Para la mayoría de los medios -ocupados en la reunión reconciliatoria entre Macri y Tinelli- pasó desapercibido el hecho, pero el miércoles por la tarde los medios comunitarios de todo el país se movilizaron al Enacom, para exigir el cumplimiento de las disposiciones de la ley de medios que quedaron en pie; sobre todo la asignación del 33 % del espectro a las entidades sin fines de lucro, el cese de los operativos persecutorios contra los medios caracterizados como "truchos" (como en los peores tiempos del nefasto COMFER) y el cumplimiento de los subsidios del Fomeca (Fondo de Fomento Concursable). En éste enlace pueden leer el comunicado completo de las entidades convocantes.
En ésta entrada de hace unos meses explicábamos nosotros en que consiste el Fomeca, como se conforma y a qué se destinan sus fondos: con el 10 % del gravamen que cobraba el AFSCA a los medios comerciales sobre sus ingresos por publicidad, el Estado otorgaba subsidios a las organizaciones sociales del "tercer sector" (cooperativas, vecinales, asociaciones civiles, radios comunitarias, de los pueblos originarios) para el desarrollo de proyectos comunicacionales, en el marco de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Una política pública concreta para sostener la comunicación alternativa a los medios hegemónicos, y hacer que la "pluralidad de voces" sea algo más que un eslogan declamativo. Y una redistribución de la palabra redistribuyendo los ingresos que generan los medios comerciales, para financiar el desarrollo de los que no persiguen fines de lucro; que en la mayoría de los casos sin ese apoyo, no podrían subsistir.
En septiembre del 2014 la Resolución 1048 de la AFSCA convocó a concursos abiertos de proyectos en todo el país para financiar con el Fomeca proyectos de entre 45.000 y 500.000 pesos cada uno, convocatoria ampliada después en distintas oportunidades: en julio del 2015 se convocaron nuevos concursos para la financiación de proyectos mediante subsidios de entre 60.000 y 340.000 pesos, y en septiembre y noviembre otras tandas de concursos con líneas que iban desde los 700.000 pesos hasta el 1.6000.000 pesos por proyecto.
Por esa razón al enviarse al Congreso el presupuesto 2016 (que sería aprobado como Ley 27.198) se asignaron los recursos necesarios a la AFSCA para el cumplimiento del programa:
Claro que con la llega del macrismo al poder "cambiamos": primero vino el Decreto 236 que intervino la AFSCA, y luego el DNU 267 que mutiló la ley de medios, en especial en las cláusulas desmonopolizadoras que afectaban los intereses de Clarín y otros grandes grupos de medios.
Sin embargo, no modificaron el artículo 94 que crea el gravamen a la publicidad, ni el 97 que establece como se distribuye su producido, incluyendo el inciso f) que destina el 10 % del total como dijimos, a la subvención de proyectos como los que financiaba el Fomeca.
La nueva gestión encarnada ahora en el ENACOM no convocó a nuevos concursos, pero tampoco pagó los subsidios a los que ya estaban aprobados por la AFSCA, sea que fueran nuevos o que vinieran de antes y tuvieran desembolsos pendientes (el sistema funcionaba girando los fondos remanentes, contra la rendición de cuentas de los ya otorgados); pese a que el ENACOM tiene asignados por el presupuesto exactamente los mismos fondos, y para los mismos fines, como pueden ver acá:
Según los datos disponibles en la página web del Ministerio de Hacienda y Finanzas, a mediados de éste año (exactamente al 30/6) el ENACOM llevaba gastado solo el 37,94 % del total de su presupuesto; pero en el programa “Administración y Gestión de Proyectos Especiales” (al que corresponden los subsidios del Fomeca) había gastado para entonces apenas el 0,01 %, poco más de 14.000 pesos en seis meses, para el desarrollo de los medios comunitarios y de organizaciones sin fines de lucro.
Comparemos la cifra con lo que gasta el Estado nacional en pauta publicitaria en los medios comerciales: solo la Jefatura de Gabinete y hasta el 24 de éste mes, llevaba gastados más de 489 millones de pesos (base devengado), o sea 34.111 veces lo que el gobierno de Macri destinó en el primer semestre a sostener la comunicación alternativa.
Como no hay disponible en la web una ejecución analítica de los recursos públicos, es imposible saber si el ENACOM efectivamente les está cobrando a los medios comerciales el gravamen que establece la Ley 26.522 a sus ingresos por publicidad, o no.
De no hacerlo incurriría en un incumplimiento de los deberes de funcionario público, para subsidiar a empresas privadas eximiéndolas de hecho de una contribución legal. Pero si la está cobrando y no destina al menos el 10 % de lo que recauda a solventar los medios alternativos como establece la LSCA sino que los usa para otros fines, estaría incurriendo en malversación de caudales públicos.
Lo más probable es que la nefasta gestión de Aguad (por directivas de Macri) esté inmovilizando esos fondos (si es que está cobrando el gravamen a los medios comerciales), para provocar la asfixia presupuestaria de los medios alternativos y llevarlos a su desaparición porque con ellos no tiene la seguridad de contar para reforzar el blindaje que ya le otorgan los medios hegemónicos tradicionales.
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