LA FRASE

"ME DICEN QUE ESTÁ VINIENDO PARA ACÁ EL MINISTRO CAPUTO, ASÍ QUE TRÁIGANME ESA REMERA QUE DICE "NO HAY PLATA"." (KRISTALINA GEORGIEVA)

martes, 11 de septiembre de 2018

COMO DESVESTIR UN SANTO PARA VESTIR A OTRO


Los otros días puntualizábamos en ésta entrada las obras que pensaba ejecutar este año el gobierno provincial con financiamiento del Fondo Federal Solidario (fondo sojero), que Macri acaba de borrar de un plumazo por DNU.

Había de todo un poco, como en botica: acueductos, obras de cloacas, rutas, obras de pavimentación urbana. Obras, en definitivas, que tendrán que paralizarse o posponerse, o buscar otra fuente de financiamiento.

Que es precisamente lo que está haciendo Lifschitz con el decreto cuya imagen encabeza el post, como podemos ver además en ésta planilla anexa al mismo:


Como ven, en todos los casos los fondos para continuar las obras comprendidas en el decreto (todas a cargo del Ministerio de Infraestructura y Transportes) salen de la Ley 13.748, por la cual la provincia ratificó su adhesión al pacto fiscal que firmaron Macri y los gobernadores.

En particular a la cláusula por la cual la nación se comprometió a "Compensar, a través de transferencias diarias y automáticas, a las provincias que adhieran y cumplan con el Consenso, con un monto equivalente a la disminución efectiva de recursos en 2018 resultante de la eliminación del artículo 104 de la Ley de Impuesto a las Ganancias y del aumento de la asignación específica del Impuesto al Cheque. La compensación será administrada por cada jurisdicción y se destinará a inversiones en infraestructura sanitaria, educativa, hospitalaria, productiva, de vivienda o vial -en sus ámbitos urbanos o rurales-".

Ese cambio impositivo fue, además, el que disparó la reforma previsional con la nueva fórmula de movilidad de los haberes jubilatorios (a la baja hasta ahora), porque antes el 20 % de la recaudación del impuesto a las Ganancias se destinaba a financiar la seguridad social.

Las obras que están recuadradas en azul en el anexo (pavimentos urbanos en Rosario y Villa Gobernador Gálvez, y un canal en Arequito) son las que tenían asignada originariamente financiación con las partidas del fondo soja, que dejaron de llegar a la provincia por la decisión de Macri.

Es decir que Lifchitz decidió a su vez reemplazar esa plata (que salía de las ganancias de los sectores del campo privilegiado, beneficiados por la devaluación) por la que las provincias que firmaron el pacto fiscal reciben por haber contribuido a meterles la mano en el bolsillo para desfinanciar a los jubilados. 

Y todo para pavimentar calles en Rosario, por ejemplo, una tarea típicamente municipal. Como quien dice, el socialismo viste a un santo desvistiendo a otro; y siempre para peor.

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