único resultado que ha sido demostrado de manera unívoca, es la restauración de las asimetrías existentes entre el trabajador y el empleador.”

“Otro aspecto relevante, es que la velocidad de los cambios que atraviesan las sociedades y, en particular, los sistemas productivos a partir de la innovación tecnológica posicionan a los actores del mundo del trabajo frente a un conjunto de desafíos absolutamente novedosos, que precisan de un abordaje sofisticado y cuidadoso. Los impulsores de las reformas laborales aquí analizadas han presentado esta realidad como un proceso de modernización que por su propia naturaleza demanda, para poder subsistir en él, la caducidad de los estándares de protección que históricamente mejoraron las condiciones de vida de los trabajadores.”

“Sin embargo, la actualización de las relaciones del trabajo y de sus marcos normativos de ningún modo debe estar inexorablemente dirigida por los principios de la teoría neoclásica y la flexibilización laboral. Por el contrario, parece más factible postular que, considerando que los nuevos tiempos introducen mayores riesgos y amenazas para los trabajadores (en términos de reemplazo de mano de obra por tecnología, demanda de capacitación, etc.), una reforma laboral debería más bien consolidar y fortalecer los niveles de protección del empleo. De este modo, el marco regulatorio quedaría mejor posicionado para constituirse nuevamente como una herramienta efectiva para combatir la exclusión social.”

El documento completo, acá.

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