EL SUEÑO DE MIGUEL

Porque #LosTiemposCambian, es hora de que lxs santafesinxs tengamos la Constitución más moderna y progresista del país, que garantice y amplíe todos los derechos conquistados en los últimos 56 años 💪📝 pic.twitter.com/tkwGZFPDxj

— Reforma Santa Fe (@laReformaSF) 3 de abril de 2018

Miguel tiene un sueño: miles y miles de santafesinos, a lo largo y a lo ancho de la provincia, avanzan en grandes columnas como si fuera el 17 de octubre, con banderas que dicen "Sí a la reforma constitucional, queremos a Miguel cuatro años más".

Sueña que logra vencer las resistencias de la oposición, y muchos Traferris, Pirolas y Calvos salen a hacer campaña por la reforma y la reelección, con la consigna "Miguel se merece otra oportunidad".

Sueña que la nación le paga la deuda de una sola vez, y de contado, y con toda esa plata hace miles de obras por toda la bota santafesina, como para que todos -la gente, la oposición- pidan no ya una reelección para él, sino su permanencia en la Casa Gris por todo el tiempo que haga falta, o el que él quiera.

Sueña conque construye una alternativa progresista en el país, para enfrentar al populismo y al neoliberalismo, en la que confluyen Margarita Stolbizer, Martín Lousteau, Ricardito Alfonsín y hasta los peronistas que se convencieron que lo del peronismo es asunto terminado; y le piden que sea candidato a presidente, "porque vos estás para más, y Santa Fe ya te queda chica".  

Miguel sueña con una provincia en paz social, sin inseguridad, sin narcos, donde los únicos gremios son UPCN y UDA, y todos los sindicalistas son como Jorge Molina y Sergio Romero: se conforman con los que les dan, no reclaman más aumentos, no quieren comprar más kilos de pan, y le evitan el doloroso trance para un socialista, de tener que descontar días de paro.

Miguel sueña y no lo despierten, para contarle que la nación no le pagó la deuda, no le dijo cuanta la reconoce y ni siquiera le hizo una propuesta formal, explicándole por escrito cuanto, como y cuando se la va a pagar.

Miguel sueña y no lo despierten, para contarle que la nación sigue sin financiarle el déficit de la Caja de Jubilaciones pese a que se lo prometió dos veces, cuando apoyó el blanqueo de capitales, y cuando firmó el pacto fiscal.

Miguel sueña y no lo despierten, para decirle que tampoco vinieron a la provincia más fuerzas federales, como se comprometió Patricia Bullrich, ni para enterarlo de que la guerra entre bandas narcos de Rosario amenaza batir todos los récords de muertos por hechos de inseguridad.

Miguel sueña y no lo despierten, para enterarlo de que la violencia en Santa Fe se acaba de cobrar una nueva víctima, en el barrio en el que él planeaba retirar la policía comunitaria, y el asesino trabaja en una de las cooperativas truchas de Corral que dieron lugar a la causa judicial que él -de común acuerdo con el intendente- decidieron mandar al frezzer apretando al fiscal que molestaba porque los investigaba a los dos, y hoy espera ser destituido.

Miguel sueña y no lo despierten para importunarlo con agentes estatales y docentes que paran porque quieren comprar aunque sea seis o siete kilos más de pan por mes, y le empiojan su sueño reformista, y sus acuerdos con Macri.

Miguel sueña y no lo despierten para decirle que en las industrias de la provincia la cosa sigue brava, aumentan las suspensiones y despidos, y la amenaza de cierre por la avalancha de importaciones.

Miguel sueña, y no lo despierten: déjenlo soñar.