LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

viernes, 23 de marzo de 2012

EL HOUSE ORGAN DE LA EMBAJADA Y EL GIRO A LA DERECHA DEL GOBIERNO


La tribuna de doctrina (auto asumida hace décadas com house organ oficioso de la embajada norteamericana) se excita pensando en la posibilidad de que por fin, algún día, los marines invadan la Argentina y nos convirtamos en un protectorado o algo parecido.

Mientras tanto se conforma con las sanciones comerciales por el tema de los juicios del CIADI (uno de Azurix, fallida concesionaria del servicio de agua y cloacas en la provincia de Buenos Aires, el otro de un fondo buitre); algo que viene anunciando como inminente desde hace meses.

Incluso en la nota de hoy hay incertidumbre al respecto: según LN, los EEUU "se aprestan a" sancionar a la Argentina, "es inminente una decisión", "se concretaría", y así.

Anotemos un detalle: los dos casos que dispararían las sanciones corresponden a una empresa controlada por la tristemente célebre Enron (cuya quiebra generó un escándalo en los propios EEUU y puso en tela de juicio el financiamiento de las campañas políticas y el rol de las consultoras y calificadoras de riesgo), y el otro a un fondo buitre que adquirió en el mercado títulos de la deuda pública argentina previos al defáult del 2001; y que no aceptó entrar en ninguno de los dos canjes de deuda hechos durante el kirchnerismo.

Pero con todo y sus manchas, estos buenos muchachos le brindan al gobierno de Obama (tratados bilaterales y aceptación de la jurisdicción del CIADI mediante) la oportunidad para presionar al gobierno de Cristina por lo que verdaderamente les importa: que se eliminen o flexibilicen para las empresas yanquis las medidas de administración del comercio exterior (restricciones a las importaciones, licencias no automáticas) y de control del mercado de divisas (controles cambiarios, limitación al giro de dividendos de las empresas a sus casa matrices).

Es decir que, en el fondo, Azurix, Blue Ridge y el tribunal del CIADI a Obama y su administración le importan un pomo (aunque asumirán su defensa, como empresas yanquis que son), la preocupación pasa por otro lado.

Y las medidas "a tomarse" (cosa que está por verse aun, porque basta consultar los archivos de LN para corroborar todas las veces que se anunciaron), según la misma nota lo dice, tiene un efecto casi insignificante en los volúmenes del comercio exterior argentino.

El propio house organ oficioso yanqui se ocupa de transmitir que, en realidad, las medidas tienen por efecto transmitir "las sensación generalizada de frustración" de las empresas nortemaricanas y del gobierno de Obama, por el rumbo de la política económica de la Argentina bajo el kirchnerismo: algo que podrían haber hecho yendo al sicólogo, sin hacer tanto lío.  

Pero lo más curioso del caso es que el "malestar" surge porque la Argentina adopta medidas de control del comercio exterior y el movimiento de divisas, y se traduciría en medidas que privarían de ciertos beneficios (posiciones arancelarias más favorables) a algunos productos argentinos que se exportan a EEUU.

O sea que el gobierno yanqui -enojado con Moreno- reaccionaría a lo Moreno: aumentando los aranceles de aduana que pagan algunos productos argentinos para ingresar al mercado de EEUU; y -de paso- protegen a sus productores locales.

Con lo que demuestran que todas las zonceras sobre el libre comercio y la competencia y todo eso, se las dejan para los que se ofrecen gustosos a hacerles de voceros oficiosos -como el diario La Nación-; pero ellos no las toman muy en serio.

Y lo otro que queda demostrado con todo esto (y con otros temas, como la porfía con YPF) es que Altamira tiene razón: el giro a la derecha del kirchnerismo ya es inocultable. 

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