Mientras en todo el país florecen los fallos judiciales que hacen lugar a los amparos contra el tarifazo de luz y gas (a punto tal que el gobierno está apretando a la Corte para que frene la ola), en la provincia invencible de Santa Fe damos la nota, porque los jueces los rechazan.
Como por ejemplo pasó en Rosario, donde un juez provincial convalidó el aumento de las tarifas de la EPE rechazando el amparo promovido por la multisectorial, con argumentos como mínimo opinables; como por ejemplo que de dar marcha atrás con el tarifazo el perjuicio para los usuarios sería peor porque la distribuidora provincial de energía no podría prestar el servicio.
Se hizo cargo así del argumento de las autoridades de la empresa según el cual ellos tenían previsto en el presupuesto 1000 millones de pesos para comprar energía en el mercado mayorista éste año, y como consecuencia de la baja de los subsidios (en rigor, del aumento del precio que pueden cobrar las generadoras) deberían pasar a pagar 4800 millones en ese concepto, y no pueden absorber los mayores costos sin trasladarlos a las tarifas.
En efecto, si nos remitimos a los números del presupuesto provincial para éste año vemos que la EPE tiene asignados algo más de 1146 millones de pesos para compra de energía, que luego distribuye:
Sin embargo y tal como es costumbre en la EPE (pese a que lo suyo es dar luz), los números son oscuros, porque las partidas asignadas para la compra de electricidad (financiadas con sus ingresos por tarifas) son menores a las que tenían otorgadas para ese mismo fin en los presupuestos de años anteriores.
Vemos por ejemplo acá abajo las cifras del presupuesto 2015, con la salvedad de que pese a lo que dispone el artículo 94 de la Ley 12.510, pasado el primer semestre del año aun no está disponible la Cuenta de Inversión del año pasado, con lo que es posible que lo efectivamente gastado por la EPE en comprar electricidad, haya sido más:
Los importes presupuestados para el 2015 (los ejecutados -como dijimos- seguramente serán mayores) tomaron evidentemente como base lo ejecutado en el rubro en el año 2014; cuando la EPE gastó exactamente $ 1.230.302.868,73 en la compra de electricidad.
De los números que estamos exponiendo surge que mientras el gasto total de la EPE crecería del año pasado a éste un 26,76 % y un 54,34 % respecto al 2014, su gasto en comprar electricidad al mercado mayorista para luego distribuirla a sus clientes bajaría un 7,33 %, en el mismo período.
¿Pensaban acaso que los subsidios a las tarifas lejos de bajar subirían, o anticiparon la recesión y caída de la actividad que provocaron las políticas de Macri? Aun en éste último caso, disminuyendo el consumo de los servicios, disminuyen sus gastos por compra de electricidad, que luego debería trasladar a las tarifas que cobra a los usuarios.
Evidentemente hay algo que no cierra en las cuentas de la EPE, y que por lo menos permite poner en duda el argumento del gobierno provincial de que no puedan afrontar con sus propios recursos algún nivel de subsidios para evitar trasladar a los usuarios todo el peso del tarifazo nacional.
No sería de extrañar: ya veíamos en ésta entrada como el Estado provincial gasta en pagarle intereses al banco de Eskenazy por un préstamo de la EPE por cuatro veces el monto del subsidio que destina a morigerarles a los clubes de barrio el aumento de la luz.
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