No hace falta recordar todas las que tuvo
que aguantar cuando le tocó gobernar, o sí, ahora que estos chetos del orto
ponen el grito en el cielo por la suba de un punto en la tasa de interés de la
FED.
Desde la revuelta agrogarca con meses de
rutas cortadas y desabastecimiento, hasta el “voto no positivo”, pasando por la
guerra a muerte de Clarín y todos sus medios, todos los días, las 24 horas del
día, los cacerolazos para poder comprar dólares, el fiambre de Nisman que le
tiraron a los pies, no tuvo paz en un solo día de sus dos períodos de gobierno.
Eso sin contar la
crisis mundial provocada por la caída de Lehmann Brothers y, por supuesto, la
muerte de Néstor. Y ella firme ahí, poniendo lo que había que poner,
cuidándonos a todos, hasta a los que la puteaban, hasta el último día de su
mandato, que se lo acortaron en horas por una cautelar judicial.
Se fue con la plaza
llena (único presidente o presidenta en democracia), diciéndonos que nos
cuidáramos porque no iban a venir por ella, sino por nosotros, por nuestros
salarios, empleo y derechos, por nuestra dignidad; como siempre hacen. Y no
solo dio en el clavo, sino que se quedó corta.
Se fue sin ocupar
cargos, a la calle y a su casa, mientras la prensa canalla especulaba hasta
último momento con que sería candidata a cualquier cosa, con tal de tener
fueros y escapar de la justicia.
Ya fuera del poder,
le tiraron con toda la artillería judicial posible, buscando meterla presa para
sacarla de la cancha, y se defendió con la misma dignidad con la que había
gobernado, desenmascarando uno por uno a los payasos que la acusaban de delitos
inverosímiles por decisiones políticas de gobierno, que ahora ellos mismos se
vieron obligados a tomar, como los contratos del dólar futuro.
Se tuvo que bancar
el “fuego amigo” (si es que se puede llamar amigo) de los que dieron por
concluido su ciclo político y le exigieron correrse de la escena para “poder
reconstruir el peronismo; muchos de los cuáles la fueron a buscar meses
después, para que los salvara del naufragio electoral.
Como se bancó los
cinco paros generales por el impuesto a las Ganancias, de los mismos que
agacharon la cabeza con Macri para aceptar mansamente leyes y políticas
oprobiosas para los trabajadores, su dignidad y sus derechos.
Y entonces, cuando
nadie tenía derecho a pedirle ni exigirle nada, aceptó ser candidata y se puso
la campaña al hombro, en contacto directo con la gente y sus preocupaciones,
advirtiendo (como lo había hecho desde el primer día, antes de ser candidata a
nada) hacia donde iban las políticas de este gobierno de mierda, que es
exactamente a donde fueron: otra vez el tiempo le dio la razón.
Llegó al Senado y
empezaron a operar para privarla de sus fueros porque les molesta, les molesta
su presencia, su voz y sobre todo sus argumentos, que no pueden contrarrestar:
puso en agenda el tema de las tarifas cuando nadie (dentro de la “oposición
racional”) lo tocaba; y el tema de las off shores y la guita de los
funcionarios en los paraísos fiscales, cuando cada vez que buscaban la ruta del
dinero K, encontraban las pezuñas marcadas en la ruta del dinero M.
Desde que volvió al
Congreso está votando en contra todos los proyectos impresentables de este
gobierno impresentable, como la reforma a la ley de los mercados de capitales,
anticipando que efectivamente va a pasar, si tienen tiempo y no se van antes:
van a saquear el fondo de ANSES, ése que ella quiso proteger poniéndole un cepo
a las privatizaciones de las acciones, porque sabía lo que se venía y quienes
venían.
Advirtió que con
esa nueva ventanilla abierta van a acelerar la fuga y los vaciamientos, y los
bancos se van a desprender de los préstamos UVSA cuando les resulten
incobrables. Esos mismos préstamos que ella (que lanzó el PROCREAR) advirtió
que eran una trampa cazabobos.
No dudó ni un
minuto en hacer la caracterización correcta de este gobierno, desde antes
incluso que Macri asumiera, y no la pifió ni medio: son tal cual ella los
describió, incluso peores. Y ahora están hablando de cobrarle impuestos al dólar para turismo, y reimplantar el cepo.
Al mismo tiempo, la acusan por las redes sociales de estar detrás de la corrida cambiaria, a ella a la que le hicieron quince corridas; o de organizar golpes de Estado con aviones fantasma que aterrizan en El Calafate.
Al mismo tiempo, la acusan por las redes sociales de estar detrás de la corrida cambiaria, a ella a la que le hicieron quince corridas; o de organizar golpes de Estado con aviones fantasma que aterrizan en El Calafate.
Algún día en éste
país, en la política de este bendito y maltratado país, tanta coherencia y
dignidad tendrá que pagar, y reconocerle a Cristina el lugar que se ha ganado
en su historia; si es que no la termina convocando para que lo haga aun más
grande, porque la estatura de los gigantes se mide también por la de los enanos.
3 comentarios:
Compañeros, sinceramente creo que por cantidad (no dan tiempo) y por calidad tienen el mejor blog del palo.
Un detalle ¿menor?: los ritos son necesarios le dijo el zorro al principito.
Y Cristina Elizabeth I de Argentina es SOBERBIA, única, un bicho raro.
¿Quién se quedó haciendo muecas: ella con la calabaza a las 0 hs o Mauricio-el Hechizado- que tuvo que recibir la banda de otro infradotado, Pinedo-el Breve-?
Pongo a prueba mi hipótesis. Se puso de acuerdo con la Servini que Cubría. No estaba dispuesta a darle el gusto.
Como ahora, que la Servini le tiró el fiambre a Luisito y este entró por el aro, con sus dos espadas escoltas que las sacó de "Imbancables".
Último servicio a la causa peruca antes de jubilarse.
Qué distinto era vivir en un país en el que te cuidaban...ahora te vas a dormir y pensás ¿con quiénes estarán reunidos cenando y con qué garcada nos despertaremos mañana?
sublime compañeros, sublime
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