NORMAS DE PROTOCOLO

 

Como muestra la imagen, cada vez que Cristina vino a Santa Fe durante su mandato presidencial, Binner la declaró huésped de honor.

Lo que no le impidió bardearla, antes y después, todas las veces: en los medios, por Twitter, de todas maneras.

Eso sí: antes y después, nunca cuando la tuvo enfrente.

La última vez que vino -en Venado Tuerto- su Directora de Ceremonial salió con que la Nación había vulnerado las normas de protocolo, por el lugar de Binner en el palco, el orden de la lista de oradores y vaya uno a saber cuantas boludeces más.

Que alguien le avise que -de acuerdo a las mismas normas de protocolo de la que ella habla- se declara huésped de honor a un presidente -en este caso Cristina- sólo una vez durante su mandato; la primera ocasión en que, en el transcurso del mismo, visita el lugar; en este caso la provincia.

Cosa que es una soberana pelotudez, como todas las normas de protocolo; pero esta gente le da una importancia tremenda a ese tipo de cosas; aunque en otras -que son verdaderamente importantes- se cagan.

Pequeñas muestras de la hipocresía cínica del socialismo santafesino: seguramente Binner interrumpía la firma del decreto declarando a Cristina huésped de honor, para ir a la computadora o al celular a bardearla por Twitter.