LA FRASE

"DE MI ASCENSO A SECRETARIO DE ESTADO SOLO DIRÉ QUE SI UNO ES BUENO EN LO SUYO, EL RECONOCIMIENTO SIEMPRE LLEGA." (MANUEL ADORNI)

domingo, 11 de junio de 2017

LAS COSAS POR SU NOMBRE


Salvo novedades de último momento (porque al fin y al cabo estamos hablando de política, y de peronismo) lo que pasará este miércoles cuando cierre el plazo para la oficialización de alianzas en la interna nacional (es decir, en la bonaerense) es que Cristina irá por afuera del PJ encabezando una coalición de partidos, y Randazzo irá por su lado, sin unidad ni PASO dentro del mismo sello.  

No será la primera ni la última vez que las cosas ocurran de ese modo: pasó en el 85' con Cafiero cuando Herminio Iglesias manejaba el PJ bonaerense, con la propia CFK enfrentando a Chiche Duhalde en el 2005 y ahora. En distintas circunstancias, con el peronismo en el poder en el país y en la provincia más grande, y estando en el llano en ambos distritos; como pasa ahora y pasó en 1985, con Alfonsín en la Rosada y Armendáriz en la Plata. Computemos también en el repaso histórico los "neolemas" autorizados por el congreso peronista de Lanús en el 2003, para evitar dirimir una interna entre Menem, Kirchner y Rodríguez Saá para elegir un solo candidato del PJ. 

El planteo de Randazzo de insistir con las PASO enfrentando a Cristina (porque ese parece ser el propósito confeso, tanto que ni siquiera deslizó la opción de competir en distintas categorías de cargos, aun habiendo internas) es -en el contexto- absurdo; porque supone discutir más a Cristina, que a Macri; y pasarse los dos meses entre junio y agosto en ese entuerto cuando lo que buena parte de la gente demanda es articular una oposición eficaz contra Macri. La incoherencia de Pérsico y el Chino Navarro (que objetan la candidatura de Cristina "porque hará que la discusión de la campaña gire en torno al pasado") es en este punto grosera. 

Dicho eso, regalarles a los que apoyan la candidatura de Randazzo el sello oficial del PJ y refugiarse en otra estructura, puede ser un error: les sube el precio (en la previa, cuando se cuenten los votos es otra historia), y como dice acá Nando Bonatto, supone que Cristina termine "enfrentando" a Randazzo dos veces, en agosto y en octubre.

Detrás de Randazzo se nuclean muchos de los que -dicen- tienen "bolilla negra" de Cristina para ir en las listas (Abal Medina, Alberto Fernández, el propio Navarro, Bossio aunque no tenga que renovar), pero sobre todo, los que no tienen votos; y de paso tratan de manotear la mitad de la pelusa que pone el Estado para las campaña, y los espacios publicitarios gratuitos. Digamos todo, porque de lo contrario no se entiende como apenas cruzando la General Paz esos mismos tipos no tienen ningún problema en hacer una lista de unidad incluso con la Cámpora, y aun cuando no obtengan puestos expectables en las listas. ¿La diferencia?: en la CABA no juega Cristina como candidata, o sea como diría Niembro: se nota mucho.

Han tomado la elección de éste año no como una herramienta para frenar a Macri, sino como una plataforma para instalarse de cara a la interna peronista para las presidenciales del 2019. Si ese es el dilema, el resultado no es dudoso: Cristina es (por escándalo) la que corre con ventaja. ¿Significa entonces que CFK volverá a ser candidata por el peronismo para la presidencia? No, significa que no es este el momento de discutir eso; porque hay otras cuestiones más urgentes, y dejarlas de lado es lo que verdaderamente le resulta funcional al gobierno, no que Cristina sea candidata en la PBA.

