Por intermedio del ingeniero Sbariggi -cuyo blog es una Biblia a la hora de informarse sobre la rosca política- llegamos a este artículo que da cuenta de los últimos prolegómenos de los acuerdos opositores (UCR, PRO, peronismo federal, Coalición Cívica) para armar algo para octubre para hacerle frente a la candidatura de Cristina.
No es fácil de entender, pero algo queda claro: cuando el peronismo se parece a sí mismo, amontona del otro lado a todo lo que tiene que estar amontonado, con sus más y sus menos; como en la Unión Democrática del 45'.
Sin embargo, el amigazo Gil Lavedra -un habitué de este blog- sigue insistiendo aquí con una fórmula Ricardito-Hermes, a lo mejor preocupado porque no le revoquen el poder para los juicios de la provincia.
Como podemos ver (y nosotros damos pleno crédito a la información que aporta el Ingeniero), Ricardito se dejó de joder con esas veleidades progres, y decidió ir al encuentro del votante radical antiperonista promedio (lo mismo que hizo su padre en el 83' con la denuncia del pacto sindical-militar, bah), aprovechando además la implosión del peronismo federal, cuyo punto culminante fue el papelón del domingo protagonizado por Duhalde y los hermanos Macana.
Lo que sí hay un punto en el cual todavía no acordaron al parecer: quien es el encargado de decirle a la Naranja Mesiánica que debe bajar su candidatura, y por que medio (o a cuanta distancia puede la gordi lanzar un jarrón, lo están averiguando).
PD: es al ñudo, al Ingeniero y a Carrió no hay con que darles. (a Lilita no hay quien quiera tampoco)
Y bueno, como decía Perón: echando a andar el carro, se acomodan los melones.
Hagan como les plazca muchachos, nosotros desde acá no preguntamos cuantos son, sino que vayan saliendo.
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