Ayer por la tarde en un acto -del que colgamos el video- Cristina asistió a la inauguración de la sede de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores e Intérpretes (SAGAIP), la entidad creada para garantizar el cobro de los derechos de propiedad intelectual de los actores y actrices por sus representaciones reproducidas en cine y televisión; a la que se rconociera en tal carácter y función por éste decreto de Néstor Kirchner; en agradecimiento del cual se colocó ayer una placa conmemorativa en el edificio.
Se reglamentó así respecto de los actores y actrices la Ley 11.723 de Propiedad Intelectual, uno de cuyos autores fue paradójicamente Roberto Noble, el fundador de Clarín.
¿Y por qué decimos paradójicamente?
Porque a la grandeza de Kirchner en su momento, y de los actores y actrices ayer al expresarle a Cristina su gratitud por un derecho conquistado -que como dijo la Presidenta, los ubica en su rol de trabajadores de la cultura- se le contrapone en espejo la miseria del diario fundado por Noble en ésta nota que reduce la crónica del acto a un problema de caos en el tránsito.
Claro, no se puede esperar otra cosa de los que han explotado y explotan a los actores sin reconocerles sus derechos -e incluso montaron un canal como Volver solo con reproducciones por las que no los pagan, o pagan migajas- ; al punto que en su momento -junto a otros grupos multimedios- interpusieron un reclamo administrativo contra el decreto de Néstor, rechazado por Cristina mediante el Decreto 215/09 a cuyo texto pueden acceder acá.
Entre los inverosímiles argumentos del reclamo del Grupo Clarín y asociados, acusan a la Sociedad comandada por Soriano de ¡abuso de posición dominante!, y al decreto de Kirchner ¡de favorecer la fuga de capitales al exterior!.
Miseria como la expuesta ayer en una nota en El Litoral por Miguel Del Sel , que no vaciló en embarrar a sus colegas de profesión planteando un lugar común del zonzaje: los actores, actrices y mucha gente de la cultura apoyarían al gobierno no por convicciones, sino por conveniencia: "les han solucionado algunos problemas" dice el nuevo filósofo de la derecha.
Exacto Miguel, de eso se trata la política, chocolate por la noticia. Este -el de los derechos no reconocidos- es uno de esos problemas.
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