No se nos escapa que en los alineamientos con CFK de muchos intendentes y dirigentes del PJ bonaerense hay pragmatismo puro (racionalidad instrumental lógica, diría un poiltólogo): están ahí porque es la que más mide, y es lógico que así sea. Nada quita que eso mismo les pase antes del 2019 a muchos gobernadores que la dieron por muerta, y la quieren jubilar; o sea que Bordet, Manzur o Uñac terminen haciendo lo mismo que Insaurralde, que desde 2013 para acá pasó de candidato k a "libre pensador", híper crítico, tolerante y promotor de la candidatura de Cristina, sucesivamente; porque en los barrios y villas de Lomas de Zamora no le preguntan cuando habla Randazzo, sino cuando vuelve Cristina.

Por otra parte es una incoherencia mayúscula pedir PASO para sumar legisladores que luego en el Congreso formarán parte de distintos bloques, como el de "Peronismo para la Victoria" (Movimiento Evita) o "Justicialista" (Bossio, como Romero de SMATA, promotor de Randazzo). Precisamente esa incoherencia debió haber sido utilizada con astucia en las negociaciones previas para imponerles -como condición para habilitar la competencia interna- disolver esos bloques e integrarse al del FPV/PJ, y ahí se terminaban los versos (algo de eso está diciendo acá Máximo): los minibloques y bloquecitos son parte del viejo negocio del filibusterismo de quioscos legislativos, para tener "autonomía" para arreglar con el gobierno lo que interese; desde fondos para las provincias, hasta "emergencia social". Políticamente hablando en términos de posicionamiento frente al oficialismo, es lo mismo. 

Si los distintos intentos durante el kirchnerismo de construir el "peronismo disidente" fracasaron estrepitosamente, y los intentos del 2015 para acá de construir el "postkirchnerismo" tampoco cuajaron, es por una razón muy simple: los que los articularon y articularon no tiene a nadie que -ni por asomo- mida lo que mide Cristina en términos electorales. Una indiscutible referencia política que se construyó primero desde el gobierno (aviso a los "autocríticos": nadie que apoya a un proyecto político es tan tarado como para suponer que no cometió nunca ningún error, pero los pone en la balanza junto con los aciertos) y luego desde el llano, oponiéndose a Macri y asumiendo la representación de los lesionados por sus políticas; mientras Randazzo se cuidaba las cuerdas vocales del carpetazo,  Abal Medina le votaba los ministros de la Corte que estamparon luego su firma en el bochornos fallo del "2 x 1" y Romero (del SMATA) junto con el bloque de "Sanguchito" Bossio avalaban el acuerdo con los fondos buitres, que abrió la puerta para el saqueo del fondo de la ANSES. 

Así de simples son las cosas, sin fórmulas complicadas, sin rebuscadas interpretaciones, sin "autocríticas" lacerantes. ¿Significa eso que el kirchnerismo y Cristina hicieron todo bien, que no hubo errores y que no hay de qué arrepentirse? No, significa que eso ya pasó y está metabolizado (es absurdo suponer que porque no se diga en cadena nacional, no se tiene conciencia del asunto) y porque en la calle, en la gente, hoy, nadie lo está pidiendo: o están conformes con el gobierno, o lo bancan porque quieren a CFK presa (no "haciendo autocrítica"), o quieren frenar a Macri, porque sus políticas le cagan la vida, y sienten claramente que con Cristina estaban mejor; y en base a esa percepción van a votar los que voten contra el gobierno y sus segundas marcas. 

Más sencillísimo aun entonces que lo anterior, y es una pena que no tengamos 24 Cristinas, para cada uno de los distritos electorales: es decir candidatos con volumen electoral, sin miedo a los carpetazos, dispuestos a enfrentarse a Macri y que digan las cosas por su nombre, porque entonces muy otra sería la historia.

Se trata entonces de no endiosar las PASO ni denigrarlas: son herramientas, parte de una reforma política más amplia que englobaba otras cuestiones (el financiamiento de la política, la subsistencia de los partidos a partir de su nivel real de inserción en la sociedad, la publicidad igualitaria), que atendía dos cuestiones: reducir el nivel de fragmentación de la oferta política, y permitirle (como no) a la Casa Rosada tener injerencia en las listas del PJ, con los recursos del poder. Analizarlas hoy en otro contexto sin entender eso, es no entender nada.

