LA FRASE

"ME DICEN QUE ESTÁ VINIENDO PARA ACÁ EL MINISTRO CAPUTO, ASÍ QUE TRÁIGANME ESA REMERA QUE DICE "NO HAY PLATA"." (KRISTALINA GEORGIEVA)

domingo, 29 de agosto de 2021

"CAMBIAMOS FUTURO POR PASADO"

 

Por si no recordaban el ¿fallido? al que refiere el título del post, va el video de apertura en el que Vidal lo pronunció, aquella noche en la que celebraba convertirse en gobernadora de la principal provincia argentina. La misma de cuya competencia electoral acaba de huir, para refugiarse en el más cómodo y accesible distrito porteño.

Pero tal parece que volvió recargada, con las mismas (viejas) propuestas de siempre, para hacer lo que dijo en supuesto fallido: pretender hacernos volver al pasado. No está claro si a la Argentina anterior a 1943, o a los tiempos de los inicios de la Revolución Industrial.

Los otros días en el famoso acto de las rascadas varias, presentó sus propuestas como si se candidateara a presidenta de la nación, y no simplemente a diputada nacional. Entre ellas, un plan para que los jóvenes accedan a su primer empleo, pero cobrando la mitad del Salario Mínimo Vital y Móvil, es decir la mitad de lo que el Estado, por ley, determina que se le pueda pagar a un trabajador en blanco, registrado en la seguridad social.

Como segundo en la lista la acompaña Martín Tetaz, el promotor de la estafa Ponzi conocida como créditos UVA, que en la misma línea de pensamiento (cavernícola) propuso que los menores de 14 podrían trabajar cobrando un sueldo de 20.000 pesos, que también está por debajo del SMVM; como si éste fuese altísimo, o estuviese fijado en euros o en dólares. Eso sin contar con que conforme lo explicado acá, para que la propuesta camine habría que modificar la Ley 26390 de prohibición del trabajo infantil, o violarla, cometiendo un delito: eso sí, no se les podrá negar coherencia en las propuestas.

Así de "moderna" es nuestra "nueva derecha moderna y democrática" de las que nos hablaba Natanson en sus ensoñaciones téoricas. De cuan democrática es ya dijimos algo acá ayer, a propósito de su ensordecedor silencio frente al atentado contra el diputado Arias en Corrientes.

Como ven, no hay grandes diferencias entre sus propuestas y las de cavernícolas como Milei o Espert: en todo caso a estos últimos es la rusticidad de sus modales predemocráticos, o la más rápida reivindicación de dictaduras y latrocinios varios como los de Cavallo los que los terminan colocando en esa posición. Los otros (como Vidal) piensan igual, pero están coacheados en ejercicios de corrección política para ocultarlo, ejercicios que a veces fallan y los dejan expuestos tal cual son; como con éstas insólitas propuestas.

Todos ellos, toda la derecha argentina, nos quiere hacer creer que una sociedad es más moderna y mira con más decisión al futuro cuando, entre otras, cosas, más flexibiliza su legislación laboral, y más recorta y degrada los derechos de los trabajadores. 

De hecho, esa idea (junto con la baja de impuestos y el recorte de funciones del Estado) es la viga maestra que une a las distintas fracciones del capital, sin distinciones, se trate de industriales o productores agropecuarios, mercado-internistas o exportadores; y al fin y al cabo todos estos payasos de la política son solo sus amanuenses electorales. No es casual que aparezcan estas propuestas retrógadas, justo cuando se plantea discutir la reducción de la jornada laboral, por ejemplo.

Sin embargo, la historia del país y del mundo demuestra que las cosas son exactamente al revés: cuando las sociedades evolucionaron hacia la modernidad y alcanzaron mayores niveles de desarrollo e integración social, fue cuando avanzaron en la protección de los trabajadores, y otros colectivos vulnerables como los niños, los jóvenes o las mujeres.

Piensen si no cuando hemos avanzado desde la explotación en jornadas laborales eternas de niños de 10 años en las minas de carbón hasta la prohibición del trabajo infantil, o desde el pago del jornal en especie a la imposición legal de un salario mínimo, por debajo del cual no se le pueda pagar a nadie por su trabajo. 

Se puede discutir -en un puro ejercicio teórico sin otro efecto que eso- cuan "nueva" o "vieja" es alguna expresión de la derecha política, acá y en todos lados. Lo que no está en discusión es que su programa política no tiene para ofrecernos nada en el futuro, salvo volver al pasado que hemos dejado atrás como sociedad, simplemente evolucionando.    

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