Por Víctor Astesiano
…somos quienes debemos sostener al gobierno, al que el establishment ataca desde los medios de comunicación que hegemoniza, al ver que se esfuman absolutamente todas las alternativas probadas para intentar triunfar dentro del sistema democrático.
Es inevitable que entre nosotros existan sinvergüenzas, traidores, ambiciosos o corruptos, porque esa calaña forma parte también de la condición humana y en todos los ámbitos sociales existen. Ser bueno o malo es una opción y como seres libres muchos optan por ser los segundos disfrazados de los primeros. Por ello hay que tener los ojos bien abiertos y no tener miedo de exponerlos. Eso no nos tiene que detener, no nos tiene que confundir ni tiene que desviar nuestros objetivos. A esas personas hay que combatirlas y expulsarlas, al margen de que existan otras instancias en las que deban ser juzgadas, según hayan o no cometido delitos.
En esa batalla también debemos estar preparados. Una muestra es lo que ha sucedido con el caso Schoklender, por el cual hasta dirigentes de fuste y avezados han caído en las redes tendidas por los medios de comunicación, declarando impropiedades sin visualizar que dicen lo que el enemigo quiere.
Y el facilismo intelectual que propone la derecha, prende en aquellos sectores burgueses que les encanta mirar la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Y así, los medios de comunicación salen a defenestrar de abajo hacia arriba hasta llegar a la enemiga principal: Cristina. Porque, para ellos, es la principal responsable de todos los males. Y es así: Cuando le echan la culpa a Cristina de los males que se sufren, es porque es la responsable de las bondades que está recibiendo el pueblo.
Sepamos los militantes que habrá muchas piedras y las debemos correr del camino. No nos detengamos por ladrones, estafadores, histéricos o soberbios. Lo que se ha logrado hasta hoy era impensado, pero continuará sólo si nos colocamos como heraldos de este gobierno democrático, nacional y popular, al que debemos defender desde donde cada uno de nosotros podamos, incluso con el boca a boca.
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