Acá en Santa Fe (donde somos pioneros en la materia) llegaron en el 2004, para reemplazar a la ley de lemas, que le solucionaba al peronismo sus quilombos internos transfiriendo los votos al conjunto del lema (como todavía hace hoy el kirchnerismo en Santa Cruz): cuando desapareció esa herramienta se democratizó más con las PASO la elección de los candidatos (transfiriendo la decisión de los afiliados, al cuerpo electoral), pero nunca más ganó una elección provincial.

La razón es muy sencilla: nunca se cerró el debate interno sobre que tipo de peronismo construir, para ejecutar que proyecto político y para representar a quienes. El antiperonismo en cambio encontró en esa finalidad (cerrarle el paso al peronismo al poder) su unidad de sentido, pero no solo de dirigentes: también de votantes. Sobre todo de votantes. "Cambiemos" no es muy distinto a eso, y fue construido precisamente sobre la base de esa premisa mayor.

Como se ve, se trata de problemas más profundos que no se resuelven con las PASO o sin ellas, porque además en ellas juega el padrón general, y no el de afiliados. Por otra parte, si fueran internas tradicionales y tal como como están hoy los alineamientos de dirigentes y estructuras, Randazzo también perdería con CFK, y con toda seguridad peor; pero como incidiría eso en los comportamientos del elector luego en la elección general es otra historia, aunque aventuramos que poco y nada.

Dicho todo esto, las PASO (en todo el país) se vienen encima, pero no hay que perder de vista que el verdadero partido es en octubre; y lo que está en juego (como lo apunta acá Oscar Cuervo, glosando otras opiniones) es frenar no solo a Macri, sino al solapado intento de construir un peronismo domesticado, e integrado al régimen. O sea, como dice acá Artemio  glosando a Perón, no nos vamos a andar tirando la suerte entre gitanos, con argumentos rebuscados y especiosos.

Así como en su hora la Alianza se propuso como un prospecto de hacer menemismo prolijo sin corrupción, aparecen ahora (a poco que se los raspe) los que ofrecen la disponibilidad del peronismo para hacer macrismo sensible; hasta con lugar para el "aguinaldo social". 

5 comentarios:

tatincito dijo...

¿Alguien sabe que está pasando con C5N?

LaBásicaVirtual dijo...

“...los que nos llevaron al naufragio no pueden conducir ahora", afirmó Schmid (CGT) luego de Cancha Rayada.

Marcelo J. Tull dijo...

Excelente la nota.- Y muy buenas reflexiones.- Hace un tiempito pensaba que la PASO estaba bien y que el que perdiera se aliaría al ganador.- ¡Qué iluso! A Randazzo lo veo más dándole la mano a Massita o a Macri, que a CFK.- Si así fuera, se verían los pingos en la pista.- También nos daríamos cuenta quien es qué cosa.-
La frase que pone más arriba el joven Eliseo, dicha por Schmid, no hace sino confirmar el lugar que ocupa hoy esa institución.- De qué manera están lamiendo el escroto macrista, al igual que lo hizo el turro de Moyano cuando antes de las elecciones el que se la chupó a Macri fue él.- ¡Pensar que esta gente repugnante de Cambiemos está al frente de la CGT!

Anónimo dijo...

Randazzo fue un gran Ministro. Nada menos, pero nada más.
Nunca entendió el juego.
Y es de Chivilcoy. Igual que Magnetto. Pero esto es una casualidad.No tiene nada que ver con su actitud política frente a éstas elecciones. Nada que ver.
El Colo.

Erkekjetter Silenoz dijo...

Ja.... 'Celente cro....

Igual esto está por encima de nuestras posibilidades pero te digo que no me gusta una mierda ehhh....